MADRID, 16 Dic. (EDIZIONES) -
La boca es el mayor espacio abierto del cuerpo al exterior, siendo la garganta la principal perjudicada. A veces, en los días más fríos de invierno vamos muy arropados con abrigos y bufandas, pero dejamos abierta una puerta al "enemigo", la boca, por lo que corremos el riesgo de contraer faringitis o un fuerte dolor de garganta.
Así lo advierte en una entrevista con Infosalus el doctor Javier Dols Juste, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y en Medicina preventiva, con motivo de la publicación de su libro 'Tu mejor medicina eres tú' (Zenith). En él advierte de que la nariz del ser humano está preparada para calentar y filtrar el aire gracias a los cornetes, unos huesos que sobresalen y que están recubiertos de una mucosa con pelos y vasos sanguíneos.
"La nariz está preparada para filtrar el aire, tienen unos pelitos que hacen que ciertas cosas que respiramos no penetren hacia dentro del cuerpo. Además, es una zona que está irrigada también con vasos sanguíneos, por lo que calienta el aire, e interviene en el sistema de defensa del cuerpo", indica.
Dols lamenta que el problema es que en invierno si tenemos la boca abierta nos entrará aire frío que va a directo a la garganta, que no está preparada para filtrarlo y calentarlo. "El sitio diseñado para que el aire entre en la mejor calidad posible es la nariz. Los cornetes en la nariz calientan y humidifican el aire que entra. Sin embargo, la boca no dispone de nada de eso, así que si le entra aire frío la irritará y provocará una faringitis. Si vas hablando por la calle y hace frío es como si al irte de casa dejaras alguna ventana abierta. ¿Cómo evitarlo? Manteniendo la boca cerrada, o si la abres, protegiéndola con alguna bufanda. No basta con que la bufanda rodee el cuello", alerta el experto.
Por ello, enumera a continuación los que considera como los principales 5 enemigos de la garganta en invierno, aunque lamenta que algunos los mantiene a lo largo del año:
1.- El aire frío que entra por la boca cuando se está en la calle.
2.- El aire acondicionado de comercios, oficinas, o grandes superficies, por ejemplo.
3.- El hielo de los refrescos, y a veces los alimentos recién sacados del frigorífico.
4.- El café, las infusiones o la leche ardiendo. El calor irrita tanto como el frío.
5.- Tener que hablar muy alto en locales de ocio por el ruido o por lo alta que ponen la música, ya que hay que forzar mucho la voz.
LA RECETA DE LA ABUELA
Frente a estas situaciones, el doctor Dols recomienda que para combatir en cierta parte esas agresiones que ha sufrido la garganta, contrariamente a lo que la creencia popular ha establecido de hacer gárgaras con zumo de limón y miel, es conveniente realizarlas con agua y bicarbonato o sal.
"La receta de la abuela es con miel y limón, pero es mejor lo alcalino como bicarbonato o sal, agua con sal o con bicarbonato. Ayuda a suavizar la garganta. Es más útil que las pastillas de chupar de la farmacia y si nos ayuda, hay que hacerlo cada 3 horas durante el día. Si nos despierta el dolor por la noche también es una buena ocasión para hacerlo. No es milagroso, no es inmediato, pero sí baja la intensidad del dolor y hace hacerlo desaparecer a lo largo de los días", sentencia el médico de familia.