MADRID, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
El estudio más completo hasta la fecha encuentra que la carga de las afecciones del sistema nervioso (neurológicas) es mucho mayor de lo que se pensaba anteriormente, y este grupo diverso de afecciones afectó al 43% de la población mundial (3.400 millones de personas) en 2021. Se trata de un trabajo realizado por investigadores y colaboradores de GBD 2021 Nervous System Disorders de la Universidad de Washington, Seattle, (Estados Unidos) y la Organización Mundial de la Salud, Ginebra, Suiza.
Como recoge la revista 'The Lancet Neurology', el análisis sugiere que en todo el mundo, la cantidad total de discapacidad, enfermedad y muerte prematura, en una medida conocida como años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) causadas por afecciones neurológicas aumentó un 18% en los últimos 31 años, pasando de alrededor de 375 millones de años de vida saludable perdidos en 1990 a 443 millones de años en 2021.
El número absoluto de AVAD está aumentando en gran parte debido al envejecimiento y al crecimiento de la población en todo el mundo. Sin embargo, si se elimina el impacto demográfico mediante la estandarización por edades, las tasas de AVAD y muertes causadas por afecciones neurológicas han disminuido en alrededor de un tercio (27% y 34% respectivamente) en todo el mundo desde 1990, en gran parte debido a una mayor concienciación sobre la vacunación y esfuerzos globales de prevención para algunas enfermedades como el tétanos (disminución del 93% en las tasas de AVAD estandarizadas por edad), la meningitis (disminución del 62%) y los accidentes cerebrovasculares (disminución del 39%).
De esta forma, los 10 principales contribuyentes a la pérdida de salud neurológica en 2021 fueron los accidentes cerebrovasculares, la encefalopatía neonatal (lesión cerebral), la migraña, la enfermedad de Alzheimer y otras demencias, la neuropatía diabética (daño a los nervios), la meningitis, la epilepsia, las complicaciones neurológicas del parto prematuro, el trastorno del espectro autista y tumores del sistema nervioso.
Por otra parte, las consecuencias neurológicas de la COVID-19 (deterioro cognitivo y síndrome de Guillain-Barré) ocuparon el puesto 20, representando 2,48 millones de años de vida saludable perdidos en 2021. Los trastornos neurológicos más prevalentes en 2021 fueron las cefaleas tensionales (alrededor de 2 mil millones de casos) y las migrañas (alrededor de 1,1 mil millones de casos). La neuropatía diabética es la de más rápido crecimiento de todas las afecciones neurológicas.
"El número de personas con neuropatía diabética se ha más que triplicado a nivel mundial desde 1990, llegando a 206 millones en 2021", comenta la coautora principal, la doctora Liane Ong, del Instituto de Medición y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington (Estados Unidos) "Esto está en consonancia con el aumento de la prevalencia mundial de la diabetes".
El estudio actual se basa en análisis GBD anteriores para proporcionar un análisis más amplio y completo y así comparar la prevalencia y la carga (enfermedad y muerte) de los trastornos del sistema nervioso entre países a escala global entre 1990 y 2021, ampliando el número de casos estudiados.
Para reflejar mejor que los trastornos neurológicos pueden ocurrir en cualquier etapa de la vida, por primera vez los colaboradores de Trastornos del Sistema Nervioso del GBD 2021 estudiaron los trastornos del neurodesarrollo y las afecciones neurológicas en niños y descubrieron que eran responsables de casi una quinta parte (18%) de todos los trastornos neurológicos relacionados con AVAD en 2021, lo que representa 80 millones de años de vida saludable perdidos en todo el mundo.
"Cada país tiene ahora estimaciones de su carga neurológica basadas en la mejor evidencia disponible", matiza la autora principal, la doctora Jaimie Steinmetz del IHME. "Como principal causa de carga general de morbilidad en el mundo, y con un número de casos que ha aumentado un 59 % a nivel mundial desde 1990, las afecciones del sistema nervioso deben abordarse mediante estrategias de prevención, tratamiento, rehabilitación y atención a largo plazo eficaces, culturalmente aceptables y asequibles".
En general, las estimaciones revelan diferencias sorprendentes en la carga del sistema nervioso entre las regiones del mundo y los niveles de ingresos nacionales. En Asia Pacífico y Australasia, regiones de altos ingresos (regiones con mejor salud neurológica), la tasa de AVAD y muertes fue inferior a 3.000 y 65 por cada 100.000 personas, respectivamente, en 2021. En estas regiones, los accidentes cerebrovasculares, la migraña, la demencia, la neuropatía diabética y los trastornos del espectro autista representaron la mayor pérdida de salud.
Por el contrario, en las regiones más desfavorecidas del África subsahariana occidental y central, la tasa de AVAD y muertes fue hasta cinco veces mayor (más de 7.000 y 198 por 100.000 personas respectivamente) en 2021, con accidentes cerebrovasculares, encefalopatía neonatal lesiones), la demencia y la meningitis son los mayores contribuyentes a la pérdida de años de vida saludable.
Asimismo, los autores destacan que, en 2017, solo una cuarta parte de los países a nivel mundial tenían un presupuesto separado para las afecciones neurológicas, y solo alrededor de la mitad contaban con directrices clínicas específicas. Es más, el personal médico que atiende a personas con afecciones neurológicas está distribuido de manera desigual en todo el mundo: los países de altos ingresos tienen 70 veces más profesionales neurológicos por cada 100.000 personas que los países de ingresos bajos y medianos.
Finalmente, el estudio cuantificó la proporción de carga del sistema nervioso que era potencialmente prevenible eliminando los factores de riesgo conocidos de accidente cerebrovascular, demencia, esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson, encefalitis, meningitis y discapacidad intelectual. El análisis sugiere que modificar 18 factores de riesgo a lo largo de la vida de una persona (el más importante es la presión arterial sistólica alta (57% de los AVAD) podría prevenir el 84% de los AVAD globales por accidente cerebrovascular.
Además, las estimaciones sugieren que controlar la exposición al plomo podría reducir la carga de la discapacidad intelectual en un 63%, mientras que reducir la glucosa plasmática en ayunas a niveles normales podría reducir la carga de la demencia en alrededor del 15%.
Pese a ello, muchas estrategias actuales para reducir las afecciones neurológicas tienen poca efectividad o no se implementan lo suficiente, como es el caso de algunas de las afecciones de más rápido crecimiento pero en gran medida prevenibles, como la neuropatía diabética y los trastornos neonatales. Para muchas otras afecciones no existe cura, lo que subraya la importancia de una mayor inversión e investigación en intervenciones novedosas y factores de riesgo potencialmente modificables.