MADRID, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los niños con dislexia son más lentos a la hora de procesar la información visual, según una nueva investigación que arroja nueva luz sobre los procesos cerebrales que se ven afectados por la dislexia más allá de la capacidad de lectura.
El estudio, publicado en la revista 'JNeurosci' y el primero en combinar nuevos métodos para comprender el procesamiento visual y la actividad cerebral en la dislexia, pidió a un grupo de niños de entre seis y 14 años que identificaran la dirección media del movimiento de una masa de puntos en movimiento, mientras se medía su actividad cerebral.
Se descubrió que los niños con dislexia tardaban más en recoger las pruebas visuales y eran menos precisos que sus compañeros con un desarrollo típico, y que las diferencias de comportamiento se reflejaban en las diferencias de la actividad cerebral.
Aunque se sabe que la capacidad de lectura se ve afectada por la dislexia, los investigadores aún no tienen claro qué procesos cerebrales se ven afectados por esta enfermedad. Una mayor comprensión de este aspecto podría conducir a un apoyo más eficaz para los afectados.
La doctora Cathy Manning, investigadora principal del Centro para el Autismo de la Universidad de Reading, en Reino Unido, resalta que "estos resultados muestran que las dificultades a las que se enfrentan los niños con dislexia no se limitan a la lectura y la escritura. Por el contrario, como grupo, los niños con dislexia también muestran diferencias en la forma de procesar la información visual y de tomar decisiones al respecto", añade.
"Habrá que investigar en el futuro si estas diferencias en el procesamiento visual y la toma de decisiones pueden entrenarse para mejorar la capacidad lectora de los niños afectados, o proporcionar pistas sobre las causas de la dislexia", prosigue.
La monitorización de la actividad cerebral mediante EEG en el estudio mostró que la actividad sincronizada sobre las regiones centro-parietales del cerebro implicadas en la toma de decisiones aumentó de forma constante en todos los niños durante la tarea hasta que tomaron una decisión. Sin embargo, esto ocurrió de forma más gradual en los niños con dislexia.
El estudio apoya una relación entre el procesamiento del movimiento y la dislexia, aunque todavía no se conocen las causas.
Los investigadores debaten acaloradamente si la dislexia es, en el fondo, un trastorno del procesamiento visual. Dado que la lectura y la escritura son un reto fundamental para los niños con dislexia, una mayor comprensión de sus efectos en el cerebro podría ayudar a mejorar las intervenciones existentes.