MADRID 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
En un nuevo estudio investigadores de la Sociedad de Medicina Materno-Fetal (SMFM), en EEUU, revelan hallazgos que sugieren que una prueba de biomarcadores para identificar a las mujeres embarazadas con mayor riesgo de parto prematuro mejoró significativamente los resultados neonatales, incluida la reducción de la morbilidad infantil, así como la reducción de las admisiones a la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) y la cantidad de tiempo que se pasa en la UCIN.
El resumen se publica igualmente en la edición de enero de 2025 de 'Pregnancy', una nueva revista de acceso abierto y la primera revista oficial de la Sociedad de Medicina Materno-Fetal. Actualmente, el nacimiento prematuro, definido como el parto antes de la semana 37 del embarazo, es una de las principales causas de muerte infantil en los Estados Unidos. Los bebés que nacen prematuramente también corren un mayor riesgo de tener graves problemas de salud.
Sin embargo, a pesar de los avances en muchas áreas de la obstetricia, se ha avanzado poco en la reducción del número de nacimientos prematuros o en la mejora de los resultados neonatales. Por tercer año consecutivo, el Informe Anual de March of Dimes ha otorgado a los Estados Unidos una calificación de D+ por la tasa persistentemente alta de nacimientos prematuros del país.
En este contexto, en un ensayo controlado aleatorizado multicéntrico, los investigadores reclutaron a 5.018 embarazadas con bajo riesgo de parto prematuro de 19 centros de Estados Unidos. Se excluyó del ensayo a aquellas con factores que aumentan el riesgo de parto prematuro (como un parto prematuro previo, un cuello uterino corto, gestaciones múltiples o afecciones médicas graves como lupus o enfermedad renal crónica), por lo que se examinó a una población de bajo riesgo.
La prueba de biomarcadores, que analizaba la sangre de una participante, se administró a mediados del segundo trimestre del embarazo para identificar a las personas con mayor riesgo de dar a luz a un bebé prematuro. La prueba clasificó al 23,5 por ciento de las participantes como de mayor riesgo dentro del grupo de prevención del parto prematuro.
Además del estándar de atención tradicional, las personas identificadas como de alto riesgo recibieron un régimen de bajo riesgo y bajo costo de progesterona vaginal diaria y aspirina en dosis bajas y también se les asignaron llamadas telefónicas estandarizadas semanales con una enfermera. Las participantes restantes de menor riesgo recibieron el estándar habitual de atención del embarazo, que incluía controles de rutina.
En el grupo de prevención de partos prematuros que fue examinado y tratado si la madre tenía un resultado de prueba de riesgo más alto, los datos mostraron una reducción del 20 por ciento en la morbilidad neonatal y una reducción del 20 por ciento en los ingresos a la UCIN. Los resultados también demostraron que los bebés que fueron ingresados ??en la UCIN tuvieron una reducción del 6 al 8 por ciento en la duración de la estadía.
"Este estudio es el primero en combinar una prueba de biomarcadores que evaluó a un gran segmento de la población que no tiene los factores de riesgo típicos de parto prematuro con un plan de tratamiento específico para aquellos que fueron identificados como de mayor riesgo y demostraron mejoras espectaculares en los resultados neonatales", destaca el autor principal del estudio, el doctor Brian Iriye, subespecialista en medicina materno-fetal y médico a cargo del Centro de Embarazo de Alto Riesgo en Las Vegas. Iriye también es expresidente de SMFM.
"Estos hallazgos sugieren una estrategia transformadora para reducir las complicaciones neonatales y creo que tiene la capacidad de cambiar la práctica de la obstetricia y prevenir los problemas neonatales asociados con el parto prematuro", añade.