Psoriasis y depresión suelen ir de la mano: ¿por qué?

Archivo - CLOSE UP: Unrecognizable young woman suffering from autoimmune incurable dermatological skin disease called psoriasis. Female gently scratching red, inflamed, scaly rash on elbows. Psoriatic arthritis - HELIVIDEO/ ISTOCK - ARCHIVO

   MADRID, 30 Oct. (EDIZIONES) -

   La literatura científica recoge que la ansiedad y la depresión suelen ir de la mano en los casos de psoriasis, y su prevalencia es mayor frente a la media de población. Esto, obviamente, redunda en la calidad de vida de estos pacientes, quienes habitualmente se sienten estigmatizados por sus lesiones en la piel.

   Según revela el Consejo General de la Psicología de España, el 55% de los pacientes con psoriasis tienen síntomas de depresión leves o moderados, y el 57,6% síntomas de ansiedad.

   En concreto, tal y como define la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), la psoriasis representa una enfermedad inflamatoria crónica del sistema inmunitario, que afecta especialmente a la piel. Hoy en día dice que la padecen un millón de españoles, y aunque su origen se desconoce todavía, parece que está clara su influencia genética, así como de algunos factores ambientales.

   "Las células de la piel se multiplican más rápido de lo normal en la psoriasis, se acumulan y producen inflamaciones en la superficie. La enfermedad puede permanecer asintomática durante mucho tiempo. Hábitos nocivos, como el tabaco, el alcohol, o determinados medicamentos pueden influir en la aparición de la patología", remarca.

   Igualmente, mantiene que, en el caso de la psoriasis, las células encargadas de combatir las infecciones atacan por error a las células sanas de la piel. Asimismo, destaca que recientes investigaciones apuntan a que no sólo la piel se ve afectada en esta enfermedad, sino que también puede afectar a otros órganos como las articulaciones, el corazón, o el hígado, entre otras.

LA DEPRESIÓN ES MÁS FRECUENTE EN LA PSORIASIS

   "La prevalencia de psoriasis en España está entre el 2-3% de población de personas, un millón de españoles con psoriasis (de leve a grave); y dentro de la psoriasis la prevalencia de depresión oscila entre un 20-40%, según estudios. Hablamos de un porcentaje de depresión diagnosticada infinitamente mayor al de población general. Realmente, el factor de enfermedad inflamatoria crónica, de la psoriasis, es un factor que agrava la depresión y hace que haya más depresión en los pacientes con psoriasis. La psoriasis afecta igual a hombres y mujeres, pero la depresión es más frecuente en mujeres", apunta en este sentido el doctor Emilio Sánchez, que es jefe de la Unidad de Interconsulta de Psiquiatría y Psicología en el Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid.

   En una entrevista con Europa Press Infosalus nos cuenta que habitualmente trata a personas con psoriasis crónica, casos en los que ésta es de moderada a grave, con tiempo de evolución, y que presenta repercusiones en el paciente somáticas o físicas muy evidentes: "Normalmente, en estos estadíos la enfermedad presenta placas y lesiones, estos pacientes padecen prurito, quemazón, dolor, que cursa con brotes, y al ser una enfermedad sistémica, además, con los años va complicándose, y puede aparecer la artritis, la comorbilidad asociada a la psoriasis más frecuente; también se asocia al síndrome metabólico, y al ser gente joven afectar no sólo a la piel, sino que puede aparecer la artritis la comorbilidad asociada a psoriasis más frecuente".

LA PSORIASIS ESTIGMATIZA

   Por otro lado, este psiquiatra mantiene que aquella psoriasis que cursa en placas, sobre todo en zona del rostro y del cuero cabelludo es muy estigmatizante: "Son pacientes que ya desde jóvenes tienden a aislarse, se avergüenzan, les baja la autoestima, y sienten que no pueden salir y en verano llevan prendas largas para que no les vean los codos, donde se da mucha placa o descamación. Este estigma al final condiciona un estilo de vida en el que te vas aislando, evitan reuniones o amigos. La calidad de vida con la psoriasis se ve mermada, incluso con otras enfermedades inflamatorias no tan visibles".

   El doctor Sánchez remarca que la piel y el cerebro tienen un origen embrionario similar, y recuerda que siempre hay hipótesis sobre como enfermedades metales producen alteración dermatológicas, y al revés, "las personas que tienen psoriasis tienen estrés emocional por padecer la enfermedad, pero también todas las dermatitis o psoriasis empeoran con el estrés emocional, el estrés actúa como agravante o desencadenante de crisis de psoriasis, y cuando entran en depresión probablemente empeora su psoriasis".

   Estadísticamente los pacientes con psoriasis puntúan más alto en los test de gravedad de depresión, según prosigue este experto del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, y se da en estos casos un mayor riesgo de ideas de suicidio. "En la depresión de la psoriasis hay un factor relacionado con el aspecto psicosocial de la enfermedad, el estigma, el aislamiento, cursa con brotes, en el que tienes periodos de baja, interfiere en tus relaciones personales y sexuales; es decir, la psoriasis tiene un efecto psicológico y social que te aísla y te deprime", añade el doctor Sánchez.

   Pero también habla de que en toda patología inflamatoria crónica mediada por la inmunidad hay un efecto biológico común, por el que desarrollamos anticuerpos contra partes de nuestro cuerpo: "Desde hace años se estudia en la depresión que el factor inflamatorio crónico la inflamación podría ser causa de depresión. La psoriasis es una enfermedad inflamatoria, y las células cuando están inflamadas liberan sustancias (como las interluquinas) y en depresión estos marcadores están elevados, igual que en la psoriasis; de manera que se piensa que ese efecto inflamatorio de la psoriasis podría ser un efecto que causara o agravara la depresión del paciente con psoriasis. Por tanto, al haber más causas posibles, nos encontramos con depresión más frecuente en la psoriasis, y además casos más grave en la psoriasis porque enferman por muchos motivos".

LA IMPORTANCIA DE CUIDAR LA INFLAMACIÓN EN LA PSORIASIS

   De hecho, este psiquiatra remarca que tratar la inflamación en la psoriasis es importante porque tratando la inflamación de la psoriasis también mejora la depresión. "Tratando la inflamación de la psoriasis, también mejoran los síntomas de la psoriasis, por tanto el efecto psicológico mejora, y realmente con los tratamientos biológicos inmunosupresores de nueva generación, y que han supuesto un avances espectaculares en el tratamiento de la psoriasis, han conseguido un alto porcentaje a la hora de controlar totalmente los síntomas", añade.

   Al resolver esto mejora psicológicamente y socialmente el paciente y es otra herramienta importante en el tratamiento, remarca el doctor Sánchez. En concreto, cita que la mayor parte de los tratamientos inmunosupresores son inmunoglobulinas.

   Hay estudios de pacientes, según continua, con psoriasis sin tratamiento antidepresivo, y con tratamientos biológicos y mejora su cuadro de psoriasis y su estado de ánimo. Pero el problema es que estos son muy caros, tal y como afirma, aunque están financiados, y para acceder a ellos en principio sólo están disponibles para casos de psoriasis moderada-grave (si se asocian otros problemas si está muy extendida en el cuerpo, si se asocia a síndrome metabólico, problemas cardiovasculares, infartos, si se relaciona con artritis, entre otros).

   Eso sí, poco a poco este experto remarca que poco a poco el componente psicosocial de la enfermedad cuenta a la hora de aportar a estos pacientes estos tratamientos biológicos. "Es importante que pacientes con psoriasis y trastornos del ánimo, con distrés o ansiedad que pudieran acceder a estos tratamientos biológicos porque los resultados son espectaculares", subraya.

EL TRATAMIENTO DE LA DEPRESIÓN EN LA PSORIASIS

   Con ello, el jefe de la Unidad de Interconsulta de Psiquiatría y Psicología en el Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid indica que, en los casos de psoriasis, en los que suele haber afectación psicológica, se suele realizar un tratamiento psicológico, concretamente terapias de grupo, tanto de gestión de autoayuda, como de gestión de la enfermedad.

   "En el CEIMI del Hospital Gregorio Marañón, en tandas, los pacientes que tienen en común una patología crónica mediada por inflamación, entre la que se encuentra la psoriasis, durante unas cuantas sesiones se reúnen con un grupo de psicólogos que les dan unas sesiones psicológicas y terapéuticas para enseñarles a enfrentar algunos aspectos de su enfermedad crónica y recurrente; con una valoración importante por parte de los pacientes", sostiene el doctor Sánchez.

   Desde el Consejo General de la Psicología de España recuerdan que un estudio publicado en la revista 'Journal of Cognitive Behavioural Psychotherapy and Research' revela que las intervenciones psicológicas pueden mejorar la calidad de vida de las personas con psoriasis, así como reducir el estigma internalizado de estos pacientes, y sus síntomas de ansiedad y depresión.

   "Las intervenciones de terapia cognitivo-conductual (TCC), junto con las técnicas de mindfulness, y las técnicas de aceptación, proporcionan una mejora en los problemas de imagen corporal que experimentan los pacientes con psoriasis, y son beneficiosas para las interacciones interpersonales, y para poder llevar una vida satisfactoria", señala el trabajo científico. Al mismo tiempo aconseja la necesidad de una evaluación psicológica a pacientes con psoriasis, al tiempo que pone de relieve la importancia de las intervenciones psicológicas.

EL TRATAMIENTO DE ANTIDEPRESIVOS SÓLO PARA CASOS GRAVES

   Finalmente, el jefe de la Unidad de Interconsulta de Psiquiatría y Psicología en el Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid mantiene que en los pacientes con psoriasis de moderada a grave, aparte del apoyo o terapia psicológica de la que hemos hablado, si se aporta tratamiento biológico, con el que suelen obtenerse grandes resultados, el tratamiento con antidepresivos sólo se reserva para los pacientes en los que las dos vías anteriores no son suficientes.

   Este psiquiatra del Gregorio Marañón quiere hacer también hincapié en la importancia de los tratamientos biológicos en los pacientes moderados a graves, en que estos puedan ser asequibles porque a día de hoy son muy caros, y la importancia de no esperar mucho tiempo para acceder a los tratamientos, el diagnóstico precoz.

   A su juicio, los pacientes deben ser tratados por especialistas de varias áreas, es decir, seguir un tratamiento multidisciplinar, al tratarse de una enfermedad sistémica, y que no sólo afecta a la piel, sino a varias esferas de la salud de la persona (reumatólogo, dermatólogo, internista, farmacia para aleccionar al paciente con los medicamentos, salud mental sobre todo con apoyo psicológico, medicina preventiva).