¿Se puede prevenir la hiperplasia benigna de próstata?

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Publicado: sábado, 11 enero 2025 8:00

   MADRID, 11 Ene. (EDIZIONES) -

   La próstata es una pequeña glándula que ayuda a producir el semen. Se encuentra justo debajo de la vejiga y a menudo aumenta de tamaño a medida que el varón envejece. Es por ello por lo que la hiperplasia prostática benigna -- o HBP -- es un problema de salud que se hace más común con la edad. También se denomina 'agrandamiento de próstata'.

   Este fenómeno, según revela en una entrevista con Europa Press Infosalus Mario Álvarez Maestro, director de Actividades Científicas de la Asociación Española de Urología (AEU), puede causar síntomas molestos, como bloquear el flujo de orina desde la vejiga; y también suele ocasionar problemas en la vejiga, en las vías urinarias, o en los riñones.

   "Los hombres con mayor riesgo son aquellos de 50 años o más, aquellos con antecedentes familiares de problemas de próstata; así como los hombres con sobrepeso, especialmente hombres con grasa abdominal", remarca.

   Con ello, este experto determina que los factores de riesgo para una próstata agrandada incluyen los siguientes:

·Envejecimiento: Una glándula prostática agrandada pocas veces genera síntomas antes de los 40 años; después de eso, comienza a aumentar la posibilidad de tener una próstata agrandada y síntomas relacionados.

   ·Antecedentes familiares: Tener un pariente consanguíneo con problemas de próstata significa que es más probable que tengas problemas con la próstata.

   ·Diabetes y enfermedades cardíacas: Los estudios muestran que la diabetes podría aumentar el riesgo de hiperplasia prostática benigna, al igual que las enfermedades cardíacas.

   ·Estilo de vida: La obesidad aumenta el riesgo de hiperplasia prostática benigna; hacer ejercicio puede ayudar a reducir el riesgo.

PRINCIPALES SÍNTOMAS DE HBP

   A su vez, el doctor Álvarez Maestro señala que "los síntomas de la hiperplasia prostática benigna suelen empeorar lentamente"; sin embargo, matiza que "a veces no cambian, e incluso mejoran con el tiempo". En concreto, cita que los síntomas frecuentes de la hiperplasia prostática benigna incluyen:

   - Necesidad de orinar frecuentemente o con urgencia.

   - Micción frecuente más por la noche.

   - Dificultad para comenzar a orinar.

   - Flujo de orina débil o que se detiene y vuelve a comenzar.

   - Goteo después de la micción.

   - No poder vaciar completamente la vejiga.

   Ahora bien, este especialista de la Asociación Española de Urología sí precisa que los síntomas menos comunes del agrandamiento prostático incluyen:

   - Infección de las vías urinarias.

   - Incapacidad para orinar.

   - Sangre en la orina.

   Otro punto a tener en cuenta, en su opinión, es que el tamaño de la próstata no siempre determina la gravedad de los síntomas: "Algunas personas con próstatas ligeramente agrandadas pueden tener síntomas importantes. Otras con próstatas muy agrandadas pueden tener problemas menores. Además, algunas personas con próstatas agrandadas no tienen ningún síntoma".

COMPLICACIONES QUE PUEDEN DERIVARSE DE LA HBP

   Por otro lado, este urólogo enumera las 5 complicaciones más habituales que suelen darse ante un caso de agrandamiento de la próstata:

   1. Incapacidad para orinar o retención urinaria: Posiblemente se requiera la colocación de una sonda en la vejiga, o 'catéter' para drenar la orina; algunas personas con agrandamiento de próstata necesitan una cirugía para aliviar los síntomas.

   2. Infecciones de las vías urinarias: La incapacidad de vaciar completamente la vejiga puede aumentar el riesgo para infección en las vías urinarias; si tienes infecciones de las vías urinarias con frecuencia, es posible que necesites una cirugía para extirpar parte de la próstata.

   3. Cálculos en la vejiga: La causa más común es la incapacidad para vaciar completamente la vejiga; los cálculos en la vejiga pueden causar enfermedades, irritación de la vejiga, sangre en la orina, y obstrucción del flujo de orina.

   4. Daño en la vejiga: Una vejiga que no se vacía por completo puede estirarse y debilitarse con el tiempo; como consecuencia, la pared muscular de la vejiga ya no se contrae adecuadamente para expulsar la orina y esto hace más difícil vaciar completamente la vejiga.

5. Daño renal: La presión en la vejiga debido a la incapacidad para orinar puede dañar los riñones o permitir que las infecciones en la vejiga lleguen a los riñones.

TRATAMIENTOS FRENTE A LA HBP

   El tratamiento para la hiperplasia prostática benigna disminuye el riesgo de tener estas complicaciones, según prosigue el doctor Mario Álvarez Maestro, director de Actividades Científicas de la Asociación Española de Urología; no obstante, precisa que la retención urinaria y el daño renal pueden atentar gravemente contra la salud.

   "No se considera que tener agrandamiento de próstata aumente el riesgo de tener cáncer de próstata. En todos los pacientes, antes de decidir el tratamiento farmacológico a utilizar, debe establecerse el riesgo de progresión de la enfermedad en función de una serie de factores indicadores de riesgo (edad superior a 50 años, gravedad moderada a severa, próstata grande, y PSA superior a1,5 ng/ml)", precisa este especialista.

   Con ello, matiza este doctor que los objetivos del tratamiento farmacológico de la Hiperplasia benigna o adenoma de próstata comprenden el alivio de los síntomas del tracto urinario inferior, la mejoría de la obstrucción del tracto de salida y del vaciamiento de la vejiga, tratando la posible inestabilidad del detrusor (músculo de la vejiga).

   "También se consideran objetivos del tratamiento la reversión de la insuficiencia renal, y la prevención de episodios futuros de hematuria macroscópica (sangrado con la orina), infección y retención urinaria", agrega.

   En este caso, dependiendo del tamaño de la próstata, dice el miembro de la AEU que deberá realizarse una cirugía laparoscópica o robótica (adenomectomía) o, siempre que sea posible, una intervención endoscópica (a través de la uretra), eliminando el tejido prostático que obstruye la uretra.

   "Dentro de las intervenciones endoscópicas existe la cirugía tradicional denominada 'resección prostática transuretral' (RTU), o bien la 'fotovaporización prostática' mediante técnicas con láser", recalca este experto.

LA OBSERVACIÓN EXPECTANTE

   Igualmente, el doctor Mario Álvarez mantiene que la llamada observación expectante sin tratamiento es una alternativa en los pacientes con síntomas leves, aunque no recomendable a largo plazo por las secuelas que pueda producir en la vía urinaria.

   "En las distintas directrices científicas se recomienda optar por la observación expectante en el caso de varones con síntomas leves, o con síntomas más severos, si estos no son molestos", resalta.

   De hecho, afirma este representante de los urólogos españoles que en estos casos puede bastar con unos consejos generales:

   ·Orinar cada 2 o 3 horas, y no dejar pasar más de 3 horas durante el día.

   ·Evitar bebidas con alcohol y cafeína, ya que aumentan la producción de orina, irritan la vejiga, y pueden empeorar los síntomas.

   ·Evitar enfriamiento: El frío aumenta la urgencia miccional y la imperiosidad, pudiendo incluso producir una retención aguda de orina.

   ·Hay que orinar en cuanto se sienta la urgencia: Si se espera, se puede afectar el músculo detrusor (músculo vesical), y producir un daño a largo plazo.

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