MADRID, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un estudio publicado este lunes en 'PLoS Neglected Tropical Diseases' muestra que mientras el virus Ébola puede persistir durante un tiempo considerable en ciertos lugares del cuerpo, normalmente se elimina de la sangre a los 16 días, lo que significa que el riesgo de infección por el contacto con un superviviente es baja.
Sin embargo, una gran excepción es la transmisión a través de las relaciones sexuales debido a la presencia del virus en el semen durante muchos meses después de que un paciente se haya recuperado. El equipo de investigación se propuso descubrir el tiempo que el virus ébola persiste en diferentes fluidos corporales humanos.
El investigador principal, el profesor Paul Hunter, de la Escuela de Medicina Norwich de la Universidad de East Anglia (UEA; en Reino Unido, explica: "El reciente brote de ébola era muy diferente a todo lo que habíamos visto antes, ya que duró más tiempo que cualquier aparición anterior de ébola y dejó tras de sí miles de sobrevivientes".
"Queríamos saber cuánto tiempo persiste el virus ébola en diferentes fluidos corporales después de que la gente se haya recuperado con el fin de evaluar la cantidad de riesgo de transmisión que los supervivientes representan para sus familias, las comunidades y los profesionales de la medicina", explica.
El equipo tamizó cerca de 6.000 artículos sobre el ébola para identificar aquellos que documentaban la presencia del virus en los fluidos corporales de sobrevivientes, como sangre, orina, semen, sudor, leche materna, heces y fluidos vaginales.
De esta forma, los investigadores encontraron que el virus estaba en la mayoría de los tipos de líquido corporal pero no en cada muestra de cada paciente sintomático. La sangre infectada parece ser el fluido corporal más infeccioso, con cargas virales observadas que eran muy elevadas.
Sólo el 5 por ciento de los pacientes lleva el virus en su sangre después de 16 días de enfermedad. La mayor cantidad de tiempo que un superviviente llevó el virus en su sangre fue de 29 días y la mayoría de los sobrevivientes pasaron de tener activa la enfermedad a la convalecencia en torno a los días 16 o 17.
EL VIRUS, ACTIVO EN EL SEMEN A LOS SIETE MESES
El 70 por ciento de las muestras de semen de los hombres sobrevivientes dieron positivo para el virus en los primeros siete meses después de la enfermedad (en los datos disponibles antes de mediados de 2015). Aparte de la sangre y el semen, la mayoría de los otros fluidos corporales representan un riesgo infeccioso bajo, pero hubo muy poca evidencia para realizar una conclusión firme en la leche materna.
El profesor Hunter señala: "Esta investigación es importante porque ha habido poca evidencia para dar una orientación definitiva sobre qué fluidos corporales son infecciosos y cuándo suponen un riesgo. Por encima de todo, esta investigación refuerza la justificación de emplear evidencia científica en lugar del miedo cuando se gestionan enfermedades infecciosas como el ébola".
"Este estudio demuestra que el virus ébola, por lo general, ya no está presente en la mayoría de los fluidos corporales después de unas semanas (aparte de en el semen), pero se ha informado ampliamente de otras complicaciones de salud posteriores, especialmente en el brote más reciente. No se encontró ningún evidencia de que el virus pueda reactivarse hasta el punto de convertirse en infeccioso para otros por contacto no sexual".
"En consecuencia, la transmisión del contacto social con un superviviente de ébola no es algo que es probable que sea un problema, incluso si esa persona está sufriendo complicaciones a largo plazo. Sin embargo, este brote reciente fue tan grande que ésta es la primera vez que ha habido un gran número de supervivientes de Ébola para análisis de este tipo y es posible que nos demos cuenta de que las secuelas son más comunes de lo que se pensaba", concluye.