MADRID, 12 Dic. (EDIZIONES) -
La diástasis abdominal es una separación excesiva de los músculos rectos abdominales del abdomen. Habitualmente, estos músculos están unidos en el centro del abdomen por la línea alba, una línea fina de tejido conectivo.
"Esta alteración de la pared abdominal deja la zona central más debilitada pudiendo aparecer asociadas hernias o protrusiones en la zona, con las complicaciones que pueden conllevar", explica en una entrevista con Europa Press Infosalus la doctora Paula Soriano, ginecóloga del Hospital Quirónsalud Murcia.
Cuenta esta experta que su aparición suele ser secundaria a enfermedades del tejido conectivo, y situaciones que provocan el aumento de la presión intraabdominal, como la actividad física intensa sobre la pared abdominal no adecuadamente realizada, la obesidad, o el embarazo. "De hecho, se considera que hasta dos tercios de las mujeres la presentan en el posparto, y un tercio de pacientes con sobrepeso u obesidad", añade.
Así, concreta esta especialista que suele ser bastante habitual la diástasis abdominal entre personas con problemas respiratorios como broncópatas, personas con cuadros frecuentes e intensos de tos, o todas aquellas situaciones en las que aumente la presión abdominal. "Todas estas situaciones pueden terminar produciendo una debilidad de la pared abdominal. Entre ellas, el embarazo es una situación muy frecuentemente relacionada con la aparición de esta patología", remarca.
¿Por qué esto es así? Explica que la modificación que se produce en la musculatura de la pared abdominal durante el embarazo, debido al crecimiento del útero, fundamentalmente en el tercer trimestre, es una causa importante para el desarrollo de una diástasis abdominal: "Se suele hacer más evidente en el postparto inmediato, y en las primeras semanas tras el parto, al disminuir drásticamente el volumen abdominal. La alimentación, el estilo de vida y el ejercicio físico tanto antes como durante el embarazo, van a influir en la aparición o no de la diástasis abdominal".
CUÁL ES SU SOLUCIÓN
En este sentido, apunta la experta que en "un porcentaje no despreciable" de mujeres puede permanecer esta diástasis, principalmente cuando no es muy evidente, ni genera alteraciones. "En la exploración postparto realizada por un especialista fisioterapeuta, se puede evidenciar el grado de separación entre los rectos, y plantear cuales el manejo más adecuado", agrega.
Es más, mantiene que en la mayor parte de los casos esta situación puede mejorar con ejercicios adaptados guiados por el especialista, pero en otras ocasiones puede ser necesario un tratamiento quirúrgico para resolver la separación de la musculatura.
CÓMO PUEDE AFECTAR A NUESTRO SUELO PÉLVICO
En este sentido, la ginecóloga de Quirónsalud Murcia mantiene que un mal funcionamiento de la pared abdominal puede tener implicaciones, por ejemplo, a nivel de suelo pélvico, con problemas como incontinencia urinaria, de prolapso de órganos pélvicos, o problemas para poder ir adecuadamente al baño: "Si imagináramos en abdomen como una caja, la cara anterior de la misma estaría formada por los músculos rectos del abdomen, y para que todo el contenido abdominal y su funcionamiento estén bien, se necesita un perfecto estado de todos los lados de esta caja".
A pesar de que lo más llamativo a simple vista puede ser el aspecto estético, según prosigue la doctora Soriano, por la debilidad evidente de la musculatura y la separación entre la misma, el problema a nivel funcional es mucho mayor. "Por ello, la importancia de detectar la diástasis abdominal y manejarla según se precise, para evitar complicaciones a medio-largo plazo mayores", subraya esta experta.
A su juicio, es igualmente muy importante tener en cuenta que el conjunto de la musculatura abdominal tiene una relación muy importante con la postura protegiendo la musculatura lumbar, dado que permite la estabilización de la columna. "Tras el embarazo, debido a esta distensión de la musculatura abdominal y a la pérdida de fuerza o contractibilidad, más aún en casos de diástasis abdominal, el impacto en la postura es muy marcado, pudiendo aparecer molestias lumbares incluso después del parto; de ahí la importancia del manejo de la diástasis y de la recuperación abdominal en estos casos", sostiene esta ginecóloga.
CONSEJOS PARA EL DÍA A DÍA SI HAY DIASTASIS ABDOMINAL
El consejo más importante y fundamental para las personas que conviven con diástasis abdominal, subraya esta experta, es la valoración de la musculatura abdominal y del suelo pélvico en el postparto por especialistas (principalmente fisioterapeutas a poder ser especializados igualmente en suelo pélvico), para la recuperación y la reeducación abdominal.
"De este modo, evitaremos complicaciones posteriores lumbares y de suelo pélvico. Se debe tomar constancia de todas aquellas situaciones que puedan debilitar la pared abdominal y el suelo pélvico y corregirlas, como es el caso de aumentos de la presión abdominal no controlados como abdominales mal realizados, ejercicios de impacto, estreñimiento, malos hábitos intestinales etc. Evitar tabaco, el alcohol, llevar una vida sana, una dieta equilibrada, y realizar ejercicio regular adaptado (como es el caso de los hipopresivos), son los puntos clave para la recuperación abdominal", agrega.
"Lo más importante es que las pacientes entiendan que la diástasis abdominal va mucho más allá del aspecto estético. No revisar nuestro abdomen y nuestro suelo pélvico tras el parto puede conllevar consecuencias en un futuro como incontinencia, prolapsos, problemas lumbares, e incluso molestias pélvicas, que pueden disminuir nuestra calidad de vida, cuando con una valoración por parte de un especialista se pueden manejar de forma adecuada y evitar todas estas complicaciones", concluye la doctora Paula Soriano, ginecóloga del Hospital Quirónsalud Murcia.