MADRID, 20 Mar. (EDIZIONES) -
Las hormonas son importantes en nuestro bienestar, por lo que conocerlas y aprender a controlarlas puede ayudarnos mucho. Todas intervienen para hacernos sentir bien y son las protagonistas de ese placer, de ese amor, o de esas risa e ilusión. Por eso debemos conocernos más internamente. Hay una parte química que funciona dentro de nosotros y que tenemos que saber gestionar.
"Las hormonas no son sólo importantes para nuestro estado de salud físico, sino también para el bienestar emocional", cuenta en una entrevista con Infosalus Ines C.Lemmel, psicóloga general sanitaria y terapeuta especializada en adicciones, que acaba de publicar 'Las hormonas de la felicidad' (Amat Editorial), y en el que pone el ejemplo de que los adictos son personas que están enganchadas a la dopamina, porque requieren ese bienestar de forma constante.
"La adicción es una enfermedad mental y en la que se busca el bienestar constante. Al final por eso se recurre a la droga. Un bienestar constante no es viable. Nos pasan cosas en la vida que, a veces, nos pueden desestabilizar, y esto nos hace personas, porque no estamos programados ni somos robots. Entonces, los adictos recurren a evadirse de esa realidad mediante el consumo para intentar estar siempre arriba. Pero esto tiene una trayectoria muy corta en los adictos porque todo lo que sube rápido también baja", explica.
LA IMPORTANCIA DEL EQUILIBRIO INTERNO
Para poder encontrar un equilibro dice que hay que trabajar esa parte interna que hay en nosotros, "la importancia del equilibrio", que pasa por la parte psicológica, emocional, cognitiva, y conductual.
"Esto nos lleva a ese equilibrio. La parte hormonal nos afecta muchísimo tanto a nivel físico como a nivel mental-psicológico, por ejemplo, en el tema de las depresiones. Un colon irritable, por ejemplo, está muy relacionado con un desajuste hormonal, o bien detrás de un problema de ansiedad puedes encontrarte con un desequilibrio hormonal, y esto conducir a una adicción concreta, a las benzodiacepinas, al alcohol, o al cannabis por ejemplo", detalla Inés C. Lemmel.
Así, defiende que un equilibrio en nuestras hormonas es fundamental para ese bienestar emocional, recuerda que no hay ninguna hormona, ni emoción negativa, por ejemplo el cortisol no es malo sino que nos ayuda a sobrevivir.
Por eso considera que tenemos que aprender a encontrar el equilibrio y el punto intermedio parando, tomando conciencia, y poniendo el foco hacia nosotros: "Es muy fácil ponerlo hacia afuera, hacia los demás, pero si no ponemos el foco hacia nosotros mismos, será complicado. Y poniendo esto en práctica no sólo en los momentos en los estamos mal, sino creando un estilo de vida que nos aporte bienestar". Y de ahí también las claves principales para activar esas hormonas de la felicidad, que más adelante detallamos.
LAS ENDORFINAS Y EL DEPORTE, EL PRIMER PASO PARA LA FELICIDAD
Para poder ponerlo en práctica, primero debemos conocer cuáles son esas hormonas de la felicidad: "La oxitocina es la hormona del amor, lo llevaríamos al ejemplo de dar abrazos, o por ejemplo cuando una mujer es madre y da lactancia materna; el tema de las endorfinas muy relacionado con el hacer deporte, ya que se segregan en ese momento; y la serotonina y la dopamina, son las hormonas principales de la felicidad como tal".
En el caso de las endorfinas, un neurotransmisor más concretamente, señala que comparten sustancias con los opioides, "uno de los mayores analgésicos", y apunta que, precisamente, es lo que producen las endorfinas en nuestro organismo, "el mismo efecto que una pastilla para calmar el dolor, tanto físico como emocional, pero sin efectos secundarios", así como una calmada sensación de bienestar, disminuyendo la ansiedad.
Dice que las endorfinas son muy fáciles de conseguir, por ejemplo, con la práctica de deporte, principal interruptor de la creación de endorfinas, y por tanto primer paso hacia la felicidad. Pero también ayuda en su producción bailar o cantar, meditar unos minutos al día, ponernos en manos de un masajista para desestresarnos, a través de la comida, concretamente del picante, o bien comiendo un poco de chocolate.
ALIMENTOS CON TRIPTÓFANO Y EVITA EL ESTRÉS
En el caso de la serotonina apunta que es un neurotransmisor que, popularmente, se ha conocido como la "auténtica hormona de la felicidad" y que también se encarga, por ejemplo, de regular nuestro apetito (decide cuando estamos saciados), controlar la temperatura corporal, o intervenir en el proceso del deseo sexual.
Recuerda que el 90% de nuestra serotonina se produce en el sistema digestivo, y reconoce que una primera forma de activarla es comiendo alimentos ricos en triptófano, como el pescado o los frutos secos, semillas, plátanos, huevos o lácteos, entre otros; tomando el sol cada día un poco, la mayor fuente de vitamina D para nuestro organismo, que a su vez forma parte del proceso de formación de serotonina; realidad alguna actividad física (correr, pasear, yoga), y más si es en torno a la naturaleza; agradeciendo lo que tenemos; evitando el estrés; duchándonos y haciendo un baño en agua fría.
LA HORMONA DEL AMOR Y DE VINCULARSE CON OTROS
Por otro lado, menciona que la oxitocina es la conocida "hormona del amor", con un papel importantísimo en la mujer y en el parto y la lactancia materna. "Cuando se intenta provocar el parto se administra esta hormona en la mujer de forma artificial para aumentar las contracciones del útero. Es la oxitocina la que ayuda también a las mamás segreguen la leche que demanda el bebé. En este caso, la succión del bebé estimula la mama y ésta manda una señal al cerebro para que comience con la producción de leche", explica, al tiempo que advierte de que los hombres también liberan oxitocina con la eyaculación.
Una de sus principales virtudes también es la de crear vínculos, así como la de anular el cortisol o hormona del estrés, que nos hace enfermar o que incluso se nos caiga el pelo o nos duela la cabeza. ¿Para tener más oxitocina? Aconseja esta psicóloga general sanitaria el abrazar a nuestros seres queridos, acariciar o pasar tiempo con nuestra mascota, hacer el amor, ser generoso, hacer vida social, y comer con moderación chocolate, principalmente.
EL PLACER INMEDIATO
Por parte de la dopamina destaca esta experta que la identifica como "la hormona del placer", un neurotransmitor que aporta el placer inmediato. "Aumenta con cualquier estímulo placentero, y como ocurre con otras hormonas reacciona muy positivamente con la actividad física. "Practicar ejercicio en un grado moderado favorece su estimulación, al igual que otras actividades placenteras como escuchar música o comer alimentos ricos en tirosina (lácteos, aguacate, arándanos, o almendras)", agrega.
Es la hormona de la satisfacción y del sistema de recompensa que se libera cuando logramos metas y objetivos y que podemos potenciar también terminando las tareas que empecemos, durmiendo 8 horas diarias, celebrando nuestros éxitos.