Los químicos en la lavanda parecen ser disruptores hormonales

Lavanda
ALESSANDRO VECCHI/WIKIMEDIA COMMONS - Archivo
Actualizado: miércoles, 21 marzo 2018 7:16

   MADRID, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Un nuevo estudio proporciona evidencia adicional de un vínculo sospechoso entre el crecimiento anormal de mamas en niños pequeños, llamado ginecomastia prepuberal, y la exposición regular al aceite de lavanda o de árbol de té, descubriendo que los químicos clave en estos aceites vegetales comunes actúan como productos químicos disruptores endocrinos. Los resultados del estudio se presentarán el lunes en ENDO 2018, la 100° reunión anual de la Sociedad Endocrina estadounidense, que se celebra en Chicago, Estados Unidos.

   La lavanda y el aceite de árbol de té se encuentran entre los llamados aceites esenciales que se han popularizado en Estados Unidos como alternativas para el tratamiento médico, la higiene personal y los productos de limpieza, y la aromaterapia. Varios productos de consumo contienen lavanda y aceite de árbol de té, incluidos algunos jabones, lociones, champús, productos para el cabello, colonia y detergentes para ropa.

   "Nuestra sociedad considera que los aceites esenciales son seguros --dice el investigador principal del estudio, J. Tyler Ramsey, investigador en el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental (NIEHS, por sus siglas en inglés), parte de los Institutos Nacionales de --. Sin embargo, poseen una cantidad diversa de productos químicos y deben usarse con precaución porque algunos de estos productos químicos son potenciales disruptores endocrinos".

Un químico disruptor endocrino es un químico en el ambiente que interfiere con las hormonas y sus acciones en el cuerpo. La ginecomastia masculina antes de la pubertad es relativamente rara, pero se ha informado que una cantidad creciente de casos coincide con la exposición tópica al aceite de lavanda y de árbol de té, y la afección desapareció después de que los niños dejaron de usar los productos que contenían aceite, apunta Ramsey.

   Investigadores del NIEHS, incluido Kenneth Korach, coinvestigador del nuevo estudio, descubrieron previamente pruebas de laboratorio de que la lavanda y el aceite de árbol de té tienen propiedades estrogénicas (similares a los estrógenos) y actividades antiandrogénicas (inhibidores de la testosterona), lo que significa que compiten u obstaculizan las hormonas que controlan las características masculinas, lo que podría afectar a la pubertad y el crecimiento.

   Bajo la dirección de Korach, Ramsey y sus colegas de NIEHS dieron un paso más. De los cientos de productos químicos que comprenden lavanda y aceite de árbol de té, seleccionaron para el análisis ocho componentes que son comunes y obligatorios para su inclusión en los aceites. Cuatro de los químicos probados aparecen en ambos aceites: eucaliptol, 4-terpineol, dipenteno/limoneno y alfa-terpineol.

   Los otros estaban en cualquiera de los dos aceites: acetato de linalilo, linalool, alfa-terpineno y gamma-terpineno. Mediante el uso de experimentos in vitro o de tubos de ensayo, los científicos aplicaron estos productos químicos a las células cancerosas humanas para medir los cambios dirigidos a los genes receptores de estrógenos y receptores de andrógenos y la actividad transcripcional.

QUÍMICOS PRESENTES EN MÁS DE 65 ACEITES ESENCIALES

   Los ocho químicos mostraron propiedades estrogénicas y/o antiandrogénicas variables, con algunos exhibiendo actividad alta o poca o ninguna, informan los investigadores. Ramsey dice que estos cambios eran consistentes con condiciones hormonales endógenas o corporales que estimulan la ginecomastia en niños prepúberes. "El aceite de lavanda y el aceite de árbol de té plantean posibles problemas de salud ambiental y deberían investigarse más a fondo", dijo.

   Otra preocupación, según Ramsey, es que muchos de los químicos que estudiaron aparecen en al menos otros 65 aceites esenciales. Los aceites esenciales están disponibles sin receta y no están regulados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés). Por lo tanto, el público debe conocer estos hallazgos y considerar toda la evidencia antes de decidir usar aceites esenciales. La División de Investigación Intramural de NIEHS financió este estudio mediante su apoyo a Korach.

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