SEVILLA, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
Expertos de Quirónsalud Sagrado Corazón apuntan que el ejercicio aeróbico supone el 40% de la pérdida de peso tras el verano. Animan a practicar estos ejercicios de intensidad moderada, entre tres y cinco veces por semana durante un tiempo de 45 minutos que, unido a una dieta equilibrada, facilitan la pérdida de peso ganado durante las vacaciones.
Felipe del Valle, coordinador del área de nutrición del Centro de Excelencia para el Tratamiento de la Obesidad del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón, apunta que la falta de actividad física, unido al incremento de la ingesta y de bebidas en este periodo estival, contribuyen a ganar peso. Con la vuelta a la rutina, "no debemos tener prisa en perder estos kilos, debemos empezar de forma gradual y progresiva", ha destacado el centro sanitario en una nota de prensa.
Del Valle señala que "la vuelta a la rutina y al orden nos ayudan a recuperar el peso normal, pero hay que acompañarlo de ejercicio físico aeróbico a baja intensidad durante 40-45 minutos entre tres y cinco veces por semana. Esto último supone el 40% del éxito en cuanto a la pérdida de peso se refiere". Del Valle propone como claves mantener un horario fijo en las comidas, "y cumplirlo". Apunta que es "preferible cocinar de antemano" para evitar la "improvisación".
En cuanto al alcohol y las bebidas azucaradas deben "desaparecer" de la dieta, así como evitar los zumos, siendo preferible consumir la fruta entera. De este modo, el agua debe ser la bebida de elección, aunque "de manera ocasional", el nutricionista da "margen" para una gaseosa, cerveza sin alcohol y refrescos light o zero. Como "trucos", Del Valle recomienda realizar cinco comidas al día, con "pequeñas ingestas" para reducir el "apetito" en las comidas principales.
Del Valle recuerda ajustar la cantidad de carbohidrato a la actividad diaria y elegir para la cena alimentos ricos en proteínas, como carnes magras, pescados y huevos. Por último, el especialista en nutrición recomienda cocinar con técnicas sencillas que requieran poca grasa --plancha, horno, microondas, papillote-- para evitar así el consumo de fritos y rebozados.