MADRID 8 Ago. (EUROPA PRESS) -
La radiología favorece una rápida detección de las enfermedades que presentan los migrantes que viajan en patera, según destaca el artículo 'La enfermedad de los migrantes que viajan en patera documentada en imagen', realizado por varias miembros de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) y cuyos resultados se han publicado en la revista 'Radiología'.
Ante el aumento del fenómeno migratorio a nivel mundial y la crisis migratoria desde África hacia Canarias que vive España, desde el Complejo Hospitalario de Nuestra Señora de Candelaria en Santa Cruz de Tenerife se ha desarrollado este trabajo con el objetivo de revisar las enfermedades más frecuentes que presentan los pacientes migrantes tras realizar largos viajes en patera a través de imágenes radiológicas obtenidas en el propio centro.
Por protocolo, la primera prueba de imagen a realizar es una radiografía de mano para determinar la edad ósea del paciente. La tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) son las pruebas diagnósticas de elección en el caso de que el paciente precise ingreso, por su mayor sensibilidad para la detección de las afectaciones más frecuentes.
"Los migrantes que viajan en patera presentan diferentes enfermedades torácicas, abdominales, neurológicas, vasculares, así como infecciosas en miembros superiores e inferiores", ha señalado la coautora del artículo y miembro de la SERAM Cristina Linares, quien ha argumentado que muchas de ellas se pueden explicar por las alteraciones fisiopatológicas que experimentan y cuando se conoce en qué condiciones realizan el viaje.
A lo largo del artículo explican cada una de las entidades que han ido encontrando a lo largo de los últimos meses de recogida de casos. Respecto a las enfermedades torácicas, las autoras han hecho hincapié en las infecciosas, como la tuberculosis y la neumonía, por la baja tasa de vacunación en su lugar de origen, en el neumomediastino espontáneo y en el enfisema subcutáneo. La deshidratación condiciona la hipernatremia, con náuseas y vómitos que condicionan el efecto Macklin confirmado por TC.
"Estos hallazgos se describen en el 89 por ciento de los pacientes con neumomediastino espontáneo", ha puntualizado la coautora del estudio y miembro de la SERAM Sonia Benítez. Por lo tanto, ha proseguido, "es importante conocer la fisiopatología de esta causa frecuente de neumomediastino con el fin de no confundirla con otras como la rotura esofágica o traqueal y evitar realizar intervenciones diagnósticas y terapéuticas innecesarias".
En ocasiones, se pueden encontrar migrantes que han sufrido ahogamiento y en esos casos se puede encontrar desde una TC torácico normal hasta un edema pulmonar generalizado.
Entre las posibles enfermedades abdominales se centran en el neumoperitoneo que ha podido producirse por perforación de víscera hueca por una úlcera persistente, extensión del neumomediastino secundario a perforación esofágica por vómitos o perforación espontánea secundaria a infección por el Vibrio parahaemolyticus presente en el mar.
Además, la situación de 'shock' y deshidratación en la que se encuentran estos pacientes conlleva alteraciones vasculares como hipoperfusión de órganos y trombosis venosa profunda.
En el caso de las enfermedades neurológicas, de nuevo la deshidratación y la hipernatremia secundaria pueden conducir a un síndrome de desmielinización osmótica, llegando incluso a sufrir cuadros encefalopáticos con alucinaciones. En estos casos, la RM es la prueba diagnóstica de elección por su mayor sensibilidad para la detección de las lesiones típicas.
Dentro de las infecciones en miembros superiores e inferiores han destacado el pie y mano de patera, que consiste en un proceso infeccioso cutáneo. "Recientemente, se ha descrito en migrantes una entidad llamada celulitis necrosante estéril que consiste en edema masivo en las extremidades que asocia necrosis del tejido celular subcutáneo y de la piel, sin afectación muscular y de etiología no infecciosa. Se postula como posible causa un cuadro inflamatorio secundario al efecto osmótico que condiciona la ingesta de agua de mar y/o la reposición agresiva de fluidos en los centros hospitalarios", ha explicado la coautora Luisa Nieto.