MADRID, 12 Abr. (EDIZIONES) -
La población general sabe y debe saber que los gérmenes están entre nosotros y que no hay motivo para vivir permanentemente asustado o alarmado. No obstante, y según la estación, son más comunes unas enfermedades que otras. Por ejemplo, durante el invierno tenemos más gripe, en verano prácticamente inexistente, donde abundan más las otitis y las diarreas, por ejemplo. ¿Por qué esto es así?
"Cada estación tiene su climatología particular y en cada una de ellas llevamos un estilo de vida diferente. En verano, por ejemplo, son muy habituales las diarreas y las otitis (por la piscina, sobre todo), mientras que en primavera las alergias ambientales son cada vez más comunes", remarcan desde Sanitas.
En otoño, según añade, vuelven los resfriados y la gripe. Los virus afirma que han estado quietos durante el verano, y en otoño las temperaturas empiezan a descender, aunque no de forma abrupta.
"Durante el día puede que haga calor, mientras que por la noche frío, por lo que podemos pasar bastante tiempo en la calle, a la vez que podemos cerrar las ventanas de casa para protegernos del frío durante más tiempo, de forma que el aire circulará menos y podremos contagiarnos con más facilidad. Además, los cambios bruscos de temperatura típicos del otoño favorecen a su vez que el riesgo de contagio aumente", agrega.
La gripe es típica del otoño y del invierno. Por eso, aquellas personas que se encuentren entre los grupos de riesgo deben vacunarse. También en otoño son frecuentes las alergias a los ácaros, época en la que se produce un repunte entre sus colonias ya que ventilamos menos, así como a la humedad y al moho, que también afectan a las personas asmáticas.
"Los virus más contagiosos como el de la gripe y el resfriado se propagan suspendidos en el aire que expiramos o respiramos. Sobre todo se encuentran en las gotas en suspensión que emitimos cuando estornudamos", subraya en una entrevista con Infosalus, el doctor Pedro Antonio Reche, del departamento de Inmunología de la Universidad Complutense de Madrid.
El experto explica que en invierno permanecemos más tiempo encerrados en proximidad con otras personas, por lo que la probabilidad de contagiarse es mucho mayor. Por eso, afirma que la infección más común con diferencia es la que provoca el rinovirus humano, virus que causa el resfriado común.
"El virus de la gripe, 'Influenza', también es común pero mucho menos que el rinovirus, y la patología es mucho más severa. Muchas veces confundimos un resfriado un poco más severo de lo normal con una gripe. Quien ha pasado una gripe sabe la diferencia: temperatura alta, dolores musculares etc. Hay también otros virus que son frecuentes, como el virus sincitial respiratorio, muy frecuentes también a finales de otoño y a principios de primavera", remarca el experto de la Universidad Complutense de Madrid.
Aquí, la Academia Americana de Pediatría señala que típicamente el virus sincital respiratorio o VSR causa un resfriado que puede ir seguido de bronquiolitis o neumonía. Los síntomas suelen durar de promedio una semana, y son los bebés los que corren un mayor riesgo de contraer una infección grave por este virus.
Con la llegada de la primavera, el doctor Reche subraya que descienden las infecciones con el aumento de las temperaturas y, al pasar más tiempo en la calle y no en lugares cerrados, donde es más fácil la propagación de virus, son otras las enfermedades más prevalentes.
"En primavera pasamos más tiempo en lugares abiertos, las casas están más aireadas y con temperaturas altas el virus es menos viable", subraya, al mismo tiempo que recuerda la prevalencia de la alergia en polen en esta estación.
La Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología remarca en este sentido que durante esta estación están en el aire miles de millones de diminutos pólenes que desencadenan síntomas de alergia en millones de personas. Esta afección se llama 'rinitis alérgica estacional'.
EL RESFRIADO COMÚN: TODO EL AÑO PRESENTE
Además, el doctor Reche asegura que el virus del resfriado es el más común durante todo el año, si bien reconoce que es mucho más fácil cogerlo en invierno. "Las bacterias en cambio ya sabemos que en verano tienen su oportunidad. En verano las enfermedades víricas son menos frecuentes también. No es época de resfriados ni de gripes", agrega el doctor Reche.
Así, las enfermedades más frecuentes en verano, como consecuencia de bacterias, son la salmonela, la infección por e-Coli, y por estreptococo, menciona este experto. "En verano las enfermedades víricas son menos frecuentes también. No es época de resfriados ni de gripes. En verano es posible coger gastroenteritis que no son de etiología vírica, y sí bacteriana", mantiene el especialista.
Finalmente, este profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid reseña que la mejor forma de evitar el contagio de infecciones víricas es mediante el lavado de manos, así como el mantener una distancia prudente con el prójimo, como de unos dos metros, así como el taparse la boca, sobre todo el estornudar, además de airear y desinfectar las casas, donde asegura que la lejía "va fenomenal".