MADRID, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
Una nueva investigación parece sustentar en cierto modo el viejo aforismo de que los cambios en el tiempo afectan a los dolore al comprobar, en algunas pruebas sensoriales cuantitativas estándar, que factores relacionados con el clima sí afectan a la tolerancia al dolor, según publican en la revista 'PAIN', la publicación oficial de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP).
"Aunque son observacionales, estos resultados sugieren que el tiempo tiene un efecto causal, no lineal y dinámico sobre la tolerancia al dolor", según la nueva investigación, dirigida por Erlend Hoftun Farbu, estudiante de doctorado de la Universidad Ártica de Noruega (UiT). Pero aún no está claro si la relación entre el clima y el dolor implica factores fisiológicos o psicológicos, o una combinación de factores.
El estudio incluyó a los participantes en el Estudio Tromso, un estudio en curso sobre la salud de los habitantes de esa ciudad del norte de Noruega, situada al norte del Círculo Polar Ártico. Unos 19.500 participantes, con una edad media de 57 años, fueron evaluados en dos pruebas sensoriales cuantitativas, muy utilizadas en los estudios de investigación. La prueba de tolerancia al dolor por presión (TDP) midió la capacidad de los sujetos para tolerar el dolor producido por una presión cada vez mayor aplicada en la parte inferior de la pierna. La prueba de tolerancia al dolor por frío (TDF) midió el tiempo que podían tolerar la inmersión de la mano en agua fría.
Los resultados de las pruebas de tolerancia al dolor se analizaron en relación con los datos sobre las condiciones meteorológicas: temperatura, presión barométrica, precipitaciones, humedad relativa y velocidad del viento. Se evaluaron las asociaciones entre la tolerancia al dolor y los factores meteorológicos, así como las variaciones estacionales o a corto plazo.
En general, los resultados del TDP no mostraron variaciones estacionales significativas y no estaban fuertemente relacionados con las variables meteorológicas cuando se consideraba todo el periodo de estudio. Sin embargo, las correlaciones variaron en función del periodo de tiempo estudiado. Los datos sugerían una "variación no aleatoria a corto plazo" en los resultados de la TDP: el marco temporal de las variaciones a corto plazo de la TDP reflejaba el marco temporal del tiempo. Además, la temperatura y la presión barométrica predijeron los valores futuros de la TDP.
Por el contrario, los resultados del TDF mostraron una clara variación estacional: los sujetos eran capaces de tolerar el dolor inducido por el frío durante más tiempo en las épocas más frías del año. La tolerancia al dolor causado por el frío también varió en función de las variables meteorológicas. "Esto encaja perfectamente con las investigaciones sobre la adaptación al frío --señala Farbu--. A medida que uno se acostumbra al frío, puede ser capaz de tolerar más frío".
Y añade que "la temperatura y la presión barométrica parecen estar más fuertemente relacionadas con la TDF y la TDP, y predicen la TDP futura. Sin embargo, en el efecto de la temperatura probablemente influyan la humedad y el viento, ya que podrían alterar la pérdida de calor".
Muchas personas, especialmente las que padecen dolor crónico, creen que el tiempo o los factores relacionados con el clima pueden causar o agravar los episodios de dolor. Mientras que algunos estudios han apoyado las asociaciones entre el clima y el dolor, otros han llegado a resultados contradictorios.
"Si estamos en lo cierto en cuanto a que la relación es dinámica y no lineal, podría explicar perfectamente por qué muchos estudios encuentran efectos pequeños y resultados contradictorios --comenta Farbu--. Si un efecto es cambiante a lo largo del tiempo y lo promedias a lo largo del tiempo, puede que acabes sin efecto".
Los hallazgos, especialmente para la TPC, "deberían tenerse en cuenta a la hora de planificar futuros estudios sobre la tolerancia al dolor", escriben los investigadores. Analizan algunas formas en las que el tiempo podría afectar a la tolerancia al dolor. Una posible explicación son los "mecanismos centrales", en los que las variables relacionadas con el tiempo afectan a partes del cerebro implicadas en el procesamiento del dolor. Otra posibilidad es que el tiempo afecte al estado mental de las personas -como en la depresión estacional, por ejemplo-, lo que podría afectar a su capacidad para soportar el dolor.
"En resumen, es poco probable que un único mecanismo pueda explicar las variaciones en la tolerancia al dolor observadas --concluyen los autores--. Es más probable que sea el resultado neto de muchos mecanismos, posiblemente antagónicos".