MADRID 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Sueño (SES), con motivo del Día Mundial de la Diabetes, quiere reivindicar la importancia de incluir la educación en higiene de sueño en las estrategias de prevención de esta patología, ya que "la evidencia científica demuestra que mejorar el descanso de los españoles podría ser una herramienta poderosa para reducir el riesgo de diabetes".
La coordinadora del grupo de trabajo de Cronobiología de la SES, María José Martínez Madrid, explica que la evidencia científica ha demostrado una doble relación del sueño con la diabetes. Por un lado, diversos estudios han sugerido que un sueño insuficiente, tanto en duración como en calidad, incrementa la resistencia a la insulina, lo cual favorece el desarrollo de la diabetes tipo 2.
Mientras que, por otro lado, investigaciones lideradas desde el Laboratorio de Cronobiología de la Universidad de Murcia, han demostrado que la privación de sueño altera los ritmos circadianos, afectando tanto el metabolismo de la glucosa como al apetito y la regulación hormonal.
"Los mecanismos detrás de la relación entre la falta de sueño y la diabetes son complejos y multifactoriales. Uno de los aspectos clave es la alteración en la secreción de insulina y la sensibilidad de las células a esta hormona. Estudios han mostrado que la privación de sueño disminuye la sensibilidad a la insulina y aumenta la liberación de hormonas del estrés, como el cortisol, lo que promueve la hiperglucemia y, en última instancia, puede contribuir al desarrollo de la diabetes", argumenta la experta.
Del mismo modo, Martínez Madrid señala que la falta de sueño tiene un impacto directo sobre los ritmos circadianos y la secreción de melatonina, una hormona clave en la regulación de los ciclos de sueño y alimentación. "Esta desincronización circadiana aumenta la predisposición a desarrollar resistencia a la insulina y a tener niveles elevados de glucosa en sangre", sostiene.
Por último, la experta concluye asegurando que "cuando el reloj interno de una persona está desfasado respecto a sus horarios sociales y laborales, esto genera una discordancia entre las señales internas y externas, lo que impacta en la regulación hormonal y el metabolismo, y en última instancia incrementa el riesgo de enfermedades como la diabetes".