MADRID, 19 Ago. (EDIZIONES) -
La retina es el tejido sensible a la luz que recubre la parte posterior del ojo. La luz captada por la retina es transmitida al cerebro que lo interpreta como una imagen. Dentro del ojo también tenemos un gel transparente llamado humor vítreo que rellena la cavidad ocular.
"El desprendimiento de retina se produce cuando el gel vítreo se colapsa o encoge y tracciona de la retina, ocasionando un desgarro o rotura en la misma. El líquido de la cavidad vítrea se filtra a través del desgarro levantando la retina y separándola de la parte posterior del ojo. La retina desprendida no funciona correctamente y la visión se vuelve borrosa. Se trata de una afección muy grave que, sin el tratamiento apropiado, puede acabar en ceguera", advierte en una entrevista con Infosalus Amparo Toro, del Servicio de Oftalmología del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla.
Esta afección, según detalla la especialista, afecta a 1 de cada 10.000 habitantes al año. Sin embargo, advierte de que no afecta por igual a toda la población y encontramos colectivos de mayor riesgo.
Éste sería el caso de las personas con alta miopía (más de 6 dioptrías), aquellas con historia de cirugía de catarata, o bien de las que han sufrido un traumatismo ocular o tienen antecedentes familiares de desprendimiento de retina.
Con ello, la oftalmóloga detalla que los síntomas son fundamentalmente visuales, ya que el desprendimiento no es una patología dolorosa: "La aparición o aumento repentino de manchas o de puntos negros en la visión (miodesopsias), los destellos luminosos (fotopsias), y sobre todo la aparición de una sombra que va aumentando en el campo visual, como una cortina negra, hacen obligada la visita al oftalmólogo sin demora alguna".
Así, la doctora Toro ve fundamental un tratamiento quirúrgico precoz y realizado por un cirujano experto en la materia. Según defiende, un diagnóstico precoz y una cirugía apropiada realizada por un experto resultan "imprescindibles" para que la retina pueda reaplicarse recuperando su funcionamiento normal.
"No es una emergencia vital pero sí una patología que requiere cirugía con carácter urgente o preferente. Cuando el cuadro se detecta en fases muy incipientes, y sólo encontramos el desgarro, pero la retina aún no está desprendida, podemos resolver el problema en la propia consulta. El oftalmólogo sellará la retina mediante fotocoagulación láser o crioterapia (tratamiento con frío)", explica la especialista de Quirónsalud Infanta Luisa.
EL ÉXITO DE LA MICROCIRUGÍA
Por otro lado, y cuando el desprendimiento está completamente establecido indica que existen técnicas de microcirugía con una excelente tasa de éxito, del 85% con una primera intervención y del 98-99% con más de un procedimiento. "En la mayor parte de los casos, la cirugía permite recuperar parcial o totalmente la visión. Para ello, es importante que el desprendimiento no haya afectado a la mácula (parte de la retina responsable de la visión fina) o que ésta haya estado desprendida el menor tiempo posible", añade.
En concreto, la oftalmóloga explica que la cirugía del desprendimiento de retina consiste en reaplicar o recolocar la retina en su sitio, sellar el desgarro con láser, y mantener la retina en esa posición hasta que se pueda quedar así de forma natural.
"Existen distintas técnicas. La retinopexia neumática es una técnica muy simple que consiste en inyectar una burbuja de gas en la cavidad vítrea, combinándola con láser o crioterapia. Desafortunadamente la inmensa mayoría de las veces harán falta técnicas más complejas como la cirugía escleral o la vitrectomía", subraya.
Según detalla Toro, la cirugía escleral consiste en colocar un cerclaje o cinturón de silicona alrededor del ojo para relajar la tracción en la retina y soldar el desgarro con crioterapia. Sin embargo, la técnica con más difusión hoy en día es la vitrectomía.
"Con ella conseguimos acceder a la retina a través de tres o cuatro microincisiones en la pared del globo, extraemos el gel vítreo que está traccionando la retina y sellamos o soldamos el desgarro mediante la fotocoagulación láser. Finalmente introducimos en la cavidad vítrea un producto para mantener fija la retina de forma transitoria o definitiva que puede ser gas o aceite de silicona", explica la especialista de Quirónsalud.
¿SE PUEDE PREVENIR?
A juicio de la oftalmóloga es esencial que la población de riesgo, en particular los que sufren alta miopía, realicen revisiones periódicas completas al menos una vez al año para poder prevenir los desprendimientos de retina.
En el examen del fondo de ojo con las pupilas dilatadas el oftalmólogo podrá diagnosticar ciertas lesiones retinianas predisponentes que convenga tratar de forma preventiva, según avanza. "Indudablemente cualquier paciente debería estar atento a la aparición de los llamados 'síntomas de alarma' descritos con anterioridad (moscas volantes, destellos, telón o cortina negra) y consultar sin demora con un especialista", sentencia la experta del Servicio de Oftalmología del Hospital Quironsalud Infanta Luisa de Sevilla.