MADRID, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los fisioterapeutas han alertado sobre la relación de dolores de cabeza y cuello con problemas en la mandíbula y, por ello, han trabajado en la difusión de aplicaciones menos conocidas de la Fisioterapia como el tratamiento de alteraciones orofaciales o temporomandibulares, que son las que pueden traducirse en síntomas dolorosos asociados en cabeza, cuello, oído, ojos, entre otros. Con motivo de ello, los colegios de fisioterapeutas de Madrid, Cataluña, País Vasco, Navarra y Galicia han dedicado su videoconsejo de enero a dichas alteraciones dentro su campaña '12 meses, 12 consejos de salud'.
El secretario general del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Madrid (CPFCM), José Santos, destaca que "la articulación temporomandibular o ATM es un engranaje fundamental para la movilidad de la mandíbula ya que nos permite poder masticar los alimentos y hablar". Además, Santos explica que "sus alteraciones dan lugar a disfunciones entre las que encontramos la limitación y desviación de la apertura de la boca, la limitación de la lateralidad y los ruidos intra-articulares, que afectan al conjunto funcional del habla, la masticación y la deglución".
De hecho, el 80 por ciento de los pacientes que acuden a una consulta de fisioterapia lo hace por dolores de los que desconoce la causa cuando esta podría estar relacionada con las alteraciones orofaciales (de boca y mandíbula), según datos del CPFCM.
La fisioterapia es un gran aliado para tratar esta patología a partir de la reeducación postural (cómo nos sentamos para comer o estudiar) y la corrección del bruxismo y hábitos como morderse las uñas. Además, se suman a estas prácticas los consejos educativos y el tratamiento de la articulación con técnicas manuales, láser o ejercicios.
FACTORES BIOLÓGICOS Y SOCIALES
Así, el secretario general del CPFM también señala que "el origen de los dolores orofaciales, de determinadas cefaleas y de los dolores cervicales, puede estar asociado a factores biológicos (cambios hormonales, antecedentes genéticos), psicológicos (estrés, ansiedad), y sociales (déficit alimentario).
"Según las últimas investigaciones científicas, estas dolencias pueden también estar relacionadas con patologías digestivas, como el colon irritable o la gastritis, con intolerancias alimentarias o con la nutrición deficitaria (carencia de vitaminas o minerales)", concluye.