MADRID, 7 Ago. (EDIZIONES) -
No, las reservas de vitamina D que adquirimos en nuestra exposición solar durante el verano no nos sirven para el invierno, y la vitamina D es imprescindible para nuestra salud; especialmente para la salud de nuestros huesos.
Según nos explica en una entrevista con Europa Press Infosalus el doctor Camilo Silva Froján, especialista en Endocrinología y Nutrición del Departamento de Endocrinología y Nutrición de la Clínica Universidad de Navarra, "la vitamina D, en su forma de calcifediol, tiene una vida media de dos a tres semanas y la totalidad de una dosis de calcifediol se eliminaría por completo en unos dos meses".
Es decir, según precisa, "es más razonable una provisión continuada de vitamina D a lo largo del año que una 'sobredosis' estival", sobre todo si se procurase mediante una sobreexposición a la luz solar que conlleve un mayor riesgo de cáncer cutáneo. "Debe añadirse que la exposición solar no se asocia con toxicidad por hipervitaminosis D", apunta este experto.
CÓMO SE ACUMULA Y POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE
Así, señala este especialista que la vitamina D se acumula en el cuerpo al depositarse en el tejido adiposo o en el hígado. No obstante, sí advierte de que, aunque el depósito de vitamina D en el tejido adiposo es significativo, especialmente en personas que presentan una elevada masa grasa, su liberación parece estar muy limitada, "por lo que más que de un depósito deberíamos hablar de un 'secuestro'".
Este endocrinólogo recuerda que, fundamentalmente, la vitamina D mejora la absorción del calcio y del fósforo, por lo que un déficit severo se ha asociado clásicamente con dos cuadros clínicos: raquitismo en niños, y la osteomalacia en los adultos. "Las deficiencias no severas se asocian con un mayor riesgo de osteoporosis. En personas mayores es importante en la prevención de la osteomalacia, y sobre todo de la osteoporosis, una patología muy prevalente en ese grupo de edad", mantiene el doctor Silva Froján.
Aunque no todos los estudios concluyen los mismo, el déficit de vitamina D parece asociarse con un aumento de la mortalidad por cualquier causa y la suplementación con vitamina D parece mejorar la esperanza de vida, reconoce este endocrinólogo.
Es más, aprecia que, en la actualidad, la vitamina D representa un área de interés para la investigación médica, por su papel en la regulación del sistema inmunitario o del metabolismo, sus propiedades antiinflamatorias, y por sus beneficios en el mantenimiento de la masa muscular (tratamiento de la sarcopenia).
Los beneficios más claros de la suplementación con vitamina D pueden resumirse en los siguientes, tal y como destaca el especialista de la Clínica Universidad de Navarra:
·Prevención del raquitismo y posiblemente infecciones respiratorias en niños y jóvenes de 1 a 18 años.
·Posible disminución de la mortalidad en mayores de 75 años.
·Durante el embarazo podría disminuir el riesgo de preeclampsia o la mortalidad intrauterina, entre otros.
·En los pacientes con prediabetes podría disminuir el riesgo de progresión a diabetes.
CÓMO PODEMOS OBTENERLA DE LA MEJOR MANERA
La vitamina D, de forma natural, proviene de la ingesta de alimentos, y sobre todo de la síntesis cutánea mediante la exposición al sol, indica este especialista en Endocrinología y Nutrición del Departamento de Endocrinología y Nutrición de la Clínica Universidad de Navarra. En los alimentos dice que la encontramos en pescados, sobre todo en los grasos (salmón, trucha, atún, por ejemplo), y en los alimentos fortificados (por ejemplo, leche, o cereales con vitamina D).
La suplementación con vitamina D, tal y como afirma, se hace habitualmente con suplementos orales, aunque de forma extraordinaria se puede administrar por vía parenteral: "De no existir circunstancias que lo impidan, los suplementos orales de vitamina D se absorben satisfactoriamente y, con una adecuada supervisión médica, se pueden conseguir unos valores óptimos". Debido al riesgo de cáncer cutáneo, eso sí, precisa el doctor Silva que no está justificada la sobreexposición solar como forma de conseguir niveles adecuados de vitamina D.
CÓMO TOMAR EL SOL PARA PRODUCIR VITAMINA D
Sobre la cantidad recomendada de exposición solar para una adecuada producción de vitamina D, este experto alerta de que depende de numerosos factores a tener en cuenta: "Todo depende de la estación del año, de la latitud en la que se encuentre la persona, pero también de la hora del día, del uso de protector solar, de la edad del paciente, y de su tonalidad de piel; así como de la ropa o de otros posibles factores que puedan afectar a la penetración de la luz UVB como la nubosidad, la contaminación, o la capa de ozono".
En general, sostiene el doctor Camilo Silva, de diez a quince minutos de exposición de algunas partes del cuerpo son suficientes para conseguir una adecuada síntesis de vitamina D, pero también se puede obtener de la dieta, con los alimentos antes citados.
"Algunas situaciones dificultan la obtención de vitamina D, como la disminución de la síntesis cutánea por el envejecimiento de la piel o por una piel más oscura, la baja exposición al sol o exposición protegida (filtros solares, ropa, etc.), así como la baja ingesta dietética", agrega el especialista en Endocrinología y Nutrición del Departamento de Endocrinología y Nutrición de la Clínica Universidad de Navarra.
CUIDADO CON LA TOMA DE ALGUNOS MEDICAMENTOS
Además, sí subraya que algunos medicamentos interfieren en la absorción de la vitamina D: inhibidores de la bomba de protones, antiH2, anticonvulsivantes; y, en general, aquellos con conlleven una peor absorción por parte del sistema digestivo.
"La absorción de vitamina D puede estar limitada con algunos procedimientos quirúrgicos como la cirugía bariátrica o, en general, las cirugías de algunos tramos del aparato digestivo. Está dificultad de absorción también se observa en enfermedades biliares o pancreáticas", resalta.
En última instancia, este especialista apunta que la intoxicación por vitamina D se produce habitualmente por un exceso de aporte mediante suplementos orales o parenterales y, cuando es grave, suele cursar con hipercalcemia (niveles de calcio superiores a lo habitual). Además, recuerda que el tratamiento con vitamina D puede agravar una hipercalcemia por otra causa preexistente (por ejemplo un hiperparatiroidismo primario).