MADRID 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
Uno de los mayores estudios internacionales desarrollados hasta la fecha sobre aneurismas coronarios revela el grave impacto que tiene esta afección a medio plazo en las personas que la padecen, quienes presentaron en la mayoría de casos analizados una enfermedad aterosclerótica agresiva, así como una mortalidad del 22 por ciento y una incidencia del 37 por ciento de eventos cardiovasculares adversos mayores después de un seguimiento de 45 meses.
El estudio, publicado en 'JACC: Cardiovascular Interventions', ha estado liderado por investigadores españoles, con el apoyo de la Fundación Interhospitalaria para la Investigación Cardiovascular (FIC), y ha recopilado datos de más de 1.700 pacientes tratados en 33 hospitales de nueve países de América y Europa entre 2002 y 2022 para el Registro de Aneurismas Coronarios (CAAR, por sus siglas en inglés).
El 78,6 por ciento de los afectados por estas dilaciones focales en las arterias coronarias son hombre con una media de edad de 66 años y un perfil cardiovacular significativo, pues el 72,1 por ciento de ellos tiene hipertensión, el 59,9 por ciento sufre dislipidemia, el 26,5 por ciento tiene diabetes mellitus y el 42,6 por ciento es fumador.
"Vimos que los pacientes presentaban una enfermedad aterosclerótica agresiva, lo que apunta a la necesidad de trabajar en prevención cardiovascular", ha afirmado el jefe del Servicio de Cardiología del Hospital de Torrejón (Madrid) e investigador principal del estudio, Iván Núñez-Gil, quien ha añadido que las patologías inflamatorias subyacentes, como la enfermedad de Kawasaki, son muy poco frecuentes en esta población.
Además, el estudio identifica que la edad avanzada, la diabetes, la insuficiencia renal, la disfunción ventricular y la gravedad de la enfermedad coronaria obstructiva son factores que predicen un peor pronóstico para los pacientes con aneurismas, pero a la vez constituyen una ayuda para que los profesionales detecten quienes son los que más podrían beneficiarse de una atención específica.
El análisis del registro muestra que el 68,5 por ciento de los pacientes fueron tratados con algún tipo de revascularización, siendo la intervención coronaria percutánea la más común (50,7%). Además, el 65,6 por ciento de los pacientes fueron dados de alta con terapia dual antiplaquetaria. Un hallazgo relevante fue la baja incidencia de roturas espontáneas de aneurismas, un aspecto que cambia el foco hacia el manejo de los factores de riesgo y la prevención de complicaciones trombóticas.
Para Núñez-Gil el abordaje de esta dolencia debe girar en torno a estrategias de prevención secundaria, además de estudiar el tratamiento antitrombótico más adecuado en cada caso. En este punto, ha señalado que podría ser necesario prolongar la terapia antitrombótica estándar en ciertos casos.
El cardiólogo ha destacado el avance notable en el conocimiento y difusión del aneurisma coronario que se ha producido entre los profesionales desde que comenzaron a hacer el registro hace 20 años, cuando este término ni siquiera aparecía en las guías de práctica clínica sobre enfermedad coronaria. Precisamente esta falta de información inicial explicaría el éxito del proyecto, según Núñez-Gil.
El investigador también ha destacado que la capacidad de "networking y sinergias entre equipos médicos muy alejados geográficamente entre sí" gracias al uso de las nuevas tecnologías ha facilitado el trabajo en red y la suma de experiencias desde distintos puntos.