Revisión cuestiona la consistencia y evidencia en el uso de pruebas genómicas para el cáncer de próstata localizado

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Publicado: jueves, 23 enero 2025 7:15

   MADRID, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Una revisión sistemática de estudios realizada por del Moffitt Cancer Center (Estados Unidos) concluye que, si bien las pruebas de clasificación genómica (GC) pueden influir en las clasificaciones de riesgo o las decisiones de tratamiento para pacientes con cáncer de próstata localizado (PCa), existe la necesidad de contar con mejores datos sobre su relación costo-efectividad, utilidad clínica y su impacto en los grupos raciales y étnicos, en particular los hombres negros.

    El cáncer de próstata es el cáncer más común entre los hombres, con casos que varían desde apenas perceptibles hasta los altamente agresivos que requieren un tratamiento serio. Determinar quién necesita qué tipo de tratamiento sigue siendo un desafío importante. Tradicionalmente, los médicos confían en herramientas como las pautas de NCCN, que evalúan el estadio del tumor, los niveles de PSA y los grados de Gleason. Sin embargo, estas herramientas no son perfectas y, a veces, pueden conducir a un tratamiento excesivo o insuficiente.

    Pruebas como Decipher de Veracyte, Prolaris de Myriad Genetics y Oncotype DX Genomic Prostate Score (GPS) de MDx ofrecen una instantánea genética de la agresividad del tumor, lo que potencialmente detecta cosas que las herramientas clínicas podrían pasar por alto. A pesar del potencial de estas pruebas, su uso en la práctica clínica es inconsistente debido a pautas contradictorias.

    En el estudio, firmado por Emir Alishahi Tabriz y que se publica en 'Annals of Internal Medicine', los investigadores revisaron 19 estudios para evaluar el impacto de estas pruebas genómicas basadas en tejidos en la estratificación del riesgo y las decisiones de tratamiento para el cáncer de próstata localizado. Los investigadores analizaron el tipo de prueba, la calidad, las características de la población, la reclasificación del riesgo y la intensidad del tratamiento recomendado y/o recibido y descubrieron que en los estudios observacionales de bajo riesgo de sesgo, la mayoría de los pacientes con riesgo inicial bajo o muy bajo no vieron un aumento en la clasificación del riesgo después de la prueba de GC.

   Sin embargo, este patrón difirió entre los tipos de prueba de GC, ya que los estudios basados en GPS encontraron que entre el 0% y el 11,9% de los pacientes fueron reclasificados a una categoría de riesgo más alto, frente a los estudios basados ??en Decipher que encontraron que entre el 12,8% y el 17,1% fueron reclasificados a una categoría de riesgo más alto.

   En un ensayo aleatorizado, la reclasificación a un riesgo más alto fue más frecuente que en los estudios observacionales examinados. Los estudios observacionales indicaron que las pruebas de GC a menudo llevaron a más pacientes a optar por opciones de tratamiento conservadoras como la vigilancia activa.

   Los investigadores señalan que las diferencias en los resultados de los ensayos observacionales y aleatorios enfatizan la necesidad de realizar ensayos bien diseñados que evalúen el impacto de las pruebas de GC en el tratamiento del PCa para informar la toma de decisiones entre el paciente y el médico.

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