MADRID 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Contracepción (SEC) ha defendido el uso de los métodos anticonceptivos hormonales combinados --la mayoría de píldoras anticonceptivas que hay en el mercado, los parches dérmicos y el anillo vaginal-- después de que las autoridades sanitarias europeas hayan corroborado que son fármacos seguros y que el riesgo de provocar coágulos de sangre en las venas es muy bajo. De hecho, aseguran, es seis veces menor al que tiene una mujer durante el embarazo.
Así lo ha reconocido su presidente, José Vicente González, tras conocer los resultados del estudio llevado a cabo por el Comité Europeo para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, en sus siglas en inglés) a petición de Francia, que pidió analizar el riesgo de tromboembolismo venoso de las usuarias de estos fármacos para ver si era necesario restringir su uso.
Este riesgo, ha apuntado este experto, es bajo y se conoce desde que comenzaron a salir estos fármacos en la década de los 60, y los médicos lo tienen en cuenta a la hora de prescribirlos a sus pacientes.
El estudio ahora realizado ha confirmado que son métodos "eficaces" cuyos beneficios "superan a sus potenciales riesgos" y que la probabilidad de que se formen coágulos en las venas es "muy bajo", con "pequeñas diferencias" en función del progestágeno utilizado.
Así, si en mujeres no usuarias de estos fármacos la incidencia estimada de tromboembolismo venoso es de 2 casos por 10.000 mujeres al año, en quienes usan la combinación de levonorgestrel/norgestimato/ noretisterona el riesgo es de entre 5 y 7 casos por cada 10.000 mujeres, y en quienes usan etonogestrel/norelgestromina es de entre 6 y 12 casos por cada 10.000 mujeres.
En cualquier caso, según ha apuntado la presidenta de la Confederación Iberoamericana de Contracepción (CIC), Isabel Ramírez Polo, este riesgo de tromboembolismo es "mucho menor" que el que tienen las mujeres durante el embarazo, el parto y el posparto. Durante un embarazo se incrementa en 6 veces y durante el puerperio (posparto) hasta 60 ó 70 veces.
Tras este informe la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) del Ministerio de Sanidad ha emitido un comunicado en el que recuerda a las usuarias de estos métodos que "no existe ninguna razón" para dejar de tomar estos fármacos en caso de que no se haya experimentado ningún problema.
De hecho, aclara Ramírez Polo, el informe realizado concluye que la aparición de un cuadro tromboembólico puede ser algo más frecuente durante el primer año de uso o cuando se comienza de nuevo después de haber estado al menos cuatro semanas sin usarlo.
"Fijar un descanso para estos tratamientos no tiene sentido", recuerda esta experta.
Ambos expertos confían en que estos resultados sirvan para "tranquilizar" a las mujeres que lo usan o querrían hacerlo, ya que reconocen que tras la decisión de Francia de pedir una revisión de su seguridad se produjo "cierto alarmismo" que se hizo notar en las consultas.
ANÁLISIS DEL RIESGO
A la hora de decidir con la paciente el anticonceptivo más adecuado, los médicos deberán ahora tener en cuenta aquellos factores que pueden contribuir a la posible aparición de un tromboembolismo venoso, como antecedentes familiares o un parto reciente, fumar, sobrepeso, mayor edad o la presencia de episodios de migraña con aura.
Además, es necesario valorar los factores de riesgo conocidos para el tromboembolismo venoso periódicamente, ya que "estos pueden variar o aparecer a lo largo del tratamiento", así como informar de los factores condicionantes, posibles signos y síntomas que pudiesen aparecer.
"Es importante realizar un seguimiento adecuado, vigilando la posible aparición de signos o síntomas indicativos de tromboembolismo venoso, en particular durante el periodo de mayor riesgo", resalta la AEMPS
EN ESPAÑA SE USA POCO EN COMPARACIÓN CON OTROS PAÍSES DE LA UE
En cualquier caso, ha añadido la doctora Ramírez Polo, España sigue siendo uno de los países europeos con las tasas más bajas de uso de estos anticonceptivos, ya que actualmente se estima que sólo el 17 por ciento de las mujeres de 15 a 49 años usa la píldora y el 5 por ciento el parche o el anillo vaginal.
Este 22 por ciento total de usuarias es "aún bajo" si se compara con las tasas de países de nuestro entorno como Italia (30%), Alemania (35%), Francia (40%) o Portugal (60%). "Hay una baja tradición de estos fármacos", lamenta.