Cáncer infantil
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Actualizado: viernes, 3 marzo 2017 7:16

   MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Aunque el riesgo de neoplasias malignas posteriores para los supervivientes de cáncer infantil diagnosticados en la década de 1990 sigue aumentado, el riesgo es menor en comparación con los diagnosticados en la década de 1970, una disminución que se asocia con una reducción de la dosis de radiación terapéutica, según un estudio aparecido que se publica este martes en 'JAMA'.

   El 'Estudio de Sobrevivientes de Cáncer Infantil' y otros grupos de supervivientes de cáncer infantil han informado ampliamente sobre la incidencia y los factores de riesgo de neoplasias posteriores (tumores). La radiación terapéutica se ha vinculado de manera importante con el desarrollo de tumores posteriores; pero también se han identificado enlaces entre agentes quimioterapéuticos específicos y el desarrollo de tumores.

   Con esta información, el tratamiento del cáncer infantil se ha modificado con el tiempo con la esperanza de reducir el riesgo de tumor subsiguiente, manteniendo o mejorando la supervivencia a los cinco años. La doctora Lucie M. Turcotte, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Minnesota, en Minneapolis, Estados Unidos, y sus colegas realizaron un estudio que incluyó a 23.603 sobrevivientes de cáncer de 5 años (edad promedio en el diagnóstico de 7,7 años) de hospitales pediátricos en Estados Unidos y Canadá entre 1970-1999, siguiéndoles hasta diciembre de 2015.

CÁNCERES DE MAMA Y TIROIDES, PRINCIPALES PROBLEMAS POSTERIORES

   Durante un seguimiento promedio de 20,5 años, 1.639 supervivientes experimentaron 3.115 neoplasias posteriores, siendo las más comunes los cánceres de mama y de tiroides. Las proporciones de individuos que recibieron radiación disminuyeron (77 por ciento en los años 70 frente a 33 por ciento en los años noventa), al igual que la media de la dosis.

La incidencia acumulada de 15 años de neoplasias malignas cayó por década de diagnóstico (2,1% por ciento en los años setenta, 1,7 por ciento en los años 80, 1,3 por ciento en los años noventa). Las tasas relativas disminuyeron con cada incremento de cinco años para las malignidades posteriores.

   Los cambios en las dosis de radiación se asociaron con menor riesgo de malignidades posteriores, meningiomas --un tumor que surge de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal-- y el cáncer de piel no melanoma, según los datos hallados en la investigación.

   "El análisis actual, que incluye a más de 23.000 supervivientes de cáncer infantil tratados durante tres décadas, demostró que las tasas de incidencia acumuladas de neoplasias posteriores, neoplasmas malignos posteriores, meningiomas y cánceres de piel no melanoma fueron menores entre los supervivientes tratados en épocas más recientes y que modificaciones de la terapia primaria de cáncer se asociaron con estas disminuciones", destacan los autores.

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