MADRID 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
Experimentar tres o más conmociones cerebrales está relacionado con un empeoramiento de la función cerebral en etapas posteriores de la vida, según una nueva investigación, publicada en el 'Journal of Neurotrauma'.
El estudio, el mayor de este tipo, también ha descubierto que sufrir una sola conmoción cerebral de moderada a grave, o lesión cerebral traumática (LCT), puede tener un impacto a largo plazo en la función cerebral, incluida la memoria.
La investigación, dirigida por equipos de la Universidad de Oxford y la Universidad de Exeter, en Reino Unido, incluyó datos de más de 15.000 participantes en el estudio en línea PROTECT, con edades comprendidas entre los 50 y los 90 años y residentes en el Reino Unido. Informaron de la gravedad y frecuencia de las conmociones cerebrales que habían sufrido a lo largo de su vida y completaron pruebas anuales informatizadas de la función cerebral.
Descubrieron que las personas que habían sufrido tres o más conmociones cerebrales tenían una función cognitiva significativamente peor, que empeoraba sucesivamente con cada conmoción posterior. La atención y la realización de tareas complejas se veían especialmente afectadas.
Los autores del estudio afirman que debe advertirse a las personas que han sufrido conmociones cerebrales de los peligros de seguir practicando deportes o trabajos de alto riesgo.
"Sabemos que los traumatismos craneoencefálicos son un importante factor de riesgo de demencia, y este estudio a gran escala ofrece los mayores detalles hasta la fecha sobre un hallazgo contundente: cuantas más veces se lesione el cerebro en la vida, peor podría ser su función cerebral al envejecer", señala la investigadora principal, la doctora Vanessa Raymont, de la Universidad de Oxford.
"Nuestra investigación indica que las personas que han sufrido tres o más episodios, incluso leves, de conmoción cerebral deberían recibir asesoramiento sobre la conveniencia de continuar con actividades de alto riesgo --prosigue--. También deberíamos animar a las organizaciones que operan en zonas donde es más probable que se produzcan impactos en la cabeza a que estudien cómo pueden proteger a sus deportistas o empleados".
El equipo descubrió que los participantes que declararon tres episodios de conmoción cerebral, incluso leve, a lo largo de su vida tenían una atención y una capacidad para completar tareas complejas significativamente peores.
Los que tuvieron cuatro o más episodios de conmoción cerebral leve también mostraron un empeoramiento de la velocidad de procesamiento y la memoria de trabajo. Cada conmoción cerebral adicional se asociaba a un empeoramiento progresivo de la función cognitiva.
Además, los investigadores descubrieron que incluso una conmoción cerebral de moderada a grave se asociaba a un empeoramiento de la atención, la realización de tareas complejas y la capacidad de velocidad de procesamiento.
En el estudio en línea PROTECT, los participantes comparten información detallada sobre su estilo de vida y completan una serie de pruebas cognitivas cada año, durante un máximo de 25 años. Esta rica mina de datos ayuda a los investigadores a comprender cómo envejece el cerebro y los factores que intervienen en el mantenimiento de un cerebro más sano en la edad madura.
La doctora Helen Brooker, coautora del estudio en la Universidad de Exeter, afirma que, "a medida que la población envejece necesitamos urgentemente nuevas formas de ayudar a las personas a llevar una vida más sana en la tercera edad. Estamos aprendiendo que acontecimientos vitales que podrían parecer insignificantes, como sufrir una conmoción cerebral leve, pueden tener repercusiones en el cerebro".
"Nuestros hallazgos indican que la rehabilitación cognitiva debería centrarse en funciones clave como la atención y la realización de tareas complejas, que, según descubrimos, son susceptibles de sufrir daños a largo plazo", afirma.