MADRID 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un trabajo de investigadores de la Universidad de Basilea (Suiza) desafía la idea convencional de que un pequeño subconjunto de bacterias especialmente resistentes es responsable del fracaso de las terapias con antibióticos en un nuevo estudio publicado en 'Nature'.
"Contrariamente a la creencia generalizada, el fracaso de los antibióticos no se debe a un pequeño subconjunto de bacterias persistentes. De hecho, la mayoría de las Salmonella en los tejidos infectados son difíciles de matar", explica el profesor Dirk Bumann del Biozentrum de la Universidad de Basilea. "Hemos podido demostrar que las pruebas de laboratorio estándar de eliminación de antimicrobianos producen resultados engañosos, dando la falsa impresión de que hay un pequeño grupo de bacterias persistentes especialmente resistentes", añade.
Los investigadores estudiaron la eliminación de los antimicrobianos tanto en ratones infectados con Salmonella como en modelos de laboratorio que imitaban tejidos. Los mecanismos de defensa del cuerpo contra las bacterias a menudo incluyen la reducción de la disponibilidad de nutrientes. Los investigadores ahora han revelado que, de hecho, esta falta de nutrientes es la principal razón por la que las bacterias Salmonella sobreviven a los tratamientos con antibióticos. Los investigadores suponen que lo mismo se aplica a otros patógenos bacterianos.
"En condiciones de escasez de nutrientes, las bacterias crecen muy lentamente", dice Bumann. "Esto puede parecer bueno al principio, pero en realidad es un problema porque la mayoría de los antibióticos solo matan gradualmente las bacterias de crecimiento lento". Como resultado, los medicamentos son mucho menos efectivos y pueden ocurrir recaídas incluso después de una terapia prolongada.
Los científicos utilizaron un método innovador para monitorear la acción de los antibióticos en bacterias individuales en tiempo real. "Demostramos que casi toda la población de Salmonella sobrevive al tratamiento con antibióticos durante períodos prolongados, no solo un pequeño subconjunto de persistentes hiperresistentes", añade el doctor Joseph Fanous, primer autor del estudio.
Un problema importante de los métodos estándar que se han utilizado en todo el mundo durante décadas es que miden de forma indirecta y tardía la supervivencia bacteriana, lo que da lugar a resultados distorsionados. "Las pruebas tradicionales subestiman la cantidad de bacterias supervivientes", explica Fanous. "Y sugieren erróneamente la presencia de subconjuntos de bacterias persistentes hiperresistentes que en realidad no existen". Esta interpretación errónea ha influido en la investigación durante muchos años.
Estos hallazgos podrían cambiar radicalmente la investigación sobre antibióticos. "Nuestro trabajo subraya la importancia de estudiar el comportamiento bacteriano y los efectos de los antibióticos en vivo y en condiciones fisiológicamente relevantes", enfatiza Bumann. "En unos años, esperamos que los métodos modernos como el análisis de células individuales en tiempo real se conviertan en estándar". Cambiar el enfoque de los persistentes al impacto de la falta de nutrientes es un paso importante hacia terapias más efectivas contra infecciones difíciles de tratar.