Cómo saber si eres inmadur@ emocionalmente: por qué deberías cambiarlo cuanto antes (y cómo hacerlo)

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Publicado: sábado, 22 marzo 2025 7:59

   MADRID, 22 Mar. (EDIZIONES) -

   Son muchos los adultos que hoy en día fallan en cuanto a gestión emocional se refiere y es que antes no había tanta cabida para enseñar a los hijos sobre la regulación emocional. En este artículo aprendemos a identificar si una persona es inmadura emocionalmente y se aportan una serie de consejos con los que trabajar esa inmadurez emocional en el día a día.

   Para ello, nos echa una mano Nataxa Ruzafa, que es psicóloga especializada en autoestima y gestión emocional y que precisamente trata este asunto en su nuevo libro ‘¿Cuándo seré suficiente? (Molino). La entrevistamos en Europa Press Salud Infosalus porque en el libro habla de que la inmadurez emocional se correspondería con una “conducta o tendencia poco sana y desadaptativa de nuestros referentes”.

   Según nos explica, el término ‘inmadurez emocional’ hace referencia a todas esas conductas o patrones que hemos podido desarrollar a la hora de gestionar nuestras emociones y que no son del todo sanas: “Se trata de todo tipo de conductas y de patrones que nos llevan a gestionar aquello que nos sucede en el día a día, o la relación con otras personas de nuestro contexto de manera poco sana, o poco adaptativa, y esto es fruto de que no nos han enseñado. En últimos años ha habido poco espacio en nuestra crianza para la parte emocional”.

ES TIEMPO DE TRABAJAR LA PARTE EMOCIONAL

   No obstante, sí celebra esta experta que la inmadurez emocional “no es algo estático”, sino que se puede trabajar en ella. Cree, además, que ahora es un momento de oportunidad a nivel social en este sentido porque, por ejemplo, desde hace un tiempo se acepta mejor el poder ir al psicólogo, y trabajar en uno mismo.

   “Ya no está tan estigmatizado y hay más aceptación de esta realidad, y también entre las personas mayores. Creo que es un momento de oportunidad independientemente de la edad o de la generación de la que nos encontremos. Ahora quienes están siendo padres o madres llevan un trabajo emocional que los que lo han hecho antes no lo hicieron tanto porque no había tanto acceso a la psicología, no estaba tan bien visto mostrarse vulnerable”, remarca Ruzafa.

SIGNOS DE QUE UNA PERSONA ES INMADURA EMOCIONALMENTE

   En este sentido, entre los signos de que una persona es inmadura a nivel emocional habla de respuestas muy impulsivas y poco predecibles, muy cambiantes. “Un día me encuentro a ese referente emocional que he tenido en mi crianza y no sé muy bien cómo me la voy a encontrar porque es poco predecible”, indica.

   A su vez, menciona cierta dificultad para empatizar con la otra persona: “A veces para resolver conflictos hay que hacer el esfuerzo por salir de nuestra realidad, e intentar entender la de la otra persona, que ha podido vivir el conflicto de manera diferente. A veces un signo es que me quedo muy anclado en mi propia realidad y se genera una sensación de que mi verdad es la absoluta y quiero que ésta prime”.

   Igualmente, esta psicóloga experta en autoestima señala a las dificultades para hacer introspección y autocritica en uno mismo, habla de aquellas personas a las que les cuesta mucho asumir la responsabilidad y se quedan siempre a la defensiva o atacan a otros.

   Pero también insiste en esa parte más evitativa, esa reacción que tenemos ante ese conflicto que no me gusta e intento no verlo y rehúyo o me resisto a ver esa realidad. “De repente ha pasado algo que aparentemente parece no ser tan importante pero la respuesta emocional que se desencadenada es desmedida ante lo que ha pasado”, agrega como otro signo de inmadurez emocional.

EL IMPACTO DE LA INMADUREZ EMOCIONAL EN LOS DEMÁS

   Así, en el libro advierte igualmente de que esa incapacidad de reconocer y de expresar las emociones de manera adecuada puede tener un impacto significativo en las personas que nos rodean, especialmente en los hijos.

   Sostiene Nataxa Ruzafa que los referentes que hemos tenido, las figuras de crianza, son los primeros con los que nos relacionamos y establecemos un vínculo; de ahí adquirimos de manera inconsciente el cómo relacionarnos con los otros, o como reaccionar ante determinados acontecimientos, nuestra gestión emocional, en definitiva, tal y como aprecia esta experta.

   A este respecto celebra que nuestras generaciones pasadas, que en muchos casos vivieron la guerra o la posguerra, no se centraban en la parte emocional porque no tenían espacio para ello, dado que sus preocupaciones eran otras; si bien actualmente sí podemos gozar de ese espacio para lo emocional. “Venimos de generaciones en las que a esto no se le ha dado espacio al mundo emocional, a cómo acompañar a los demás, o cuando siente rabia y frustración qué hacer. Ha habido mucha negación de esto y no se ha permitido conectar con las emociones”, reitera Nataxa Ruzafa.

   De hecho, según continúa, si mis padres tampoco se lo han permitido, seguramente a mí me será muy difícil aprender a gestionar o a lidiar de manera sana si no he tenido referentes que me lo muestren: “Todos entendemos que el habla la aprendemos de contexto, del lenguaje materno, del vocabulario de casa, de forma que desarrollaré mi lenguaje en base a eso. Pero es que con el lenguaje emocional sucederá lo mismo. Mi lenguaje emocional será en base a eso, y aprenderé en consecuencia a gestionar mi parte emocional porque a veces no se da espacio a eso y esa negación lleva a interiorizar que no está bien o es excesivo”.

CÓMO SOLVENTAR ESA INMADUREZ EMOCIONAL

   Con todo ello, pedimos a esta psicóloga que nos aporte una serie de consejos para gestionar esa inmadurez emocional en el día a día, señalando en primer lugar la importancia de la terapia en este tipo de ocasiones. “El espacio terapéutico es lo idóneo porque se puede profundizar bien e identificar bien la raíz del problema, porque a veces nos quedamos con lo visible, con el síntoma, y la raíz es más difícil encontrarla”, defiende.

   Pero en el día a día para mejorar esos signos de inmadurez emocional, Ruzafa dice que “las cosas que se han herido en un vínculo también se pueden sanar en un vínculo”, y a veces hay relaciones para hacer pequeños pasos de valor, o marcar nuevos precedentes relacionales con otras personas.

   “Al igual que a veces en estas relaciones se puede generar dolor, también pueden sanar, y a raíz de permitirse vincularse con otras personas que tienen una madurez emocional más cultivada, que nos generan bienestar, esto puede ayudar a que uno mejore su inmadurez emocional”, subraya esta especialista.

   A la hora de intentar regular nuestro sistema nervioso, que puede estar muy activado, Nataxa Ruzafa apuesta por aquellas cosas que nos hagan conectar con el aquí y con el ahora, como por ejemplo las respiraciones. “Debemos ver qué es lo que me está haciendo sentir en peligro, qué es lo que me cuesta gestionar, o me hace sentirme insegura, y aquí también la terapia ayuda mucho a dar lugar esta parte”, concluye.

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