MADRID, 21 Jun. (INFOSALUS) -
El yoga es una filosofía de vida y un conjunto de técnicas psicofísicas que ayudan a mantener el equilibrio de cuerpo (esqueleto, órganos, tejidos) y mente. A pesar de que se comenzó a difundir por Occidente a partir de los años 50 del pasado siglo, el yoga se originó en la India y el ser humano lo practica desde hace más de 5.000 años. Cada vez son más las personas que buscan en el yoga su dimensión espiritual.
Según explica a Infosalus María Cebrián, directora y fundadora de aomm.tv, una plataforma digital que ofrece clases de yoga on-line, el yoga es el gran aliado de la espalda, la columna vertebral, cuya salud mide la juventud de una persona. El yoga elimina tensiones y contracturas al extender los músculos, por lo que es muy útil en casos de dolor de espalda y lumbares derivados del sedentarismo y el estrés.
Esta disciplina proporciona salud física y calma la mente, no se practican sólo posturas físicas (asanas) sino también ejercicios de meditación y respiración. Sus beneficios son múltiples para el cuerpo, sobre todo para la estructura músculo-esquelética.
En cuanto a los órganos internos, las posturas que se realizan en el yoga, al no ser las cotidianas, los movilizan y promueven un mayor aporte sanguíneo hacia ellos. Existen además posturas específicas que contribuyen a un mejor funcionamiento del sistema digestivo, renal o circulatorio que mejoran el aporte de oxígeno a todo el organismo.
El yoga permite tomar conciencia de la respiración y esto ayuda a que todo el organismo funcione mejor. Los ejercicios de respiración o pranayama mejoran la respiración y ayudan a abrir los pulmones que el sedentarismo y el estrés encierran entre los hombros.
El cerebro trabaja todo el día y las técnicas de meditación empleadas en el yoga, que buscan llevar la atención hacia algo en concreto, frenan el flujo continuo de pensamientos.
"Uno de los aspectos más importantes del yoga es escuchar al cuerpo y no forzarlo. Las posturas básicas llevan beneficios a todo el cuerpo pero las más avanzadas no tienen porqué representar más beneficios", señala Cebrián, que apunta a Infosalus algunos de los estilos más difundidos de yoga:
Hatha yoga
Es el yoga más físico que llega a occidente y se convierte en el estilo clásico, el más extendido, un cajón desastre de estilos que compila diferentes prácticas y que supone la puerta de entrada al yoga. Este estilo de yoga fortalece y da armonía al cuerpo a través de posturas (asanas) que se mantienen durante un tiempo y cuyo ritmo es pausado. Se trabaja también con la respiración y la energía vital. Es un estilo completo en técnicas y asequible a todas las edades ya que no supone un alto nivel de exigencia.
Iyengar yoga
Se pone la atención en la alineación de las posturas, pues entiende que si no se realizan bien los movimientos pueden producirse lesiones y problemas musculares. Se alinean músculos y huesos mediante el uso de apoyos y soportes como cinturones, bloques, almohadas o mantas que ayudan a construir de forma segura las posturas. Para trabajar en los ámbitos de la respiración y la meditación se exige realizar de forma correcta las posturas.
Es útil en personas que tienen alguna lesión o acortamiento de músculos porque se utilizan soportes que adaptan la práctica del yoga al cuerpo de cada persona. Supone cierta exigencia a la hora de realizar las posturas y es elegido por profesionales que emplean su cuerpo como herramienta como en el caso de bailarines, que tienen una gran conciencia corporal.
Ashtanga yoga
Es un estilo en el que se crean series de posturas, siempre las mismas, y no adaptadas a un objetivo como sucede en otros estilos que eligen determinadas posturas con un fin determinado. El ashtanga es rígido con series de posturas predeterminadas en las que se pasa de una postura a otra como si se tratara de una coreografía.
Es un yoga muy exigente y especializado que puede ocasionar lesiones y que requiere de una práctica diaria. Lo practican personas jóvenes que quieren fortalecer el cuerpo aunque supone también mantener el aspecto mental y espiritual del yoga y practicar una meditación en movimiento y una forma de fluir en la práctica.
Vinyasa flow yoga
Procede del ashtanga y supone realizar coreografías en las que se emplean todas las posturas del yoga en forma dinámica. En el vinyasa la respiración es muy importante porque las transiciones entre posturas vienen marcadas por ella. El paso de una postura a otra es importante y tiene que ver con la conciencia del movimiento.
La practican muchas personas que vienen del mundo de la danza y requiere de una muy buena forma física. Sus secuencias no están constituidas por posturas fijas sino que se diseñan con un objetivo concreto y no se repiten como en el ashtanga. Este estilo te enseña a encontrar inmovilidad y calma en el propio movimiento al mantener la concentración en el cuerpo y la respiración.
Kundalini yoga
Trabaja a través de posturas, meditaciones activas y conciencia de la respiración y conexión fuerte con el cuerpo. Estimula la energía que se mueve a lo largo de la columna vertebral (kundalini). En las secuencias se mezcla respiración con posturas estáticas o en movimiento. Se adapta a cada persona pero funciona mejor en quienes quieran relajarse y llevar energía al cuerpo.
Los ejercicios de respiración cobran gran importancia y se emplean de forma muy marcada por tiempos concretos en las posturas. Es un yoga más espiritual, que lleva mucha energía al cuerpo y que cada vez es más demandado.
Anusara yoga
Supone fluir con gracia, seguir a tu corazón, detenernos en la belleza y sentir en las posturas. Este estilo pone énfasis en los principios de la alineación del Iyengar pero aportando un componente más espiritual. Como en el hatha yoga se emplean posturas mantenidas pero se puede decir que es el yoga de la emoción.
Yin yoga
Trabaja la fortaleza músculo-esquelética a través de posturas que se mantienen durante 6, 7, 8 o 10 minutos y para las que también se emplean soportes. Ayuda en la movilidad articular y de los tejidos blandos que recubren la articulación. A nivel mental la calma es mayor que en cualquier otro estilo. Es más pausado y supone una mayor interiorización de las posturas.
Yoga restaurativo
Requiere siempre de profesores especializados. En el yoga restaurativo se mantienen posturas cómodas, para lo que se emplean soportes, que calman el sistema nervioso sin exigir esfuerzo. Es muy beneficioso para dolencias crónicas como las lesiones de espalda, en las que se requiere un estudio de la funcionalidad de la columna y reforzar la zona abdominal y lumbar para mitigar problemas.