¿Sabías que hay mujeres con super visión, que los ojos azules no existen y que el color de ojos cambia hasta la vejez?

Archivo - Ojo azul.
Archivo - Ojo azul. - BY-STUDIO/ISTOCK - Archivo
Publicado: sábado, 2 marzo 2024 7:59

   MADRID, 2 Mar. (EDIZIONES) -

   ¿Todas las personas vemos igual? La respuesta obvia es que no. Todo depende de muchos factores y por esto y por varios fenómenos que se relacionan con nuestra visión entrevistamos a la neurocientífica Conchi Lillo, bióloga y doctora en Neurociencias, así como profesora titular de Biología en la Universidad de Salamanca, e investigadora en el área de la neurobiología de la visión en el Instituto de Neurociencias de Castilla y León.

   Precisamente ha publicado '¡Abre los ojos! (Next Door Publishers), un libro en el que trata numerosos entresijos de nuestra visión y nos explica desde cómo vemos, a por qué vemos (o no) diferente o igual todas las personas. Una de las cosas que más nos ha llamado la atención es que hay personas con super visión; sí, que son capaces de ver más que otras, en concreto más colores que otras, y además también es reseñable que éstas son sobre todo mujeres.

   Dice que en los hombres no suele darse el caso y, aunque reconoce que es una cuestión que "no está suficientemente investigada", reconoce que está relacionada con el daltonismo: "Se ha visto que las mujeres que pasan a su descendencia el daltonismo, ellas mismas tienen la posibilidad de tener una visión más rica en gamas de colores. El daltonismo es fruto de mutaciones en genes que codifican las proteínas que responden al color rojo y verde".

LOS HUMANOS SOMOS TRICRÓMATAS

   Pero vamos por partes. Afirma que los humanos somos tricrómatas, es decir, que contamos con tres tipos diferentes de conos (fotorreceptores, células sensoriales especializadas en la retina del ojo; uno rojo, otro verde, y otro azul), pero en las personas con dos cromosomas X, la mayoría mujeres, se ha visto que las mutaciones en una de las copias de los genes para distinguir el verde o el rojo en uno de los cromosomas X produce otro tipo de cono, y se convierten en 'tetracrómatas', ya que contarán con los tres tipos de conos normales, más el que expresa la proteína mutada.

   En consecuencia, pueden distinguir muchas más tonalidades que los que solo tenemos tres conos, afirma la también directora del servicio de Microscopía Electrónica de la USAL, y miembro de la Junta directiva de la Sociedad Española de Neurociencias.

   "No es muy frecuente, pero estas mujeres en vez de distinguir un millón de gama colorímetra, lo que vemos los tricrómatas (tres tipos de conos), las tetracrómatas perciben hasta 100 millones de colores distintos. Es algo que se puede llamar super visión, aunque no se sale del espectro visible de lo que nosotros vemos normalmente, sino que dentro de éste pueden ver más matices entre los distintos colores", aclara Conchi Lillo.

¿PERO NO TODOS VEMOS IGUAL?

   La respuesta es que no y esto no sólo depende del cerebro, aclara esta neurocientífica: "No vemos el mundo como es, sino como somos. Nuestros ojos son como la ventana al mundo, al recibir la información visual, pero con lo que la interpretamos es con el cerebro. Con esa ventana al mundo, la retina, que es la que recibe la información, hasta que llega al cerebro y lo interpreta, hay muchos pasos distintos que hacen que tengamos cada uno una visión particular del mundo; no tanto a nivel fisiológico, que es muy parecida en todos, salvo casos de daltonismo o de problemas visuales graves, pero sí al observar una imagen interpretamos muchas experiencias propias".

   Así, afirma que hay personas a las que las obras de arte les pueden sorprender más o menos, y al final esto es porque cuando vemos algo realmente rellenamos lo que estamos viendo con nuestras experiencias personales y emocionales. "Aunque fisiológicamente y físicamente vemos lo mismo, lo que interpretamos de lo que vemos tiene mucho que ver con nuestro cerebro", insiste la investigadora del Instituto de Neurociencias de Castilla y León.

   Aquí resalta, por ejemplo, que los esquimales pueden distinguir hasta 40 tipos de blanco, mientras que los habitantes de la selva les pasa lo mismo con el verde, ¿poseen unas capacidades diferentes a las nuestras? Insiste en que en este tipo de situaciones entra mucho en juego la parte social y educativa, y el entorno de la persona, porque al final lo que vemos no sólo está determinado por nuestra capacidad visual, sino también por el entrenamiento. "Si estás rodeado de diferentes tonalidades de verde, por ejemplo, aprendes al final por costumbre y por exposición a distinguir más tonos que otras personas", subraya Lillo.

   De hecho, mantiene que esto también les sucedería a las personas que se dedican a la moda, a la decoración, o a diseñadores gráficos o pintores, que están constantemente muy expuestos a distintos colores. "Al final aprenden a distinguir tantas tonalidades, mientras que para otras personas los colores son muy similares entre sí. Eso sí, no sé si las distinguen mejor porque genéticamente están también predispuestos a poder diferenciar también esos colores, o bien porque están continuamente expuestos a las diferentes tonalidades. Al final es un poco de ambas cosas", remarca.

EL COLOR AZUL DE LOS OJOS NO EXISTE

   Por otro lado, cuestionamos a esta experta por el color de ojos azul que, tal y como asegura, no existe, y cuya explicación sustenta en que los seres humanos y muchos vertebrados no tenemos pigmento azul, no lo generamos, entonces el que vemos en los ojos se debe a un efecto óptico similar y por el que vemos el cielo azul.

   "Sólo tenemos dos tipos de pigmentos, de melanina, en nuestro organismo: uno marrón oscuro y otro como naranja rojizo. La mezcla de los dos hace que tengamos diferentes colores en los ojos. En el caso de los ojos azules, los vemos así porque esos ojos tienen muy poca melanina de los dos tipos que hemos dicho, y esto hace que cuando cualquier tipo de luz entra en los ojos, de la misma forma que se dispersa la luz en la atmósfera, y por eso vemos el cielo azul, así lo hace en el ojo, donde también se dispersa porque no se puede absorber por la melanina", comenta Conchi Lillo.

EL COLOR DE LOS OJOS CAMBIA CON EL PASO DE LOS AÑOS

   Por último, todos tenemos claro que es en torno al año cuando el color de los ojos de los niños se define y queda más o menos en cómo va a ser en su edad adulta, pero por gran parte de la población es desconocido que el color de los ojos cambia con el paso de los años: "Desde que naces va cambiando el color de ojos, e incluso en tus ojos aparecen motas que no tenías, algunas zonas son más claras o más oscuras, o puede cambiar la cantidad de melanina dentro de un ojo por la cantidad de luz que te está iluminando el ojo en un momento determinado; y la consolidación de la pigmentación de tu piel, de tu pelo, y de tus ojos va cambiando a lo largo de los años".

   Aunque no nos demos cuenta, cita igualmente que el ojo está irrigado por vasos sanguíneos, y si hay un problema, como por ejemplo la retinopatía diabética, también puede haber algún pequeño cambio en la pigmentación del iris con el paso de los años.

   "El color de nuestros ojos y de nuestra piel depende de la suma de muchos factores y uno de ellos es la cantidad de melanina que tenemos. Ésta viene por la expresión de 400 genes distintos. De forma que el color de tu piel, de tus ojos, y de tu pelo está determinado por el número de esos 400 genes que se hayan expresado", agrega.

   Además, la bióloga y doctora en Neurociencias apunta aquí que los niños nacen con una pigmentación pobre y poco a poco ésta se va consolidando y por eso es fundamental el protegerles de las radiaciones ultravioleta en la piel y en los ojos, porque no tienen consolidada la pigmentación: "Deben ponerse también las gafas de sol para protegerse de la radiación ultravioleta del sol. Somos conscientes de la importancia de la crema protectora en la piel, especialmente en los niños, pero nos olvidamos de los ojos".