MADRID 27 May. (EUROPA PRESS) -
El ensayo SELECT ha revelado el potencial de la semaglutida, un agonista del receptor del péptido similar al glucagón (GLP-1), para combatir la disminución de la función renal entre personas con sobrepeso u obesidad y enfermedad cardiovascular establecida pero sin diabetes. Presentaron estas conclusiones en el 61º Congreso de la ERA investigadores de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido).
En concreto, presentaron el impresionante análisis secundario del ensayo SELECT (Efectos de la semaglutida sobre enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares en pacientes con sobrepeso u obesidad), un ensayo aleatorizado que comprende un grupo de participantes de 17,604 personas.
Los expertos creen que los resultados del estudio ofrecen esperanza para aquellos afectados por la obesidad, una condición que se sabe que exacerba el riesgo de deterioro de la función renal y macroalbuminuria (cantidades anormales de la proteína albúmina en la orina).
Con un seguimiento promedio de aproximadamente 3,5 años, entre los pacientes a los que se les administró una inyección subcutánea de 2,4 mg de semaglutida una vez a la semana (n =8.803), un 22% menos de personas (1,8%) experimentaron eventos adversos relacionados con los riñones en comparación con aquellos recibiendo placebo (n=8.801) (2,2%) (p<0,05). Estos eventos incluyeron muerte por causas renales, inicio de terapia de reemplazo renal crónica, disminución significativa (= 50%) en la función renal o aparición de macroalbuminuria persistente. La capacidad de la semaglutida para prevenir la aparición de macroalbuminuria se destacó como un factor fundamental para reducir la probabilidad de complicaciones relacionadas con los riñones.
El estudio también evaluó el impacto de la semaglutida en la tasa de filtración glomerular estimada (TFGe), una medida de la función renal para eliminar los desechos y el exceso de agua de la sangre a través de la orina. Los hallazgos indicaron una disminución significativamente menor en la TFGe entre los que recibieron semaglutida en comparación con el grupo de placebo, siendo el efecto más pronunciado en los participantes con una TFGe inicial inferior a 60 ml/min/1,73 m (p<0,001). Estos resultados indican el potencial de semaglutida para proteger particularmente la función renal en personas con insuficiencia renal preexistente.
La reducción de la relación albúmina/creatinina urinaria (UACR) corroboró aún más el efecto beneficioso de la semaglutida sobre la salud renal, observándose una disminución significativa en los individuos tratados con semaglutida en comparación con el placebo (p<0,001). El análisis UACR mide la proporción de albúmina (una proteína) y creatinina (un producto de desecho) en la orina, lo que ayuda a la detección de albuminuria, que puede indicar daño o disfunción renal.
Con semaglutida, hubo una disminución neta del 8,1% en la UACR en aquellos con niveles normales de albúmina al inicio, una disminución del 27,2% en aquellos con microalbuminuria (albúmina ligeramente elevada) al inicio y una disminución del 31,4 % en aquellos con macroalbuminuria al inicio en relación con placebo.
Es importante destacar que el estudio no encontró un mayor riesgo de lesión renal aguda asociado con el tratamiento con semaglutida, independientemente de la función renal inicial.
Más de mil millones de personas en todo el mundo se ven afectadas por la obesidad. Las tasas de obesidad están aumentando significativamente: se duplicaron entre las mujeres adultas (8,8% a 18,5%) y casi se triplicaron en los hombres adultos (4,8% a 14,0 %) entre 1990 y 2022. El número total de niños afectados por la obesidad en 2022 fue casi 160 millones, frente a 31 millones en 1990.
La profesora Helen M. Colhoun que ocupa la Cátedra de Informática Médica y Epidemiología de la Universidad de Edimburgo y es la autora principal del estudio, comenta: "Al abordar los marcadores clave de la salud renal, 2,4 mg de semaglutida por semana pueden contribuir a una reducción significativa del riesgo de complicaciones relacionadas con los riñones, incluidas la enfermedad renal crónica y la enfermedad renal terminal. Esto podría conducir a una mejor gestión de las comorbilidades y, en última instancia, mejorar la calidad de vida de las personas con obesidad".
"Los beneficios observados en eGFR y UACR son particularmente alentadores, lo que sugiere un potencial para un mejor manejo de las complicaciones renales en la población de pacientes con sobrepeso y obesidad sin diabetes. Los hallazgos también subrayan la importancia de continuar la investigación sobre los posibles beneficios renales de la semaglutida y resaltan su papel como una opción terapéutica prometedora en el tratamiento multifacético de la salud