MADRID 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las vacunas de la gripe A podrían haber actuado como el "factor ambiental" desencadenante de la aparición de narcolepsia en individuos "con determinada predisposición genética", según la coordinadora del Grupo de Trastornos de Vigilia y Sueño de la Sociedad Española de Neurología (SEN), la doctora Gemma Sansa.
En declaraciones a Europa Press, esta experta ha explicado que la narcolepsia es una enfermedad multifactorial a la que ciertos individuos presentan una suceptibilidad genética asociada a su tipo de sistema inmunitario --el conocido como HLA. DQB10602---, que "sólo tiene el 20 por ciento de la población general".
Se manifiesta cuando aparece "una agresión ambiental, normalmente en la infancia o adolescencia temprana, cuya naturaleza es aún poco conocida, pero que puede ser una infección o incluso una vacuna". "El factor ambiental hace que el paciente desarrolle la enfermedad, que se expresa varios años después", dice.
Sin embargo, sobre la posible relación de la vacuna de gripe A con los casos de narcolepsia, la especialista ha dicho que "todavía es pronto para llegar a conclusiones" y que, como reclama la Organización Mundial de la Salud (OMS), "será necesario realizar más estudios que confirmen o no este vínculo".
NINGÚN CASO EN ESPAÑA, POR EL MOMENTO
Por el momento, reconoce Sansa, la SEN "no ha detectado ningún caso de narcolepsia relacionado con estas vacunas". Sin embargo, no descarta "que puedan aparecer en el futuro", pues la enfermedad se manifiesta "varios años después" de ser despertada en un organismo por factores externos.
Extrapolando los datos de otros países que cuentan con estudios epidemiológicos sobre la narcolepsia, la prevalencia de la narcolepsia en España podría ser de 3 por cada 10.000 habitantes y su incidencia (casos nuevos cada años) se situaría entre los 0,3 y los 0,6 casos por cada 100.000 personas al año.
A su juicio, el hecho de que Finlandia haya advertido el posible vínculo de la narcolepsia y las vacunas de gripe A no se basa en que tengan más individuos con propensión genética a padecerla, sino más bien a que es uno de los pocos países del mundo en los que existen estudios epidemiológicos sobre esta enfermedad.
La narcolepsia es una enfermedad causada por la pérdida de neuronas que producen hipocretina, una sustancia encargada de mantener la vigilia. Al perder hipocretina, los pacientes presentan un exceso de sueño y un síntoma muy característico conocido como cataplexia o pérdida del tono muscular en relación con las emociones.
"Explicar un chiste o anticipar una emoción hacen que el paciente pierda fuerza en los músculos y pueda llegar a caerse", explica Sansa, quien reconoce que la cataplexia "es, a veces, ser el primer síntoma de la narcolepsia".
UN RETRASO DIAGNÓSTICO DE HASTA 10 AÑOS
Sin embargo, esta característica tan particular no facilita su diagnóstico precoz, pues a menudo las caídas "se confunden con lipotimias, ataques de epilepsia o con enfermedades mentales". Así, el retraso diagnóstico se sitúa entre los seis y los diez años.
Se desconoce porqué determinados factores ambientales, y el tipo de factores, desencadenan la agresión contra las células productoras de hipocretina. Sin embargo, se cree que podría tratarse de una reacción autoinmune del organismo.
Aunque no se cura, hay varios medicamentos que mejoran la calidad de vida de estos pacientes, tratando la somnolencia y la cataplexia. Si se dejan de tomar la enfermedad sigue su curso y se estabiliza, ya que no es degenerativa.