MADRID, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -
Durante el verano gran parte de las familias dejan su entorno habitual para irse de vacaciones, y en muchos casos, las personas más mayores no puedan acompañarles por problemas de salud o movilidad, quedándose solos en su hogar, una situación que genera sensación de soledad o abandono y que puede tener consecuencias en su salud.
"Está demostrado que las personas que sufren sentimientos de soledad o que viven solas son más propensas a sufrir todo tipo de enfermedades o a que su estado físico general sufra un deterioro", ha afirmado el director de la zona centro de Atenzia, Gorka Fernández, en una entrevista con Europa Press. Una de cada cinco personas mayores de 65 años pasará sola el verano, durante unos días o hasta más de un mes, dependiendo de las vacaciones de la familia.
Para evitar el posible empeoramiento de las enfermedades en la persona mayor o la sensación de abandono, las familias deben ser conscientes de su responsabilidad frente a los mayores. Fernández ha señalado que "hay que devolver a las personas mayores lo que nos han dado a lo largo de la vida, durante la que siempre han estado pendientes y siempre les han cuidado. Hay que desarrollar un sentimiento de responsabilidad y respeto hacia las personas mayores".
Existen diferentes medios para apoyar a las personas mayores, desde "estar más presente en su vida y hacerle más partícipe" a "dotarle de los medios para que esté mejor acompañada", ha explicado Fernández.
Otra de las recomendaciones es animar a la persona a que tome un papel activo dentro de la sociedad y su entorno, en la medida en que su salud se lo permita. Acudir a centros de mayores o centros de día, participar en asociaciones o hacerse voluntario son algunas de las actividades que "ayudan en la medida de lo posible a la sociedad, pero que también les ayuda a sí mismos, porque lo mejor que puede hacer una persona mayor es mantenerse activa y seguir trabajando a nivel mental y físico".
LA TELEASISTENCIA, UNA ALTERNATIVA
Algunas familias no pueden acompañar todo lo que quisieran a sus mayores por diversas circunstancias, como la falta de tiempo o la distancia. Una de las opciones en estos casos es la teleasistencia, un servicio que permite a los mayores tener la tranquilidad de que pueden contar con una persona a través del teléfono.
La teleasistencia no solo está dirigida a las personas mayores, sino también a personas que padecen enfermedades crónicas o diabetes. Fernández ha afirmado que los usuarios de este tipo de servicios destacan la "seguridad y tranquilidad que proporcionan y la compañía". A través de la teleasistencia, los usuarios entran en contacto con personas fuera de su círculo de amistades o familia que se preocupan por ellos, aunque "la prioridad es que ellos salgan por su cuenta y se relacionen con su entorno".