MADRID, 22 Feb. (EDIZIONES) -
La sequedad vaginal es la deshidratación del tejido de la vagina, debida a diferentes causas, y que ocasiona síntomas como escozor, picor, o por ejemplo, dolor con las relaciones sexuales.
Según nos explica a Infosalus Silvia P. González Rodríguez, jefa clínica de la Unidad de Menopausia y osteoporosis en HM Gabinete Velázquez de Madrid, y miembro de la Asociación Española para el estudio de la Menopausia (AEEM) y de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) existen múltiples causas que pueden dar lugar a sequedad como pueden ser reacciones alérgicas, radioterapia, toma de algunos medicamentos, pero, con diferencia, la más frecuente es la menopausia.
"Dado que su causa más habitual es la menopausia, suele comenzar alrededor de la misma. Su edad media en España son los 50 años. Los estudios recientes señalan que ya en la perimenopausia, la época de los trastornos, casi la mitad de las pacientes ya se quejan de este síntoma, pero según avanza la edad, se vuelve con más frecuencia a asociar con la menopausia, superando incluso en frecuencia a los sofocos", remarca la ginecóloga.
¿PODEMOS PREVENIRLA?
Esta experta mantiene que algunos estudios realizados en España encuentran que hasta el 80% de las pacientes postmenopáusicas presentan sequedad vaginal según va avanzando la edad. Por eso, para tratar de prevenirla ve importante hidratarse bien (ingerir al menos 2 litros de agua al día), pero también cree recomendable emplear productos hidratantes vaginales (y vulvares), emplear hormonas femeninas, y algunos extractos vegetales ricos en omega 7, como el espino amarillo, especialmente si hay además sequedad de piel y otras mucosas (boca, ojos).
Aquí, la jefa clínica de la Unidad de Menopausia y osteoporosis en HM Gabinete Velázquez de Madrid, aconseja consultar con un especialista en la materia en cuanto surja el síntoma: "No es algo que vaya a disminuir con el tiempo, como ocurre muchas veces con otros síntomas propios de la menopausia, sino que tiende a agravarse. Y tiene consecuencias sobre la calidad de vida, en el sentido de que crea disconfort a diario pero puede hacer displacenteras las relaciones sexuales, generando incluso, problemas de deseo sexual y de pareja".
En última instancia le preguntamos por la infinidad de productos disponibles por Internet y en las farmacias contra la sequedad vaginal: ¿Qué hacer ante tanta variedad?
A su juicio, es importante en este sentido entender que lo primero de todo para cualquier mujer es cuidar la salud vulvovaginal en general, en cuanto al lavado correcto de la zona íntima (una vez al día, sólo por fuera, con un gel exclusivo para la zona íntima), así como utilizar prendas cuyos materiales y tintes no generen alergias o reacciones inflamatorias, por ejemplo.
"También hay que entender algo que, en principio, parece simple: una hidratante sirve para hidratar (reponer esa humedad que se ha perdido); un lubricante, para lubricar (reemplazar el moco vaginal que ya no se produce adecuadamente con las relaciones sexuales); y una hormona, para hormonar, es decir, para estimular el tejido de la vagina para que se comporte como en la vida fértil y se produzca esa humedad necesaria. La composición, modo de empleo, o textura, por ejemplo, habrá que adaptarla a las necesidades de cada paciente", concluye la miembro de la Asociación Española para el estudio de la Menopausia (AEEM) y de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).