MADRID 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) han descubierto una relación directa entre el grupo sanguíneo A y un mayor riesgo de infección por COVID-19, en comparación con el grupo sanguíneo O, según publican en la revista 'Blood Advances'.
Desde los primeros días de la pandemia de COVID-19, los resultados de trabajos anteriores publicados en la revista sugerían que las personas del grupo sanguíneo A parecían ser más vulnerables a la infección por el nuevo coronavirus, mientras que las del grupo sanguíneo O parecían ser algo menos susceptibles. Hasta ahora, sin embargo, ningún estudio había identificado un mecanismo que pudiera explicar este aparente desequilibrio del riesgo.
Ahora un grupo de investigadores dirigido por el doctor Sean R. Stowell, de la Facultad de Medicina de Harvard, describe sus experimentos de laboratorio que demuestran que el SARS-CoV-2, el virus causante del COVID-19, infecta preferentemente las células del grupo sanguíneo A, lo que proporciona un vínculo directo entre este grupo sanguíneo y una mayor tasa de infección por el virus.
"Demostramos que la parte de la proteína pico del SARS-CoV-2 que es clave para que el virus pueda invadir las células muestra afinidad por las células del grupo sanguíneo A, y el virus a su vez también muestra una capacidad preferente para infectar células del grupo sanguíneo A", explica Stowell.
En el laboratorio, el doctor Stowell y sus colegas descubrieron que la adición de una proteína que inhibía el reconocimiento por el SARS-CoV-2 de ciertos antígenos del grupo sanguíneo (sustancias que provocan una respuesta inmunitaria en el organismo) bloqueaba la preferencia del virus por infectar células del grupo sanguíneo A, pero no tenía ningún efecto sobre las células del grupo sanguíneo O, explica.
La adición de una proteína diferente que no bloqueaba el reconocimiento de los antígenos del grupo sanguíneo no tuvo efectos inhibidores de la infección ni en las células A ni en las O.
"Las células del grupo sanguíneo A tenían más probabilidades de infectarse con el SARS-CoV-2 que las del grupo sanguíneo O", apunta el Stowell. Otros experimentos demostraron que la cepa Omicron del SARS-CoV-2 tenía una preferencia aún mayor por infectar células del grupo sanguíneo A que el virus original.
Aunque los hallazgos proporcionan un mecanismo que explica cómo el grupo sanguíneo A puede influir directamente en el riesgo de infección por el SRAG-CoV-2, el doctor Stowell advirtió que los resultados no significan que las personas del grupo sanguíneo O no necesiten tomar precauciones contra la infección por el SRAG-CoV-2.
"Entre un grupo de varios miles de personas, algunos estudios sugieren que quienes tienen el grupo sanguíneo A pueden tener un 20% más de probabilidades de infectarse tras la exposición al SRAS-CoV-2 en comparación con quienes tienen el grupo sanguíneo O. Pero las personas con el grupo sanguíneo O aún pueden contraer el virus y transmitirlo a otros --explica--. Además, factores como la edad y afecciones crónicas como las cardiopatías ocupan un lugar más importante que el grupo sanguíneo a la hora de determinar el riesgo de los individuos de contraer una infección grave por SRAS-CoV-2".
"El grupo sanguíneo es una de las muchas variables que influyen en la probabilidad de infectarse tras la exposición al SRAS-CoV-2 --señala--. Independientemente de su grupo sanguíneo, las personas deben vacunarse completamente contra el COVID-19 y seguir tomando otras medidas preventivas adecuadas a su nivel de riesgo".
Indican que serán necesarios futuros estudios para descubrir las características del virus que son responsables en última instancia de la predilección por el grupo sanguíneo A, además de hasta qué punto se mantiene esta preferencia a medida que surgen nuevas variantes del SARS-CoV-2.