MADRID, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Covid-19 puede aumentar el riesgo cardiovascular y cerebrovascular en personas jóvenes y sanas, según han puesto de manifiesto dos estudios publicados recientemente en el 'International Journal of Environmental Research and Public Health' y en la revista 'Neurosurgery'.
En concreto, investigadores de la Thomas Jefferson University de Estados Unidos han observado que los pacientes con Covid-19 que habían sufrido un accidente cerebrovascular grave tendían a ser más jóvenes y, además, eran más difíciles de tratar.
"Los pacientes con accidente cerebrovascular que dieron positivo de Covid-19 a menudo eran más jóvenes, tenían múltiples vasos grandes bloqueados y, a menudo, tenían peores resultados que nuestros pacientes habituales", han explicado los expertos, cuyos resultados confirman los obtenidos en investigaciones anteriores.
Además, han comprobado que los pacientes con COVID-19 y con un problema cerebrovascular tenían muchos menos factores de riesgo cardiovascular habituales, como hipertensión, enfermedades cardíacas o presión arterial alta, en comparación con los pacientes con accidentes cerebrovasculares sin Covid-19. También tenían un mayor riesgo de muerte.
PROBLEMAS CARDIOVASCULARES
Por otro lado, investigadores de la Universidad Estatal de São Paulo (UNESP) en Brasil han evidenciado que incluso la infección leve a moderada por SARS-CoV-2 puede causar un desequilibrio en el sistema cardiovascular de adultos jóvenes sin enfermedades preexistentes.
Este estudio ha sido parte de un proyecto más amplio llamado 'Fit-COVID', que tiene como objetivo explicar algunas de las lagunas en el conocimiento científico sobre la historia natural de la enfermedad con un enfoque específico en los marcadores inmunitarios, inflamatorios y metabólicos, a la vez que se realiza una evaluación de la efectos moduladores de la actividad física y la composición corporal.
El principal hallazgo del estudio es que las personas que habían tenido Covid-19, aun habiendo tenido síntomas leves a moderados, tenían una frecuencia cardiaca fue más alta. Asimismo, según los autores, el estudio proporciona nuevos conocimientos sobre el papel del índice de masa corporal (IMC) y la actividad física en las personas que han pasado el Covid-19 y, por ende, puede ayudar a mejorar el tratamiento de los síntomas persistentes.