MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -
Las personas que viven con un cónyuge que padece una enfermedad cardíaca tienen más del doble de probabilidades de padecerlas ellas mismas, según un estudio presentado en la 70 Sesión Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología.
Los investigadores encuestaron a más de 5.000 parejas heterosexuales mayores de 45 años que vivían en siete regiones de China entre 2014 y 2016. Los participantes proporcionaron información sobre su historial de salud personal y el de su cónyuge, incluyendo detalles sobre factores de riesgo como el índice de masa corporal y la presión arterial; factores de estilo de vida como la actividad física, el tabaquismo y el consumo de alcohol; y factores socioeconómicos.
Para el estudio, los antecedentes de enfermedades cardiovasculares se definieron como la experimentación de un ataque al corazón o un accidente cerebrovascular o la realización de una intervención coronaria percutánea o un injerto de derivación de la arteria coronaria, que son procedimientos para abrir o derivar las arterias bloqueadas.
"Descubrimos que el riesgo de enfermedad cardiovascular de una persona está relacionado con el estado de salud y el estilo de vida de su esposa o marido --explica Chi Wang, investigador del Centro de Investigación de la Salud del Corazón en Pekín y autor principal del estudio--. Además de compartir factores de estilo de vida y el entorno socioeconómico, nuestro estudio sugiere que el estrés de cuidar a un cónyuge con enfermedad cardiovascular puede contribuir a aumentar el riesgo cardiovascular".
Investigaciones anteriores en este ámbito han señalado un aumento de los riesgos entre quienes cuidan de un cónyuge después de un accidente cerebrovascular. Según los investigadores, el nuevo estudio cuenta con una población de estudio mayor que la de los estudios anteriores y con información más completa sobre el estado de salud, los factores de riesgo y las variables de estilo de vida.
Dado que los datos proceden de múltiples regiones de China que representan una amplia gama de entornos económicos y culturales, Wang cree que los resultados probablemente sean similares a las tendencias en otros países de ingresos medios de todo el mundo. Añade que los hallazgos subrayan la necesidad de atención preventiva para los cónyuges de personas con enfermedades cardiovasculares.
"La atención sanitaria centrada en la familia desempeña un papel importante en la atención sanitaria crónica en todo el mundo --apunta Wang--. Nuestro hallazgo indica que la salud de los cuidadores debe ser controlada al igual que la de su cónyuge en el ámbito comunitario y de atención primaria".
Según los resultados, la relación entre los antecedentes de enfermedad cardíaca de la cónyuge y el propio riesgo de la persona era especialmente pronunciada en los hombres. Entre los hombres cuyas esposas padecían una enfermedad cardíaca, el 28% padecían ellos mismos una enfermedad cardiovascular, en comparación con el 12,8% de los hombres cuyas esposas no padecían una enfermedad cardíaca.
La probabilidad de que un hombre padeciera una enfermedad cardiovascular era mayor si su mujer tenía antecedentes de ictus, obesidad o tabaquismo. Los investigadores señalaron que el papel destacado de las mujeres en la determinación de la dieta familiar podría ayudar a explicar los resultados.
El 21% de las mujeres cuyos maridos padecían enfermedades cardíacas padecían ellas mismas enfermedades cardiovasculares, en comparación con sólo el 9% de las mujeres cuyos maridos no padecían enfermedades cardiovasculares. La probabilidad de que una mujer sufriera una enfermedad cardiovascular era mayor si su marido tenía antecedentes de ictus.
"El estado de salud y los factores de riesgo de las mujeres, que son las que impulsan el estilo de vida en la mayoría de las familias de distintos orígenes culturales, parecen afectar a sus maridos en mayor medida que los factores de riesgo de los maridos afectan a las esposas", señala Wang.
Los investigadores también examinaron las tendencias de la diabetes, pero descubrieron que tener un cónyuge con diabetes no aumentaba significativamente el riesgo de diabetes de la propia persona. Este hallazgo podría indicar que los factores genéticos y los antecedentes familiares de diabetes son el factor dominante para el riesgo de diabetes, apunta Wang.