MADRID, 21 Nov. (EDIZIONES) -
En octubre se cayeron WhatsApp, Instagram y Facebook a la vez. Una auténtica odisea para quien está enganchado al móvil. Fueron muchas las personas que probablemente lo pasaron mal.
Los españoles estamos enganchadísimos al móvil, lo de este principio de octubre es una señal de síndrome de abstinencia. La gente estaba enloquecida porque no iba WhatsApp y fue llevable porque no le iba a todo el mundo. Si llega a pasarte solo a ti, seguramente hubiera sido diferente, advierte en una entrevista con Infosalus Marc Masip, CEO fundador de Desconect@, y psicólogo experto en adicciones a nuevas tecnologías.
Nos cuenta que existe una patología relacionada y llamada nomofobia, un concepto que surgió en Inglaterra en 2009 y que básicamente describe la adicción al móvil, aunque no está catalogada como tal por la OMS de momento.
La nomofobia es el miedo irracional a estar sin teléfono móvil o no tenerlo del todo conectado, es decir, a tenerlo sin batería o datos, o dejártelo en casa, algo que nos produce un cambio emocional, describe el experto.
El primero de sus síntomas, y que probablemente sintieron muchos españoles con la caída mundial de las tres plataformas antes mencionada, es el síndrome de abstinencia, según remarca Masip.
También el ir mirándolo de vez en cuando para ver si ya funciona o no, en caso de que esté inoperativo. Otro signo, según apunta, puede ser el que sustituyas actividades de tu día a día porque estás más pendiente del móvil que de otras cosas. No es lo mismo fumarse un cigarro al día que dos cajetillas, ni una copa de vino que diez. Esto es lo mismo, clarifica el psicólogo.
Así, insiste en que tanto el cuánto como el cómo son fundamentales a la hora de empezar a sospechar de nuestra adicción al móvil. Si realmente se lo quitas a alguien y se enfada es otra señal de riesgo. Tiene que haber una afectación en el día a día, es un sentimiento real que te genere un malestar, mantiene Masip.
De hecho, lamenta que la nomofobia puede afectar a muchísimos planos de nuestra vida, por ejemplo, en nuestras relaciones personales que se pueden ver deterioradas. Ayer leía un estudio de la UOC que decía que el 81% de los jóvenes siente ansiedad antes de reunir el valor de hacer una llamada porque no les hemos sabido enseñar mejor. No les hemos enseñado que las relaciones no son a través de una pantalla como están acostumbrados, y ahora todo lo hacen por ahí. Hemos creado una sociedad cobarde que no puede y tenemos un gran problema con esto, sostiene.
El CEO de Desconect@ apunta también a que muchísimos accidentes de tráfico son consecuencia del empleo del móvil, al mismo tiempo que el rendimiento académico o laboral pueden verse mermados por el empleo del dispositivo. Igualmente, apunta al deterioro de muchas parejas, al perder el valor de las cosas, o el poder llegar a crear estrés, ansiedad, frustración y agresividad en casos muy concretos.
Es la primera causa de conflictos familiares en España, advierte este especialista, quien considera que también afecta no solo al tema postural y muscular, sino también a lo que dejamos de hacer por estar con el móvil. Cuando cojo el móvil si pierdo la noción del tiempo, me relajo y me evado, y no me doy cuenta de que en vez de diez minutos he estado media hora igual también debo pensar que tengo un problema, alerta Masip.
A su juicio, es fundamental no dar el móvil a los jóvenes hasta los 16 años, pero también la puesta en marcha de una ley estatal que regule su uso, y en los colegios se enseñe a emplearlo correctamente, así como desde las familias.
TIPS PARA DESINTOXICARNOS DEL MÓVIL EN EL DÍA A DÍA
Con todo ello, y para desintoxicarnos del móvil en nuestro día a día y hacer un uso más razonable y responsable, el CEO de Desconect@ subraya que el primer paso es tener claro que se trata de una herramienta que utilizamos, y no de la que dependemos.
Aunque insiste en que cada uno debe tener sus propias pautas, sí recomienda, por ejemplo, dormir sin el móvil; comer sin el móvil; cuando se está con amigos o con la familia hacerlo sin el móvil; conducir sin el móvil; estudiar sin el móvil; hacer deporte sin el móvil; y sobre todo pensar que cada minuto que destinas a la pantalla lo quitas de tu vida, ¿cuánto tiempo estás dispuesto a perder?.
En caso de sospechar de nomofobia, Masip anima a consultarlo con un psicólogo especialista en la materia y, como en cualquier otro caso, se realizará terapia, un tratamiento psicológico, seguramente reeducativo y con el que se buscará un buen uso y no la eliminación como objetivo final.