MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
El síndrome del intestino irritable (SII), con síntomas como el dolor y distensión abdominal (hinchazón), meteorismo y trastornos de la defecación (diarrea, estreñimiento o ambos), y que afecta a entre un 10 y un 15 por ciento de la población, es cada vez más común en jóvenes e incluso niños, según alertan con motivo del Día Nacional del Síndrome del Intestino Irritable, el próximo 21 de octubre.
El aumento de la prevalencia del SII se debe, sobre todo, al mayor conocimiento por parte de los pediatras, y que ha hecho que crezca el diagnóstico en los últimos años. "Ahora el pediatra de atención primaria está más concienciado con estos trastornos y se diagnostican más", afirma el doctor Guillermo Álvarez Calatayud, digestivo infantil en el Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid y presidente de la Sociedad Española de Microbiota, Probióticos y Prebióticos (SEMiPyP).
"Antes se buscaba una causa orgánica, por eso se hacían muchas pruebas y ahora se sabe que 90% de los dolores abdominales crónicos en la infancia se deben a causas que no son orgánicas, e influyen como el estado de ánimo del niño", apunta el presidente de la SEMiPyP.
Asimismo, existe un perfil específico de niños que padecen SII en los últimos años. Es un trastorno funcional más común en niñas, muy frecuentemente en chicos y chicas que son muy perfeccionistas, que van muy bien con los estudios, que tienen muchas actividades extraescolares, o que hagan algún deporte de alta competición, explica el doctor.
Los signos y síntomas de los trastornos funcionales digestivos (TFD) y, concretamente, del síndrome del intestino irritable en la infancia y adolescencia, siguen los criterios diagnósticos Roma IV específicos de la edad pediátrica, aunque en el niño mayor (por encima de los 4 años de edad) son muy superponibles a la de los del adulto, con dolor abdominal, distensión abdominal, meteorismo, etc., afectando la calidad de vida de pacientes y familiares.
"La recomendación principal para los padres que observan trastornos digestivos en su hijo, es que acudan al médico, si es posible al especialista digestivo infantil", asegura Calatayud, para quien es "muy importante por parte de los padres y del médico mantener una buena relación, una empatía especial con los pacientes y sobre todo con las familias", resalta el doctor.
En cuanto a la alimentación, el especialista del Gregorio Marañón recomienda cuidar la microbiota con un estilo de vida y una alimentación saludable, con dietas ricas en fibra, evitando fritos y grasas, una comida más rica en vegetales, con menos carne y grasas saturadas. "Vemos que se tiende a hacer dietas restrictivas, quitando la lactosa, el gluten y otro tipo de alimentos, que muchas veces no tiene ningún sentido ni base científica. Los pediatras tenemos que luchar contra eso e indicar que no todos los problemas que tiene son por alimentación".