Archivo - Micrografía electrónica de barrido coloreada de una célula infectada con SARS-CoV-2.
Archivo - Micrografía electrónica de barrido coloreada de una célula infectada con SARS-CoV-2. - NIAID - Archivo
Actualizado: lunes, 7 febrero 2022 12:59

MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -

Científicos de la Ludwig-Maximilians-Universitaet de Múnich, la Helmholtz de Múnich y la Universidad Técnica de Múnich (Alemania) han demostrado que el sistema inmunitario es capaz de neutralizar incluso a ómicron tras un total de tres exposiciones a la proteína viral de la espiga.

En su trabajo, publicado en la revista científia 'Nature Medicine', estos investigadores alemanes han dado respuesta a la pregunta de cómo se puede "educar" al sistema inmunitario para que luche contra ómicron y otras variantes del virus que escapan al sistema inmunitario.

Según sus hallazgos, tres exposiciones a la proteína viral de la espiga conduce a la producción de anticuerpos neutralizantes del virus no sólo en gran cantidad, sino también de alta calidad.

Estos anticuerpos de alta calidad se unen a la proteína viral de la espiga con más fuerza y también son capaces de combatir eficazmente la variante ómicron. Esto se aplica a las personas triplemente vacunadas, a las que se han recuperado de COVID-19 y luego se han vacunado dos veces, y a las personas doblemente vacunadas que luego han tenido un brote de la infección.

Los investigadores identificaron a personas que habían contraído el SARS-CoV-2 durante la primera ola de la pandemia en la primavera de 2020, y los compararon con un segundo grupo que no se habían infectado. Posteriormente, se ofreció a ambos grupos la vacunación con BioNTech/Pfizer y se les hizo un seguimiento durante casi dos años. La cohorte comprendía 98 personas recuperadas y 73 personas sin infección previa.

"Este estudio longitudinal es especialmente emocionante, porque podemos seguir la evolución de la respuesta inmunitaria a lo largo del tiempo contra el virus y después de la vacunación", explica uno de los líderes del trabajo, Percy Knolle.

En el nuevo estudio, el equipo ha definido ahora varios parámetros en la sangre de los participantes en el estudio: la concentración de anticuerpos contra la proteína viral de la espiga, la fuerza de unión de estos anticuerpos y su capacidad para neutralizar la infección de las variantes del SARS-CoV-2 en cultivo celular.

Para estimar el alcance de la inmunidad protectora, los dos últimos parámetros son especialmente importantes. El estudio reveló que la capacidad del sistema inmunitario para neutralizar el virus sólo se correlaciona débilmente con el título de anticuerpos. Por el contrario, era fundamental la eficacia con la que estos anticuerpos se unen al virus y, por tanto, desactivan la infección.

Como se preveía a partir de sus numerosas mutaciones, ómicron mostró la evasión más pronunciada de los anticuerpos neutralizantes en comparación con todas las demás variantes virales probadas. "En el caso de ómicron, se necesitan muchos más y mejores anticuerpos para prevenir la infección", señala otro de los autores, el profesor Oliver T. Keppler.

Los investigadores desarrollaron una nueva prueba de neutralización del virus, que les permitió analizar los anticuerpos en muchas muestras de suero y en diferentes variantes del virus con un alto rendimiento. "Un nuevo hallazgo de nuestro estudio es que las personas necesitan tres exposiciones distintas a la proteína de la espiga para acumular una actividad neutralizadora de alto nivel contra todas las variantes víricas, incluida ómicron", detalla otro de los científicos, Ulrike Protzer.

Las personas triplemente vacunadas sin una infección previa por el SARS-CoV-2 tenían casi el mismo título y calidad de anticuerpos neutralizantes contra ómicron que los convalecientes vacunados o las personas que tuvieron una infección por Delta u ómicron.

"En todos los casos, la actividad de neutralización alcanzó niveles igualmente altos y esto fue paralelo a un aumento de la fuerza de unión de los anticuerpos. La inmunidad creada o reforzada mediante la vacunación es clave para una protección eficaz contra futuras variantes del virus. Una infección reciente, por muy irritante e indeseable que sea, tiene de hecho el mismo efecto que una vacunación adicional en este importante brazo del sistema inmunitario", concluyen los autores.