MADRID, 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
Solo tres de cada diez españoles reconocen saber con seguridad qué es el cáncer de mama metastásico y, de hecho, el 25 por ciento considera que es una enfermedad curable, según una encuesta realizada por la Alianza Daiichi Sankyo y AstraZeneca en marzo de 2022 a 5.024 personas.
El estudio llevaba por objetivo conocer el grado de conocimiento entre la población española del cáncer de mama. Si bien más de la mitad de los españoles (54%) tienen o han tenido relación con el cáncer de mama, es amplio el desconocimiento (cuatro de cada diez) respecto al porcentaje de mujeres con cáncer mama que pueden llegar a desarrollar metástasis.
Asimismo, existe una asociación muy clara del término "metástasis" con enfermedad mortal y un 8,9 por ciento lo llega a considerar enfermedad crónica. Por otro lado, la mitad de los entrevistados cree que, a la hora de desarrollar un cáncer de mama metastásico, en cualquier edad hay riesgo. Mientras que en un 29 por ciento de los entrevistados, el tramo de edad de mayor riesgo es el de 41 a 50 años.
MÁS FRECUENTE EN MUJERES
Tres de cada cuatro entrevistados (76%) considera que el cáncer de mama afecta mayoritariamente a las mujeres, pero que también los hombres pueden padecerlo. Existe confusión porque más del 14 por ciento cree que solo le puede afectar a las mujeres.
En cuanto a las autoexploraciones, la gran mayoría de la población (83,5%) opina que hay que realizarlas en cualquier momento, sin importar la edad e independientemente de antecedentes clínicos (como por ejemplo un diagnóstico previo de cáncer de mama) y de que existan antecedentes familiares.
Ocho de cada diez encuestados (78%) reconocen que es necesaria más información sobre nuevos tratamientos, además de conocer más sobre hábitos saludables, calidad de vida y esperanza de vida, relacionados con el cáncer de mama.
HER2, EL MENOS CONOCIDO
Casi ocho de cada diez entrevistados reconoce no haber oído hablar de los distintos tipos de cáncer de mama. De los que sí, el más conocido es el BRCA1 y 2 (17%), las mutaciones más frecuentes en cáncer de mama hereditario. El menos conocido es el HER2+/-; señalado por apenas el 4,5 por ciento de los encuestados. El cáncer de mama triple negativo y el cáncer de mama HR+ hormonosensible se sitúan igual con un 6,4 por ciento.
Más del 78 por ciento considera necesario disponer de más información sobre nuevos medicamentos y muy pocos (8%) saben que los plazos de aprobación de nuevos tratamientos en España son mayores que en la UE. "El cáncer de mama metastásico es una enfermedad con manifestaciones clínicas muy variables y que actualmente constituye uno de los grandes retos en la investigación y en la práctica clínica en oncología. La investigación no puede detenerse. Los diagnósticos moleculares y la aparición de tratamientos personalizados son el camino", subraya Pilar Fernández, presidenta de la Asociación de Cáncer de Mama Metastásico (ACMM).
Otro dato importante es que existe una percepción dispar respecto a la igualdad de acceso a las distintas opciones terapéuticas en función del lugar de residencia, además de un importante índice de desconocimiento. El 37 por ciento afirma no saber si, ante un diagnóstico de cáncer de mama, se tendrían disponibles las mismas opciones terapéuticas independientemente del lugar de residencia.
El desconocimiento es mayor en los jóvenes y también mayor entre las mujeres que en los hombres. Por otra parte, las mujeres y los jóvenes que tienen una opinión consideran en mayor medida que esta igualdad no existe, mientras que entre los hombres y los más mayores, hay una proporción superior de los que creen que se ofrecen las mismas opciones terapéuticas en cualquier parte de España, que los que opinan lo contrario.
Tal y como explica la directora de Asuntos Corporativos y Acceso al Mercado de AstraZeneca España, Marta Moreno, "los resultados de la encuesta demuestran que el cáncer de mama metastásico sigue siendo un gran desconocido para la población".
A su juicio, la complejidad del cáncer de mama radica en que realmente hay cientos de subgrupos, cada uno con una diana terapéutica diferente, tanto si expresan mutaciones como si no. Esto, en la práctica, supone que existe un amplio espectro de realidades diferentes con sus propias peculiaridades clínicas, asistenciales y sociales. "Un claro ejemplo de ello es el cáncer de mama metastásico", afirma.