MADRID, 31 Oct. (EDIZIONES) -
Las hormonas son las responsables de las diferencias en la composición corporal de hombres y mujeres que, obviamente, influye en su rendimiento físico. Todo comienza en la pubertad. Hasta entonces, los 12-14 años, no hay diferencias en el rendimiento físico de mujeres y de hombres.
Según explica el experto en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte Josep Comellas en 'Hábitos inteligentes para tu salud' (Amat Editorial), la secreción de la hormona testosterona en los testículos de los hombres y de los estrógenos en la mujer son responsables de estas diferencias.
"La testosterona es una hormona anabolizante que produce un aumento en la densidad ósea y en la masa muscular. El resultado es que, a partir de la pubertad, el hombre empieza a tener huesos más grandes, una mayor cantidad de masa muscular, y un porcentaje de grasa inferior", remarca.
Mientras, afirma que los estrógenos en la mujer son la hormona que favorece el crecimiento de la pelvis, los pechos, y del almacenamiento de grasa en caderas y muslos. "El objetivo de estos depósitos está relacionado con la reproducción", añade.
A su vez, destaca que los estrógenos también favorecen el crecimiento de los huesos pero, precisa que a diferencia de la testosterona, este crecimiento se da en un periodo muy corto: "Entre 2 y 4 años después de la aparición de la pubertad. Los hombres, en cambio, tienen un crecimiento más lento y más largo que permite adquirir mayor tamaño".
UN 10% MENOS DE GRASA CORPORAL
Es más, subraya que las diferencias en la composición corporal de hombres y de mujeres determinan el rendimiento físico, de forma que el hombre maduro es hasta 13 centímetros más alto que una mujer madura, de 14 a 18 kilos más pesado, tiene entre un 6 y un 10% menos de grasa corporal, y de 3 a 6 kilos más de masa muscular.
"La masa muscular es determinante en el rendimiento físico por ser la responsable del movimiento; en cambio, la grasa no actúa activamente cuando nos movemos, al contrario, es algo que transportamos y que, por lo tanto, disminuye nuestro rendimiento", añade Comellas.
EL CORAZÓN TAMBIÉN ES DIFERENTE
Este especialista en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte señala igualmente que el rendimiento del sistema cardiovascular también difiere entre ambos sexos, de forma que, por ejemplo, el tamaño del corazón de la mujer es algo menor.
"Para expulsar la misma cantidad de sangre por minuto el corazón debe ir más rápido en una mujer. Por otro lado, tienen menor volumen de sangre y menor concentración de elementos sólidos en ésta, lo que significa que durante un ejercicio cardiovascular el corazón de la mujer deberá latir más rápidamente y que, por lo tanto, encontrará el límite antes".
Con todo, este experto sostiene que la suma de estos factores afecta al consumo máximo de oxígeno, "factor determinante" en el rendimiento en ejercicios cardiovasculares porque es sinónimo de transportar y de utilizar el oxígeno por parte de los diferentes órganos implicados en el ejercicio.