MADRID, 19 Nov. (EDIZIONES) -
Llegan dos épocas del año críticas para nuestros bolsillos, el Black Friday y la Navidad. Además, nos estamos adentrando en un invierno difícil a nivel económico. Son muchas las personas que derrochan dinero en estas épocas del año, y que incluso pueden presentar un trastorno de compras compulsivas, que se llama 'oniomanía'.
Charlamos en Infosalus con Anna Valentina Caprioli, psicóloga y experta del servicio de psicología 'on line' Buencoco, quien nos explica que la oniomanía es un trastorno que consiste básicamente en un "impulso difícil o imposible de comprar cosas, como si fuera una necesidad".
En realidad, reconoce que las causas no están todavía muy claras sobre por qué este fenómeno tiene lugar: "Se piensa que pueden ser biológicas y como en otras adicciones no funciona bien el sistema de la recompensa, y esto hace que nos dé gratificación lo que hacemos, el comprar en este caso. En las adicciones y en las compras compulsivas este sistema entra en juego".
Otras causas sobre las que apunta esta psicóloga serían el hecho de tener dinero a disposición, así como vivir en una sociedad donde tenemos mucha oferta a nuestra disposición para comprar. "Hay muchos factores que influyen, pero una causa sola no se ha encontrado", afirma.
En realidad, sostiene que en el Manual Diagnóstico de enfermedades mentales la oniomanía no está categorizada como un trastorno, si bien se está estudiando como un trastorno de adicción ligado al comportamiento, como el que puede darse con la adicción a Internet o al juego.
DEBES SOSPECHAR SI...
En estos casos, Anna Valentina Caprioli avisa de que debemos sospechar de que igual tenemos un problema si la persona siente un impulso de querer comprar de forma constante.
Otro punto clave sería que la persona lo que compra no lo hace por necesidad: "Cuando queremos comprar algo solemos elegir en función de las necesidades que tenemos. En el caso de las compras compulsivas sentimos una necesidad de comprar cualquier cosa y no lo podemos parar. Aunque después nos sentimos culpables podemos tener remordimientos o problemas sociales, así como económicos, o familiares. Pero a pesar de ello no logramos parar el impulso".
Así, insiste en que la primera campana que nos debe hacer sospechar de si somos víctimas de este fenómeno es si compramos muchas cosas que no nos sirven, si falta el criterio de 'lo he comprado, aunque no lo necesito'; y otro: si nos ponemos un presupuesto y hemos sobrepasado el mismo. "Es otra señal de que hay algo ahí que puede no estar bien", afirma.
Lamenta esta psicóloga de Buencoco que este trastorno ha aumentado en general en la población en los últimos años y ha pasado del uno al 6% de afectados. "En quienes sucede más a menudo es en las mujeres jóvenes entre los 20 y 30 años. Suele empezar a una edad temprana, aunque a veces uno no se da cuenta de que es un problema hasta que ha progresado y estás en la treintena", sostiene.
CÓMO SE TRATA
Una vez se ha sospechado, esta especialista indica que el primer paso se encuentra en nosotros mismos: "La primera cosa que podemos intentar es plantearnos un presupuesto determinado y hacer una lista de cosas que necesitamos comprar, y todo lo demás no comprarlo. Llevarnos el dinero en efectivo, porque cuando este se acaba no podemos comprar más. En Internet quitarnos ofertas en el correo, no meternos a ver páginas todos los días para ver qué cosas nuevas han llegado. Un primer paso consistiría en conductas a prevenir por nosotros mismos y controlar que esto se está convirtiendo en un problema".
Lo que pasa es que a veces nosotros solos no somos capaces de controlar esta situación y cuando te das cuenta de que, aunque quieres no lo puedes controlar, lo mejor, en su opinión, es buscar ayuda psicológica que nos puede ayudar a entender esa parte emocional de por qué necesitamos esas compras. "A veces porque forman parte de un trastorno obsesivo compulsivo, ligado a la depresión, a un problema de autoestima. Pueden darse diferentes situaciones de sufrimiento personal asociados a las compras compulsivas", añade Caprioli.
La terapia psicológica se basa en entender en primer lugar el problema, en qué consiste, porque no tiene por qué ser la misma causa para todo el mundo. Después, dice que en desarrollar estrategias para que esto continue y se puedan manejar las compras sin que sean compulsivas.
Sobre si tiene curación asegura que, como con cualquier otra adicción, con ayuda psicológica se puede superar, siendo la terapia de elección, en principio, solo la psicológica y porque entra más dentro de las dependencias de comportamiento.