MADRID 3 Ene. (EUROPA PRESS) -
El suelo juega un papel mucho más importante en la propagación de la resistencia a los antibióticos de lo que uno podría imaginar. Las actividades humanas, como la contaminación y el cambio de uso de la tierra, pueden alterar los ecosistemas del suelo y facilitar que los genes de resistencia se transfieran de las bacterias del suelo e infecten a los humanos.
La creciente emergencia para la salud pública que suponen las resistencias a los antimicrobianos ha adquirido una nueva faceta, y es que un equipo del Centro de Patógenos Emergentes, Zoonóticos y Transmitidos por Artrópodos en Virginia Tech (Estados Unidos) ha descubierto que las bacterias que se encuentran en el suelo pueden transmitir "rápidamente" sus genes de resistencia antibiótica una vez los han adquirido.
Los científicos, liderados por la profesora adjunta de Ingeniería Civil y Ambiental Jingqiu Liao, han demostrado que, una vez que los patógenos han incorporado los mencionados genes, que se encuentran en el suelo como parte de la actividad humana, pueden transmitirlos a otras especies capaces de infectar a los seres humanos, tal y como han publicado en la revista 'Nature Communications'.
Una de estas bacterias es la 'listeria monocytogenes', que habita en el suelo y puede abrirse camino hasta la cadena alimentaria y causar una enfermedad grave llamada listeriosis que, en personas con sistemas inmunológicos debilitados, tiene una tasa de mortalidad de entre un 20 y un 30 por ciento.
Los investigadores han considerado importante investigar el modelo de la listeria por su capcadidad para propagar los genes de resistencia antibiótica y para infectar a los humanos, y es que comprender estos patrones puede ayudar a encontrar formas de controlar la propagación de las resistencias, protegiendo la salud humana y preservando la eficacia de los antibióticos para las generaciones futuras.
"El suelo es un reservorio importante de bacterias resistentes y los genes de resistencia antibiótica. Los factores ambientales pueden amplificar los genes de resistencia antibiótica al crear condiciones que promuevan la supervivencia, la propagación y el intercambio de estos genes entre bacterias. Los mecanismos ecológicos y evolutivos subyacentes a la dinámica de los genes de resistencia antibiótica en los suelos siguen sin explorarse adecuadamente. En este proyecto, utilizamos la listeria como un modelo clave para comprender la aparición y el desarrollo de los genes de resistencia antibiótica en los suelos", ha declarado Liao.
Tras ello, ha explicado que la elección de la listeria se basa en que, aunque su resistencia en casos clínicos es "actualmente baja", estas bacterias "resisten naturalmente a varios antibióticos y están mostrando una mayor resistencia a otros", razón por la que se trata de "un buen modelo para rastrear el desarrollo de genes de resistencia antibiótica antes de que se convierta en un problema clínico generalizado".
Para ello, los miembros del equipo (conformado por Ying-Xian Goh, estudiante de doctorado y autor principal; Amy Pruden, profesora distinguida de la Universidad, Ingeniería Civil y Ambiental; Leigh-Anne Krometis, profesora, Ingeniería de Sistemas Biológicos; Hailong Zhang, profesor adjunto, Tecnología de la Información Empresarial; y Monica Ponder, profesora, Ciencia y Tecnología de los Alimentos) han analizado cerca de 600 genomas de listeria de muestras de suelo, tras lo que han identificado cinco genes de resistencia antibiótica principales en Estados Unidos.
LAS PROPIEDADES DEL SUELO TAMBIÉN AFECTAN A ESTA PROPAGACIÓN
La investigación también ha hallado que las propiedades del suelo y el uso de la tierra puede afectar a la propagación de los genes de resistencia antibiótica, poniendo como ejemplo que los suelos ricos en aluminio fomentan una mayor diversidad de estos genes, apuntando que "posiblemente" estresa a la bacteria y las hace más propensas a mantener los genes de resistencia.
Por el contrario, los suelos ricos en magnesio reducen la diversidad de estos, pues reduce la competencia entre bacterias. Las áreas forestales tienden a tener más genes de resistencia antibiótica "probablemente" porque la vida silvestre introduce los naturalmente al medio ambiente.
Los campos agrícolas pueden cambiar la composición del suelo y las comunidades microbianas, lo que influye en la diversidad de estos genes en bacterias como la listeria.
Todo ello demuestra la "importancia" de proteger los ecosistemas naturales, y es que "preservar la salud del suelo" es "vital" tanto para el medio ambiente como para la atención médica del futuro.
Por otro lado, los científicos han resaltado que en los hogares es importante que las personas eviten las actividades que puedan alterar las condiciones del suelo, como la eliminación inadecuada de desechos que pueden causar contaminación por metales, así como mantener buenas prácticas de saneamiento después del contacto con el suelo como después de la jardinería.
"Establecer una comprensión fundamental de los factores ecológicos que impulsan a estas bacterias en el suelo podría ayudarnos a comprender mejor la aparición, la evolución y la propagación de la resistencia a los antibióticos. Se trata de una amenaza urgente para la salud pública mundial", ha concluido Liao.