MADRID, 18 Oct. (EDIZIONES) -
La menopausia es una gran olvidada, a pesar de que es parte del proceso natural del envejecimiento de la mujer. Además, existe muchísimo desconocimiento sobre la misma, a la par que temor. El suelo pélvico es uno de los grandes afectados durante esta etapa. Coincidiendo con el Día de la Menopausia, que se celebra este miércoles, vamos a ver el porqué.
Según revela en una entrevista con Infosalus María Pérez, fisioterapeuta experta en suelo pélvico, creadora de La Pelvis Revolution, y colaboradora de INTIMINA, la aparición de la menopausia en las mujeres españolas se sitúa entre los 40 y los 55 años, siendo la media en nuestro país en torno a los 51 años.
Durante esta etapa, continúa esta experta, es habitual que se asomen algunos problemas que quizá la mujer no había tenido con anterioridad, aunque reconoce que muchos han aparecido ya antes con el embarazo.
"Por suerte, cada vez más mujeres van teniendo más en cuenta el suelo pélvico. Muchas lo descubren en los embarazos. Si has tenido la suerte de no tener ningún problema hasta ahora, sí pueden aparecer en la menopausia", sostiene.
LA CULPA: LOS CAMBIOS HORMONALES
Y es que es en esta etapa de la vida de la mujer se producen una serie de cambios hormonales "bastante potentes" que afectan a los tejidos, especialmente a los huesos, a los músculos, y a la grasa, según enumera; al mismo tiempo que influyen sobre los tejidos que dan sostén a nuestro cuerpo, como son las fascias, y los ligamentos, donde también se ve involucrado el suelo pélvico.
"El suelo pélvico es 20% músculo, y un 80% tejidos conectivos. Con el cambio hormonal no necesariamente tienen que aparecen síntomas. Pero si no tenemos conciencia de esta zona, hacemos actividades de riesgo, y precisamente no adecuadamente, y los hábitos de vida que mantenemos, por ejemplo, a nivel de alimentación, no son los mejores, todo ello nos afecta más en estos tejidos, y nos podemos encontrar con problemas en el suelo pélvico", detalla.
Apunta así que los principales problemas que surgen en el suelo pélvico durante la menopausia son: la incontinencia urinaria, el estreñimiento, la sequedad vaginal, y el prolapso.
Habla esta fisioterapeuta de suelo pélvico de sensación de pesadez también en la zona; y señala que, aunque no son propias de la menopausia, sí podemos padecer la entrada de aire en la vagina, los conocidos como 'pedos vaginales', que no solemos relacionarlos con el suelo pélvico cuando sí lo están; al tiempo que los dolores lumbares, puesto que esta zona del cuerpo está sustentada por el suelo pélvico, pero también por el abdomen.
LA IMPORTANCIA DE LA PREVENCIÓN
Es cierto que hay cosas sobre las que en principio no podemos controlar, dado que la menopausia es un proceso natural según reconoce, si bien asegura Pérez que sí hay formas para prevenir estos problemas, fundamentalmente a través de nuestros hábitos de vida.
Para ello, aconseja a la hora de cuidar del suelo pélvico y prevenir problemas en la menopausia el cuidar la alimentación, así como la gestión emocional, guardar descanso, realizar actividad física, "y algo que nos ayudará a prevenir mucho los problemas es conocer el suelo pélvico lo antes posible y entrenarlo, saber cómo incluirlo en el ejercicio que hacemos".
RUTINAS DEL DÍA A DÍA
Por otro lado, María Pérez recomienda ser conscientes en nuestra actividad diaria de aquellas sensaciones que no queremos tener en nuestro suelo pélvico, de apertura o de empuje, y evitarlas.
A la hora de cuidar del suelo pélvico esta especialista recomienda la realización de ejercicios de Kegel, ahora bien, estos dice que siempre deben estar pautados por un profesional, quien determinará la forma en la que deben realizarse y diseñará un plan de entrenamiento personalizado para cada persona en función de sus necesidades puesto que, según insiste, "no hay que hacer muchos al día, sino establecer los necesarios". Recuerda que hay aparatos que son capaces de medir la fuerza del suelo pélvico de la persona y que ayudan en este sentido.
El trabajo tanto de suelo pélvico como de abdomen profundo, que trabajan juntos en las lumbares por ejemplo como hemos contado, es otra de sus aportaciones para el cuidado de la zona en esta etapa de la vida. Dice que se tienen que activar principalmente y de forma voluntaria al realizar determinadas acciones, algo que se puede trabajar con ejercicios más funcionales, como de equilibrio, siempre pautados por un especialista, y "teniendo en cuenta que no sintamos lo que no queremos sentir, esa sensación de empuje hacia afuera".
Defiende en este punto María Pérez la necesidad de trabajar con profesionales que nos puedan guiar porque a nivel de suelo pélvico, de fisioterapeutas formados en la materia; así como a nivel de los profesionales del movimiento, "cada vez hay más entrenadores conscientes de la necesidad de trabajar el suelo pélvico en el entreno".
En última instancia, esta experta recomienda acudir siempre en el inicio de la menopausia a un fisioterapeuta experto en suelo pélvico si nunca se ha asistido a una consulta de estas características: "Da mucha información y es una forma en la que puedes incorporar el suelo pélvico en tu día a día con pocas pautas. Si ya hay sensación de pesadez, hay un prolapso, o pérdidas de orina está bien el tenerlo controlado desde el fisioterapeuta y que éste dé pautas para que no vaya a más. Cualquier síntoma antes descrito es interesante acudir".