MADRID, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
El tabaquismo tiene muchas probabilidades de empeorar la gravedad de la COVID-19 y el riesgo de morir a causa de la infección, según un amplio estudio del Biobanco del Reino Unido, publicado en línea en la revista respiratoria 'Thorax'.
Se trata del primer estudio de este tipo en el que se reúnen datos observacionales y genéticos sobre el tabaquismo y la COVID-19 para reforzar la base de pruebas.
Los investigadores señalan que los datos sobre si el tabaquismo se asocia a una mayor probabilidad de infección por COVID-19 más grave han sido inconsistentes.
Varios estudios realizados al principio de la pandemia informaron de una menor prevalencia de fumadores activos entre las personas ingresadas en el hospital con COVID-19 que en la población general. Pero otros estudios basados en la población han sugerido que el tabaquismo es un factor de riesgo para la infección.
Sin embargo, la mayoría de las investigaciones realizadas hasta la fecha han sido de carácter observacional y, por tanto, no han podido establecer un efecto causal. Por ello, los investigadores combinaron análisis observacionales y de aleatorización mendeliana para comprender mejor la relación.
La aleatorización mendeliana es una técnica que utiliza variantes genéticas como sustitutos de un factor de riesgo concreto -en este caso, variantes genéticas que hacen que alguien sea más propenso a fumar o a fumar más intensamente- para obtener pruebas genéticas que apoyen una relación causal.
Se basaron en los registros de atención primaria vinculados, los resultados de la prueba COVID-19, los datos de ingresos hospitalarios y los certificados de defunción para buscar asociaciones entre el tabaquismo y la gravedad de la infección por COVID-19 de enero a agosto de 2020 en 421.469 participantes del Biobanco del Reino Unido, a todos los cuales se les había analizado su composición genética cuando aceptaron participar en 2006-10.
Durante el periodo de estudio, 13.446 (3,2%) personas se sometieron a una prueba de hisopo (PCR) de COVID-19, de las cuales 1649 (0,4%) resultaron positivas; 968 (0,2%) requirieron ingreso hospitalario y 444 (0,1%) murieron como consecuencia de su infección.
La mayoría (59%) de los participantes no había fumado nunca, más de un tercio (37%) eran exfumadores y sólo el 4% eran fumadores actuales. Entre los fumadores actuales, la mayoría (71%) eran fumadores ligeros o moderados (1-19 cigarrillos/día); sólo el 29% eran fumadores empedernidos (20+/día).
En comparación con los que nunca habían fumado, los fumadores actuales tenían un 80% más de probabilidades de ser ingresados en el hospital y una probabilidad significativamente mayor de morir a causa de la COVID-19.
Los investigadores utilizaron la aleatorización mendeliana para evaluar si una predisposición genética al tabaquismo y al consumo excesivo de tabaco podría tener un papel en la gravedad de la COVID-19 entre 281.105 de los participantes originales que vivían en Inglaterra.
Esto reveló que la predisposición genética al tabaquismo se asociaba a un riesgo 45% mayor de infección y a un riesgo 60% mayor de ingreso hospitalario por COVID-19.
También mostró que una predisposición genética a fumar más intensamente se asociaba con un riesgo de infección de más del doble, un riesgo de ingreso hospitalario 5 veces mayor y un riesgo de muerte por el virus 10 veces mayor.
Aunque los investigadores reconocen que sólo se basaron en los datos de las pruebas COVID-19 de los hospitales y no en datos más representativos de la comunidad, señalan la similitud de los hallazgos en ambos conjuntos de análisis.
"En general, la congruencia de los análisis observacionales que indican asociaciones con conductas de tabaquismo recientes y los análisis [de aleatorización mendeliana] que indican asociaciones con la predisposición al tabaquismo a lo largo de la vida y la intensidad del tabaquismo apoyan un efecto causal del tabaquismo en la gravedad de COVID-19", concluyen.
"La idea de que el tabaquismo pueda proteger contra el COVID-19 siempre fue improbable", afirman los doctores Anthony Laverty y Christopher Millet, del Imperial College de Londres, en un editorial vinculado.
"Una pandemia respiratoria debería ser el momento ideal para centrar las mentes colectivas en el control del tabaco", añaden, destacando un informe reciente del Real Colegio de Médicos. En él se señala que el Reino Unido no está en vías de alcanzar el objetivo declarado por el gobierno de una prevalencia del tabaquismo inferior al 5% para 2030, y que el tabaquismo sigue siendo una de las principales causas de desigualdad sanitaria.
En un podcast vinculado, el investigador principal, el doctor Ashley Clift, lanza un mensaje claro para los fumadores: "Nuestros resultados sugieren claramente que el tabaquismo está relacionado con el riesgo de padecer COVID grave, y al igual que el tabaquismo afecta al riesgo de padecer enfermedades cardíacas, diferentes tipos de cáncer y todas las demás afecciones con las que sabemos que el tabaquismo está relacionado, parece que ocurre lo mismo con la COVID. Así que ahora podría ser un momento tan bueno como cualquier otro para dejar los cigarrillos y dejar de fumar", sugiere.