MADRID 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
El insomnio es uno de los trastornos del sueño más frecuentes, con un impacto significativo en el bienestar físico y mental. Factores como el estrés, la ansiedad, los malos hábitos de sueño y alimentación, así como el consumo de alcohol o cafeína, pueden dificultar la conciliación del sueño y afectar la calidad del descanso.
La falta de sueño no solo provoca fatiga crónica, sino que también deteriora la concentración, la memoria y la toma de decisiones, aumentando la irritabilidad y reduciendo la capacidad de afrontar el día a día con claridad. Para combatir este problema, existe una técnica militar diseñada para ayudar a los soldados a dormirse en menos de dos minutos, incluso en situaciones extremas.
Este método fue documentado en el libro 'Relax and Win: Championship Performance In Whatever You Do', escrito por Lloyd Bud Winter y publicado en 1981. A pesar de su antigüedad, en los últimos años y gracias a las redes sociaels ha resurgido y despertado el interés de quienes buscan soluciones efectivas para mejorar su descanso.
EL ORIGEN DEL MÉTODO: UNA SOLUCIÓN PARA LOS PILOTOS DE COMBATE
La Segunda Guerra Mundial puso en evidencia un problema en las filas del ejército estadounidense: el estrés y la falta de sueño estaban afectando el rendimiento de los pilotos de combate, llevándolos a cometer errores fatales en misiones cruciales.
Ante esta situación, la Escuela de Prevuelo de la Marina de los Estados Unidos desarrolló un método para ayudar a los soldados a quedarse dormidos en menos de dos minutos, sin importar el entorno ni las condiciones en las que se encontraran.
CÓMO FUNCIONA LA TÉCNICA MILITAR PARA DORMIR EN DOS MINUTOS
El procedimiento consta de cuatro pasos clave, que deben practicarse de forma progresiva para alcanzar un estado de relajación total:
1. Relajar los músculos faciales: Se debe liberar la tensión de la cara, incluyendo la lengua, mandíbula, pómulos y frente, así como los seis músculos que rodean las cuencas oculares. A menudo, al acostarnos, fruncimos el ceño o cerramos los ojos con demasiada fuerza sin darnos cuenta. Relajar estos músculos puede generar una sensación inmediata de alivio.
2. Liberar la tensión de los hombros y brazos: Hay que concentrarse en relajar los hombros, dejándolos caer lo más bajo posible. Posteriormente, se debe hacer lo mismo con los brazos, comenzando por uno y luego el otro.
3. Controlar la respiración: La clave aquí es inhalar y exhalar de manera consciente y profunda, permitiendo que el pecho se relaje completamente. Al mismo tiempo, hay que aplicar la misma técnica de relajación en las piernas, primero una y luego la otra.
4. Vaciar la mente durante 10 segundos: Para alcanzar un estado de calma mental, Bud Winter sugiere en su libro imaginar una de estas tres escenas:
- Flotar en una canoa en medio de un lago sereno, con el cielo azul sobre la cabeza.
- Acurrucarse en una hamaca de terciopelo negro dentro de una habitación completamente oscura.
- Repetirse a sí mismo la frase "no pienses, no pienses, no pienses" durante diez segundos.
Con el tiempo y la práctica, este proceso se convierte en una rutina de relajación automática, lo que facilita conciliar el sueño de manera más rápida y efectiva.
¿ES ESTA TÉCNICA UNA SOLUCIÓN DEFINITIVA PARA EL INSOMNIO?
Si bien este método ha demostrado ser efectivo para muchas personas, no es una solución universal para los problemas del sueño. La higiene del sueño, es decir, mantener horarios regulares, evitar pantallas antes de dormir y reducir el consumo de cafeína, sigue siendo fundamental para mejorar la calidad del descanso.
En cualquier caso, para quienes experimentan insomnio severo o persistente, lo recomendable es consultar con un especialista en salud del sueño que pueda evaluar las causas subyacentes y recomendar un tratamiento adecuado.