MADRID, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos) han evidenciado que los tejidos de los órganos se vuelven cada vez más inmunes a lo largo de la vida.
"Históricamente, los estudios del sistema inmunitario han hecho hincapié en su carácter renovable a través de la médula ósea, los órganos linfoides y la sangre. Nuestro trabajo demuestra hasta qué punto este modelo no tiene en cuenta las numerosas células inmunitarias distribuidas por otros órganos del cuerpo, donde surgen la mayoría de las infecciones y los tumores. Lo que descubrimos acaba pintando una imagen mucho más amplia de cómo el sistema inmunitario lleva a cabo la vigilancia de todo el cuerpo en busca de patógenos, daños en los tejidos y tumores", explica el doctor Saythi Wijeyesinghe, autor principal del estudio, que se ha publicado en la revista 'Nature'.
Los principales hallazgos del estudio son que las células T antivirales que residen en la mayoría de los órganos del cuerpo persisten a lo largo del tiempo y frente a exposiciones infecciosas extensas.
De la misma forma, han señalado que, a diferencia de otros sistemas de órganos, el sistema inmunitario se vuelve cada vez más inmune a lo largo de la vida, lo que constituye una respuesta natural a las exposiciones microbianas acumuladas a lo largo del tiempo.
En el estudio, hasta el 25 por ciento de las células de los órganos eran células inmunitarias, lo que indica que el sistema inmunitario contribuye significativamente a la composición celular del cuerpo. Y, junto con las células T antivirales, la mayoría de las demás células inmunitarias también residen de forma duradera en los tejidos de los órganos.
Wijeyesinghe también descubrió de forma inesperada cómo las células T residentes en los tejidos pueden servir de origen para las células T de memoria en la sangre. Como siguiente paso en esta investigación, el laboratorio está desarrollando nuevas técnicas para rastrear el destino de estas células inmunitarias, con la esperanza de seguir diseccionando la relación entre la inmunidad transmitida por la sangre y la basada en los tejidos.