MADRID, 19 Oct. (EDIZIONES) -
Hay dos tipos de alergia a los himenópteros: a las avispas y a las abejas. Estos animales provoca, a su vez, dos tipos de alergia. Por un lado están las locales, que son reacciones en las que te pica el insecto y a lo largo de unas horas se empieza a inflamar; que son más o menos frecuentes, afectando a un 24% de la población general.
"Pero después se encontrarían las reacciones graves, generalizadas, que son las anafilaxias, y aunque son poco frecuentes, afectan a un 3% de la población general", subraya en una entrevista con Europa Press Infosalus una de las mayores expertas en picaduras de insectos de nuestro país, y miembro del Comité de Alergia a Himenópteros de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), la doctora Teresa Alfaya.
Esta especialista del Hospital Universitario Fundación Alcorcón nos cuenta así que la alergia a los himenópteros no se puede predecir, y nadie puede saber si es alérgico o no a estas picaduras hasta que tiene una reacción alérgica. "Cuando la tiene debe acudir a Alergología, donde se le hacen pruebas cutáneas, así como determinación de IG especifica en sangre, y con esta información se hace un diagnóstico; pero no se puede saber con anticipación quien va a ser alérgico", remarca.
Para que uno sea alérgico, según prosigue esta alergóloga, ha tenido que sufrir picaduras previas de avispas o de abejas: "La primera vez que nos pica una abeja o una avispa nunca tendremos una reacción alérgica porque el organismo no tiene anticuerpos IgE frente a esos venenos. Ahora bien, cuando sufrimos picaduras repetidas, ahí sí aumenta el riesgo, y en ese 3% antes comentado, algunas personas pueden tener una reacción generalizada tras sufrir una picadura, de carácter grave, desde una urticaria, hasta afectación respiratoria y cardiovascular, además de que también hay muertes, aunque son poco frecuentes".
LAS HERRAMIENTAS TERAPÉUTICAS
Cuando a alguien se le diagnostica de una reacción generalizada es importante, según comenta esta alergóloga del Hospital Universitario Fundación Alcorcón, que lleve la adrenalina y otros tratamientos de rescate como los antihistamínicos y los corticoides, por si sufre una nueva picadura. Pero, a su juicio, lo más importante es que sea valorado por un alergólogo.
"El tratamiento específico es la inmunoterapia con veneno de himenópteros cuenta con una eficacia altísima superior al 85%. Prácticamente esta terapia cura la alergia a este veneno en la mayor parte de los pacientes; pero el problema es que los pacientes no nos llegan a los alergólogos. Después de una picadura y de una reacción alérgica generalizada se debería acudir a un alergólogo, y de estar indicado el tratamiento, cualquier paciente puede tener acceso a este tratamiento si está indicado", remarca.
LA PRUEBA DE LA REPICADURA
Precisamente, el Servicio de Alergología del Hospital Universitario Fundación Alcorcón es el primero en la Comunidad de Madrid, y uno de los pocos en España, que realiza la prueba de repicadura controlada hospitalaria, una inmunoterapia con veneno de himenópteros capaz de curar alergia, en 2021 de la mano de la doctora Alfaya.
"Administramos el veneno del himenóptero al que tiene alergia el paciente de forma controlada en el hospital, y mantenerlo luego mensualmente durante 5 años. "Son tratamientos muy largos, y consiste en un proceso de sensibilización en el que se curan los pacientes", subraya esta experta.
De esta manera, mantiene que la mayor parte están protegidos frente a estos casos de alergia grave gracias a la inmunoterapia, "si bien entre un 10-15% que no lo están", y para ello se realiza la prueba de repicadura controlada: "Consiste en someter al paciente a la picadura del insecto vivo al que le tiene alergia, de forma controlada, para comprobar si el tratamiento de inmunización es efectivo o debe ajustarse. En un periodo de observación de dos horas se comprueba qué reacción tiene".
Cuenta que, por ejemplo, gracias a esta prueba se vence ese miedo que tienen muchos pacientes a la alergia a los himenópteros y a salir al campo, mejorando en consecuencia la calidad de vida de estos pacientes.
Al mismo tiempo que defiende esta especialista de la SEAIC y del Hospital Universitario Fundación Alcorcón que esta prueba de repicadura, si es positiva en el paciente que recibe inmunoterapia, sirve para ajustar la dosis de la vacuna de inmunoterapia, subir de dosis o incluso cambiar de inmunoterapia o de vacuna.