MADRID 20 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los resultados de los ensayos clínicos de la Red de Retina del Diabetic Retinopathy Clinical Research (DRCR), el Instituto Nacional del Ojo, de Estados Unidos, sugieren que una estrategia escalonada, en la que los pacientes con edema macular diabético empiezan con un medicamento menos caro y cambian a otro más caro si la visión no mejora lo suficiente, da resultados similares a los de empezar con el fármaco más caro, según publican los investigadores en el 'New England Journal of Medicine'.
La principal complicación del edema macular diabético, la acumulación de líquido en la retina que provoca la pérdida de visión, suele tratarse con fármacos contra el factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF). En el ensayo se examinó concretamente un régimen escalonado de los fármacos anti-VEFG 'Avastin' (bevacizumab) y 'Eylea' (aflibercept).
"Nuestro estudio demostró que cambiar de tratamiento cuando es necesario es una estrategia razonable --afirma el doctor Chirag Jhaveri, del Centro de Investigación de Retina de Austin (Texas), autor principal del estudio--. Las compañías de seguros suelen exigir a los médicos que empiecen con el tratamiento menos costoso, así que realmente queríamos ver cómo una estrategia de tratamiento específica con este enfoque afectaría a la atención de los pacientes".
El edema macular diabético está causado por alteraciones de los vasos sanguíneos de la retina relacionadas con la diabetes. Los síntomas incluyen visión borrosa. Si no se trata, la pérdida de visión puede ser permanente y progresar hasta la ceguera. Las inyecciones retinianas de fármacos anti-VEGF pueden restaurar la visión.
La Red de Retina del DRCR demostró anteriormente que 'Avastin' y 'Eylea' mejoran la agudeza visual en personas con edema macular diabético. Sin embargo, mientras que 'Eylea' está aprobado por la FDA para tratar el edema macular diabético y da mejores resultados visuales en promedio, 'Avastin', que no está indicado, es mucho menos costoso y a veces es exigido por las aseguradoras como tratamiento de primera línea.
En el estudio participaron 270 personas con edema macular diabético, algunas de las cuales recibieron tratamiento en ambos ojos. En el momento de la inscripción, todos tenían una agudeza visual mejor corregida de entre 20/50 y 20/320. A la mitad de los ojos del estudio se les asignó 'Eylea' desde el principio, y a la otra mitad, 'Avastin'.
En el caso de los participantes que necesitaban tratamiento en ambos ojos, cada ojo comenzó el tratamiento con un fármaco diferente. Los participantes recibieron inyecciones de 'Avastin' o 'Eylea' cada cuatro semanas durante 24 semanas. Si los ojos asignados a 'Avastin' no alcanzaban los puntos de referencia de mejora preestablecidos a partir de las 12 semanas, el ojo se cambiaba a 'Eylea'.
Después de 24 semanas, los médicos podían reducir la frecuencia de las inyecciones según fuera necesario para mantener la agudeza visual. El estudio recogió información sobre la estructura de la retina y la agudeza visual de los participantes durante dos años.
Al cabo de dos años, los ojos de ambos grupos presentaban resultados de agudeza visual similares, con una mejora media de aproximadamente tres líneas en una tabla optométrica, en comparación con el inicio del ensayo. En el grupo de 'Avastin', el 70% de los ojos cambiaron a 'Eylea' durante el estudio.
"Aunque la mayoría de los participantes que recibieron 'Avastin' acabaron cambiando a 'Eylea', siguieron teniendo una mejora durante esas semanas iniciales, aunque no alcanzaran nuestros puntos de referencia preestablecidos", subraya Adam Glassman, del Centro Jaeb de Investigación Sanitaria y director del centro coordinador de la Red de Retina del DRCR. "
Existen grandes disparidades de costes entre estos fármacos, por lo que las diferencias en las estrategias de tratamiento pueden tener implicaciones económicas sustanciales", señala.
"Hemos demostrado aquí un método para gestionar un tratamiento escalonado, en el que los resultados son similares al mejor protocolo de tratamiento existente con 'Eylea'", destaca la doctora Jennifer Sun, del Centro de Diabetes Joslin y la Escuela de Medicina de Harvard, en Boston, y presidenta de las iniciativas de diabetes de la Red de Retina DRCR.
"Cada vez que podemos añadir a la caja de herramientas de un clínico, ya sea un nuevo medicamento o un nuevo enfoque para el uso de los medicamentos existentes, como en este estudio, es un beneficio para los pacientes", recuerda.