MADRID, 9 May. (EUROPA PRESS) -
Un trabajo de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), la Universidad de Barcelona (UB) y la Universidad de las Américas (UDLA) de Ecuador ha mostrado que la terapia de constructos personales es tan eficaz como una terapia psicológica estándar a la hora de mejorar los síntomas depresivos y la calidad de vida de las pacientes con fibromialgia, según se ha publicado en la revista 'International Journal of Clinical and Health Psychology'.
En concreto, ambas terapias han reducido los síntomas de depresión en aproximadamente el 60 por ciento de las mujeres participantes en el estudio, por los que los investigadores sugieren que se abre la puerta a una mayor personalización de los tratamientos.
El trabajo, coordinado por el catedrático de la Facultad de Psicología y el Instituto de Neurociencias de la UB, Guillem Feixas, ha incluido a 106 mujeres con fibromialgia y síntomas depresivos que eran atendidas en diez lugares diferentes: dos centros de salud mental y ocho centros de atención primaria. El equipo investigador señala que la asociación entre fibromialgia y depresión es frecuente en estas pacientes y parece viajar en los dos sentidos: una aumenta el riesgo y empeora las características de la otra.
Las voluntarias han seguido una terapia psicológica semanal durante cerca de cuatro meses. La mitad recibió una terapia estándar de tipo cognitivo-conductual, que ya se ha mostrado moderadamente eficaz en este tipo de pacientes. La otra mitad siguió un tratamiento basado en la terapia de constructos personales, un enfoque diferente y "centrado en la identidad de las personas, en cómo se ven a sí mismas, cómo ven lo que les pasa y cómo ven a los demás", ha explicado Joan Carles Medina, también autor del trabajo, profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC e investigador de la UB.
Los resultados del estudio muestran que ambas terapias redujeron los síntomas de depresión en aproximadamente el 60 por ciento de las mujeres participantes y que no hay diferencias significativas entre tratamientos. Además, también muestran mejorías en cuanto al impacto de la enfermedad en su funcionamiento diario y respecto al dolor. En concreto, prácticamente una de cada cuatro pacientes que recibieron la terapia de constructos personales mejoró su funcionamiento de forma relevante a medio plazo, y una de cada seis vio disminuido su dolor.
"La fibromialgia no tiene una causa concreta conocida y tampoco una cura, pero una mejora psicológica repercute en la salud física", Esto, en especial, es importante en una enfermedad que todavía es cuestionada por algunos médicos y a la que en muchas ocasiones se da menos importancia por el hecho de que afecta mayoritariamente a mujeres", ha asegurado la coautora del estudio, Mari Aguilera.
La terapia estándar de tipo cognitivo-conductual "está más interesada en la forma de modificar la conducta que en el porqué de esta", ha detallado Aguilera, mientras que la terapia de constructos personales tiene un foco especial "en cómo construyes tu mundo y a qué das significado. Pero no se trata tanto de enfrentarlas como de comprobar que las dos pueden ser útiles desde una posición diferente".