MADRID, 21 Ene. (EDIZIONES) -
La plataforma HBO ha puesto de moda sin quererlo, y ha elevado nuestro interés por los hongos, a raíz de la serie 'The Last of Us', donde hay una pandemia por un hongo que invade a las personas, aunque todo en este caso es ciencia ficción.
Pero es que no hay que olvidar que los hongos no son ajenos a nosotros. Están en todas partes y en distintas formas. Ahora con el invierno, las abundantes lluvias y humedades pueden ocasionar en nuestros hogares moho, un tipo de hongo. También en el campo podemos respirar esporas de hongos, e incluso comerlos.
La verdad es que, según nos confiesa el portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), el doctor Julio García, el mundo del hongo "es apasionante y muy poco conocido por la sociedad".
Dice que el moho concretamente es un hongo, muy cercano a los champiñones, níscalos, amanitas y boletus. "Está muy extendido en la tierra", afirma. Concreta que dentro de este mundo se distinguen los 'levaduriformes', como la levadura de la cerveza o del pan; o los hongos 'filamentosos', como el moho, con esa especie de crecimiento en forma de pelusa que crece sobre restos orgánicos en descomposición y también sobre zonas húmedas.
"Al moho le gusta la humedad, y aparece también en las duchas, en las cortinas de duchas, en zonas donde hay goteras. Son frecuentes. Nos rodean porque ahora mismo estamos respirando esporas de hongos, pero en nuestro caso como estamos sanos no tiene mayor trascendencia, de igual forma que respiramos otros microorganismos", afirma este experto.
ALERGIAS E INFECCIONES SOBRE TODO
A la hora de afectar a nuestra salud confiesa que hay muchas posibilidades, siendo la forma más conocida la alergia. "Hay algunos mohos como la alternaria, de color negro, y la que en ocasiones tiñe las cortinas de baños, por ejemplo, y está asociada con procesos alérgicos", remarca.
Pero el doctor García también recuerda que algunos mohos pueden producir intoxicaciones porque producen micotoxinas, como en el caso de las del género aspergillus, que parasitan el cereal, sobre todo, y producen aflatoxinas (toxinas), capaces de producir necrosis hepática y muerte. "Por eso los ministerios de Agricultura chequean los depósitos de grano donde crece este moho", apostilla el doctor García.
También pueden ocasionar infecciones, según prosigue. Como sería el caso, por ejemplo, según cita, de personas que usan lentillas, y en el campo se les mete en el ojo un resto de vegetal y les hace una herida, y donde puede haber restos de moho, que den lugar a una infección, a una úlcera corneal.
"Vemos secundarios a traumatismos a tráficos, a accidentes en el campo, cómo las heridas se contaminan con restos del suelo y ahí empieza a crecer una especie de pelusa como la que crece en tomates pasados e impide que el paciente cure. De hecho, recuerda que en el tsunami del sudeste asiático, donde hubo más de 250.000 muertes, muchas personas a posteriori murieron por infecciones secundarias debido a las heridas producidas por los restos vegetales, de ramas, de madera de árboles, con hongos filamentosos".
QUIENES SON MÁS VULNERABLES FRENTE A ELLOS
Habla igualmente de que la población más sensible a este respecto son la población inmunosuprimida, los trasplantados de médula ósea o de órganos sólidos, pacientes con EPOC, pacientes oncológicos que se colonizan por estos hongos y pueden producir infecciones invasoras con alta tasa de mortalidad.
Sobre la exposición en las casas al moho que puede salir temporalmente, el doctor García remarca que si uno está sano no hay problema, aunque con el tiempo si la exposición es constante y prolongada puede desarrollar una alergia. "Ahora bien, si uno tiene algún paciente inmunodeprimido en casa, debe tomar todas las medidas para evitar que no se produzcan humedades. También cuando se vayan a hacer obras, los inmunodeprimidos deben salir de casa, porque estas son fuente de incremento de esporas en suspensión en el aire", añade el doctor.
Así, insiste en que el tipo de patología depende del hongo y del huésped, y si se está sano como mucho se podrá desarrollar una alergia, pero si uno tiene un problema de inmunidad, o factores de riesgo en este sentido, y se vive en áreas donde se producen estas humedades y donde hay más restos, estas personas tienen más riesgo a la larga de hacer una infección invasora.
QUÉ HACER ANTE UNA HUMEDAD O MOHO EN LAS CASAS
A juicio del portavoz de esta sociedad científica, si uno tiene un familiar inmunodeprimido, en caso de aparición de humedades o de moho debe evitar que esté en esas áreas y corregir estas lo más rápido posible, así como asear y pintar la zona; y si hay problemas de humedades intentar hacer tratamientos para impermeabilizar paredes.
Recuerda que los mohos están ahí, nos pueden infectar y ser graves, pero también resalta que nos ayudan los hongos filamentosos en la industria alimentaria o farmacéutica. Por ejemplo, una especie, el hongo penicillium, produjo la penicilina; pero también el penicillium roqueforti, para el queso roquefort; o aquellos hongos con los que se produce la comida en fiambre, como el fuet, que tiene esa capa blanquecina que es moho.
"La mayor parte son beneficiosos, pero en algunas ocasiones y sobre todo en población muy sensible hay que tener mucho cuidado y evitarlos. Muchos de estos hongos son fitopatógenos, afectan a plantas, por lo que se prohíbe en muchos hospitales el llevar plantas o flores, ya que esto puede suponer la puerta de entrada a estos pacientes sensibles que están en el hospital. Si uno va a visitar a un paciente regálele un libro o caja de bombones", sentencia el portavoz de la SEIMC.