MADRID, 21 Jul. (EDIZIONES) -
No se puede esperar a la hora de cuidar de los dientes de nuestros hijos. Estos deben cuidarse desde el nacimiento, y aunque sean dientes de leche, porque su cuidado determinará los dientes definitivos. Esto además, será determinante a la hora de que nuestros hijos, en muchos casos, no en todos, lleven o no ortodoncia, tan de moda entre los adolescentes actualmente.
Eider Unamuno es odontóloga especializada en Ortodoncia Preventiva y Odontología Deportiva, y madre de dos niños. Se la conoce como la 'dentista inconformista' y acaba de publicar 'Cuida los dientes de tu hijo' (Amat Editorial), la primera guía para cuidar la salud dental de nuestros hijos desde que nacen hasta los 6 años.
"Creemos que la genética es lo que manda a la hora de desarrollar una buena dentadura o no. Que es una cuestión de probabilidad que tu hijo saque los dientes grandes del padre con la boca pequeñita de la madre. La moda es ahora ver a adolescentes con la boca llena de brackets también y consecuencia también de la no moda de los dentistas por trabajar preventivamente y no decir a los padres los tips que existen para evitar todo esto", defiende Unamuno.
Reconoce que también está de moda la estética, el tener una sonrisa perfecta visualmente, que no siempre va de la mano de la salud. Así incide en que la boca es la parte del cuerpo que más estímulos necesita para crecer: "En el cuerpo pensamos que la genética es lo que va a determinar toda nuestra biología, pero hay otras partes del cuerpo que son muy maleables, que dependen de los estímulos que reciban, y la boca es una de ellas. Crecerá poco si le damos poca gimnasia, los llamados 'estímulos paratípicos'".
Con ello, asegura que para que crezcan sanos y fuertes los dientes de nuestros hijos, y además se logren prevenir muchas (no todas, pero sí muchas) ortodoncias en el futuro, es necesario seguir los siguientes consejos:
1.- Tomar pecho en lugar de biberón
2.- No usar chupetes, biberones, ni chupar dedos
3.- Comer comida real desde niños y no pasarnos años comiendo papillas, que sea lo más real, no procesada
4.- Respirar por la nariz y no por la boca
Y es que, según recuerda la odontóloga Eider Unamuno, la salud bucodental de los dientes de leche sí condiciona a la de los dientes definitivos: "Por un lado porque las caries, como es pérdida de tejido dentario, provocan que se pierda espacio para los dientes definitivos. Por otro, cuando la caries aumenta, progresa en su camino y llega al nervio y puede producir pus, pero otras veces no se ve y se favorece un caldo de cultivo infeccioso en las raíces del diente de leche, que es donde se está formando el diente definitivo, de forma que esos procesos infecciosos pueden alterar tanto la estructura como la forma del diente definitivo que se está formando en esa zona".
REVISIONES DESDE LOS 6 MESES DE VIDA
En concreto, cuenta que los dientes de leche y algunos definitivos comienzan a formarse en el embarazo. "Es un mito que los dientes del bebé se forman por transferencia del calcio de los dientes de la madre a los del niño. No obstante, si la madre tiene una dieta rica en calcio y ciertas vitaminas, más probabilidades tendrá el bebé de que los dientes se le formen sin problemas de poca mineralización o de calcificación deficiente", asegura la experta.
Por eso, insiste en la importancia de cuidar los dientes de leche, "que son los grandes olvidados" ya que se piensa que no tiene importancia tener una caries en el diente de leche cuando sí es "vital" cuidarlos. Primero, por la salud bucodental de los dientes definitivos, después para prevenir futuros problemas.
"El cráneo está en crecimiento y si tenemos una caries en el diente de leche, si ésta nos duele cuando comemos, dejaremos de comer cosas duras, que en realidad favorecen el crecimiento de la boca, y comeremos por el otro lado, de forma que pueden generarse asimetrías dentales", explica, defendiendo, por tanto, que son necesarias las revisiones en los menores desde los seis meses de vida.
BENEFICIOS DE LA LACTANCIA MATERNA EN ESTE SENTIDO
En este punto, Unamuno resalta la relevancia de la lactancia materna en el desarrollo de la boca de nuestros hijos. "Cuando está el niño mamando es el único momento en el que la mandíbula va hacia delante y hacia atrás, es un estímulo para el crecimiento de la mandíbula, así como para la posición y tonicidad de la lengua, conformada por 17 músculos.
También la lactancia materna favorece la respiración con el sellado bucal que deben realizar los pequeños para un correcto amamantamiento, aparte de que la leche materna favorece la microbiota de los pequeños, así como la calidad de los dientes, al aportar una serie de oligoelementos y nutrientes que protegen al futuro diente frente a la caries.